Una mujer de 37 años fue
apresada la noche del viernes en la zona oeste de la ciudad por agentes
del Comando Radioeléctrico que la encontraron rodeada por un grupo de
vecinos, con su ropa manchada de sangre, en estado de shock emotivo y
con un cuchillo ensangrentado en la mano.
Una mujer de 37 años fue apresada la noche
del viernes en la zona oeste de la ciudad por agentes del Comando
Radioeléctrico que la encontraron rodeada por un grupo de vecinos, con
su ropa manchada de sangre, en estado de shock emotivo y con un cuchillo
ensangrentado en la mano. Junto a ella estaba tendido en el piso y ya
sin vida su esposo, de 35 años, con una puñalada en el pecho. Y también
su pequeña hija, testigo del drama familiar.
Todo ocurrió en una vivienda de Matienzo al 1600 poco
después de la medianoche del viernes. Allí vivían Ariel Darío Herrera
junto a su esposa, Paula Z., y la hija de ambos, de 9 años. En presencia
de la menor y por cuestiones que los investigadores podrán develar
después de indagar a los familiares y allegados de la pareja, el
matrimonio tuvo una fuerte discusión que poco a poco ganó en voltaje y
se convirtió en violenta.
En esas circunstancias, Paula se armó con un cuchillo
de 20 centímetros de hoja que halló en la cocina y le asestó una feroz
puñalada a Ariel en el medio del tórax. El hombre, malherido, salió a la
puerta de la vivienda en busca de ayuda y logró llegar hasta la esquina
de Matienzo y Pellegrini, a 70 metros de su casa, donde se desvaneció
sin vida. Tras él llegaron corriendo su pequeña hija y también la
agresora, su mujer.
Poco a poco se fueron reuniendo los vecinos, y entre
ellos llegó Alberto Herrera, el papá de Ariel. Su nieta corrió entonces a
abrazarlo y a decirle lo que había pasado: "Abu...mamá lo mató a papá",
fue lo poco que alcanzó a decir la nena antes de que un patrullero del
Comando Radioeléctrico que patrullaba el barrio se detuviera frente al
tumulto de gente para ver qué pasaba y se llevara detenida a Paula.
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