La mujer de 49 años, minutos después de ser liberada. |
Todo comenzó aproximadamente a las 12.30 horas, en la casa particular de calle Rivadavia, a pocos metros de calle Uruguay, un par de cuadras al oeste del complejo habitacional de barrio Monseñor Zaspe. Miguel Duarte, un hombre de 30 años oriundo de la localidad de Franck, irrumpió en el domicilio ingresando por una ventana.
Duarte llegó al lugar en busca de Mauro Ardiles, un joven de 20 años con quien habría mantenido una relación desde hace algunos años y a quien asediaba desde hace un tiempo considerable. Pero, al igual que otros dos hermanos, el muchacho logró escapar de la casa, eludiendo los disparos de arma de fuego efectuados por Duarte.
En la casa solo quedó el hombre de 30 años y uno de los hermanos, quien no pudo salir del lugar debido a sus capacidades diferentes. El menor –de 15 años de edad- fue liberado recién cuando la madre de los Ardiles llegó al lugar. Desde ese momento fue mujer de 49 años quien permaneció en el interior del inmueble, como rehén de Miguel Duarte.
Un amplio operativo fue montado alrededor de la vivienda por distintas reparticiones de la policía provincial. En el lugar se hicieron presentes el Comisario Javier Martini, Subjefe de la Unidad Regional Uno y el Comisario Luis María Siboldi, de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), junto a una gran cantidad de agentes especialmente preparados para este tipo de casos.
Mientras Duarte reclamaba la presencia de Mauro Ardiles –el joven de 20 años- en la casa a cambio de liberar con vida a la mujer de 49 años, al lugar arribó un negociador especializado de las TOE, quien llegó desde la ciudad de Rosario. Para ese entonces, también estaba presente en el lugar el juez penal en turno, Sergio Carraro.
El negociador rápidamente se puso al tanto de los pormenores del desequilibrio emocional que atravesaba el atrincherado y su rol resultó clave para el desenlace del episodio. Poco antes de las seis de la tarde, el hombre oriundo de Franck fue rodeado y neutralizado por los agentes de las TOE. Duarte entregó su arma .un revólver calibre 32- fue trasladado por la policía, imputado por los presuntos delitos de privación ilegítima de la libertad, lesiones dolosas, abuso de armas y portación de arma de uso civil.
Cuando Duarte fue retirado del domicilio de calle Rivadavia, la cantidad de vecinos que aguardaba el desenlace del episodio era muy importante. Muchas personas quisieron hacer justicia por mano propia, pero el accionar policial evitó que la situación se tornara aún más grave.
Luego del episodio, El Comisario Javier Martini manifestó que el imputado en el hecho se conocía con uno de los jóvenes que habita la casa y “por una situación personal entre ellos llegó a buscar algún tipo de represalias o venganza”. Además, reveló que en el lugar se secuestraron botellas de alcohol, que Duarte habría llevado al lugar con intenciones de prender fuego en la casa.
Además, el Subjefe de la URI señaló que la mujer de 49 años se encontraba bien, aunque en un estado de crisis, por lo que fue trasladada al hospital SAMCO de nuestra ciudad para ser sometida a una evaluación física y psicológica.
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