Pese al receso estival, los
integrantes de la comisión de Seguridad del Concejo Municipal comenzarán
una ronda de contactos con vecinales y referentes barriales para
ofrecerse como nexo de los reclamos a funcionarios provinciales y
policiales, y exigir mejoras que le competen al municipio.
Pese al receso estival, los integrantes de
la comisión de Seguridad del Concejo Municipal comenzarán una ronda de
contactos con vecinales y referentes barriales para ofrecerse como nexo
de los reclamos a funcionarios provinciales y policiales, y exigir
mejoras que le competen al municipio.
"Cuando escuchamos a los vecinos, la queja se reparte
entre quienes quieren más presencia policial y la desconfianza hacia
los uniformados", reconoció el concejal justicialista, Osvaldo Miatello,
presidente de la comisión de Seguridad.
En esta línea, el edil de Proyecto Sur, Alberto
Cortés, propuso la colocación de "buzones de la vida" para que en los
barrios se denuncien en forma anónima hechos delictivos.
La comisión de Seguridad del cuerpo deliberativo ya
mantuvo un encuentro la semana pasada con vecinos de barrio Belgrano
para escuchar las quejas en la zona. Y la cita se repetirá el próximo
martes, en Cochabamba al 6600, con la promesa de reunir a funcionarios
provinciales y de la policía.
"Nuestro rol es escuchar y hacer de contacto entre
los vecinos y la policía. También aparecen temas municipales como la
apertura de calles, más iluminación y control a las motos sin patente",
enumeró Miatello para recordar que entre las quejas recibidas "existe
una mezcla de clamor por más presencia policial y desconfianza en la
misma policía. En esto último, el poder político debe mejorar en el
control porque muchos vecinos no saben si los uniformados son una
solución o un problema".
Cortés, vicepresidente de la comisión de Seguridad,
también reconoció que, al recopilar los reclamos barriales, percibió
"cautela" de la gente en juntarse con los uniformados. "Hay falta de
equipamiento y patrulleros, pero también se evidencia poco interés de la
policía en acudir, ", destacó Cortés para proponer un reimpulso y
distribución en todos los distritos de los llamados "buzones de la
vida", en donde una persona puede denunciar en forma anónima ilícitos
que luego recopilaría directamente la Justicia. "Si el vecino tiene
desconfianza, es un mecanismo válido para llegar al fiscal en turno",
subrayó Cortés. En las reuniones proyectadas también se insistirá en los
sistemas de alarmas comunitarias que podrían conformar los mismos
vecinos a través de una red telefónica que incluya a la seccional del
barrio.
Estado ausente. Otro integrante de
la comisión, el edil del PRO Roy López Molina también justificó el rol
de nexo que ejercen los concejales, y consideró un "error vincular
pobreza con delincuencia. Hay zonas de Rosario donde el Estado está
ausente y constituye terreno fértil para que el delito se mueva más
fácil. Las víctimas son los vecinos porque no les llegan los
patrulleros, la GUM (Guardia Urbana Municipal) y mucho menos las cámaras
de videovigilancia que en Rosario son sólo 18 y están ubicadas de
manera arbitraria".
El edil macrista llamó a "prestigiar la policía, en
vez de estigmatizarla y cargarle las culpas a una institución que no
tiene todas las herramientas adecuadas" e instó a "dar una visión
municipal a la seguridad con la recuperación de los espacios públicos
abandonados".
La vicepresidenta del Concejo, Norma López, también
se sumó a las voces que propusieron abordajes complementarios. "El
Concejo debe estar más cerca de la sociedad, generar mayor compromiso y
acercamiento a instituciones barriales y vecinales, y ser el ámbito de
discusión de políticas públicas en medidas que el municipio no
cumplimenta".
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