Conozca a la \"barra\" del caso
Ciccone: los amigos del vicepresidente en la mira de la Justicia. Las
historias de \"Ale\", \"Culebra\" y \"Nariga\".
Los apodos los heredaron de los veranos noventistas que
pasaron juntos en Mar del Plata. “Ale”, “Culebra” y “Nariga” conformaban
el trío más cool y divertido de la Costa Atlántica. Rockeros, surfers,
motoqueros, DJs y con mucho levante, eran habitués de los boliches
Sobremonte y María López y se movían por la zona de Playa Grande.
“Ale” es Alejandro Vandenbroele, quien, según su esposa Laura Muñoz,
sería testaferro de Amado Boudou y se quedó con el control de Ciccone
Calcográfica, la única empresa privada del país capaz de imprimir papel
moneda, ahora rebautizada con el nombre de Compañía de Valores
Sudamericana. “Culebra” es el vicepresidente. Y “Nariga” es José María
Núñez Carmona, amigo íntimo de Boudou, además de socio en dos empresas,
encargado de manejar sus operaciones inmobiliarias y padrino de la boda
de “Aimé” con Daniela Adriuolo en 1993, que luego terminó en divorcio.
Hoy el grupo de amigos está en la mira de la Justicia por la polémica
compra de la ex Ciccone, que desde que quedó en manos de “Ale”
Vandenbroele tiene la recomendación oficial para imprimir billetes de
100 pesos a pedido de la Casa de la Moneda. Solo por ese negocio pueden
facturar 50 millones de dólares.
“Nariga” fue el encargado de presionar para que la compañía quedara en
manos de Vandenbroele. Para convencer a sus interlocutores siempre
invocaba el nombre de “Culebra” Boudou y aseguraba que tenía el respaldo
de “arriba”. “Trabajo con Amado”, era su latiguillo preferido.
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