Los representantes del sector productor de polietileno están preocupados por la ordenanza municipal que prevé la eliminación progresiva de la distribución de bolsas plásticas.
La eliminación progresiva de las bolsas plásticas en los comercios santafesinos estará en marcha a partir del lunes, cuando el 25 por ciento de las cajas de los supermercados y negocios no podrán entregarlas a los clientes, según lo establece la Ordenanza Nº 11.601. La proximidad de la fecha hizo que los fabricantes y vendedores de productos de polietileno del Gran Santa Fe se reunieran este miércoles en la sede de la Unión Industrial para poder avanzar en un dictamen conjunto sobre la postura del sector contra esta medida que –sin lugar a dudas– tendrá incidencia en sus ventas. En general, los representantes del rubro plantearon que el “error” de la normativa es que ellos no fueron consultados. “Nosotros somos los que trabajamos en forma diaria con polietileno, conocemos sus efectos y también sus alternativas”, expresaron. Y adelantaron cuáles son algunas de las opciones que podrían ser estudiadas que contribuirían al cuidado del medioambiente sin afectar la producción de sus empresas. El riesgo de las pymes “Por ejemplo, hay aditivos para la materia prima que hacen que sea biodegradable. Esto implicaría que se eleven un poco los costos de producción, pero sería una pérdida mínima en comparación con no vender más. En mi caso, por ejemplo, hace más de 30 años que funciona esta empresa familiar, tengo cinco empleados. ¿Qué tengo que hacer con ellos si dejo de producir?, ¿Cómo los indemnizo?”, cuestionó Raúl Zink, propietario de PoliFe SRL. “En mi caso, fabrico otros productos además de las bolsas plásticas. Pero su venta (en referencia a las bolsas plásticas con manija, llamadas camisetas) es irreemplazable. Nosotros ya tenemos que competir en Santa Fe con las empresas porteñas. Si encima ahora nos restringen el mercado local, es lógico que las perspectivas no van a ser buenas. Además, hay muchas contradicciones en esta medida. Por ejemplo, van a prohibir la distribución de este tipo de bolsas pero no la venta de las bolsas de residuos, que son del mismo material. Mayor aún es la contradicción si se tiene en cuenta que las bolsas que se dan en los supermercados son utilizados por los vecinos para desechar la basura”, agregó otro empresario del rubro. Uno de los justificativos Por su parte, Cesar Bergamini, de Industrias Plásticas Bergamini, cuestionó uno de los trasfondos de la medida esgrimidos desde el municipio respecto de la medida: “Dijeron que se adoptó esta iniciativa porque con las bolsas plásticas se tapan los desagües de la ciudad. Sin embargo, si fuera así, tendrían que prohibir todo tipo de bolsas plásticas y en todos los comercios”. Y agregó: “en la ciudad de Rosario, por ejemplo, el tema de los desagües también fue un problema y lo resolvieron colocando dos containers por cuadra para que la gente deposite allí las bolsas con basura. Entonces, pasa un camión dos veces por día, los vacía y se lleva los desechos. Hay muchas alternativas. Hay que buscarlas”. Otro ejemplo que esgrimieron los empresarios es cómo se van a envolver los productos frescos. “¿Qué pasa con la carne, los fideos, las aceitunas, los pollos, el pescado, en qué se supone que van a ser entregados al público?”, cuestionaron. A pesar de los blancos en la normativa, el pasado 3 de octubre, durante la conferencia de prensa en la que se presentó el cronograma de erradicación de las bolsas, el intendente Mario Barletta detalló que “las bolsas obstruyen los desagües a cielo abierto y los entubados. Son entre 40 y 50 millones de pesos lo que gastamos los vecinos en desobstrucción, y por ello nos parece tan importante este paso”. Números contundentes Sin embargo, hay más cifras que hacen dirigir la atención al problema y a las alternativas posibles. Según los últimos relevamientos, la capital santafesina genera anualmente más de 250 millones de bolsas, de las cuales más de 182 millones son arrojadas a las calles. La respuesta, en números, es contundente: utilizando una bolsa de tela se puede evitar el uso de seis plásticas por semana, 24 al mes y 288 al año. La ciudad de Santa Fe cuenta actualmente con una población estimada de casi 500 mil habitantes. Teniendo en cuenta que se calcula un consumo promedio de una bolsa y media diaria por persona, es decir, un total de 750 mil bolsas diarias, y 273.750.000 al año. Asimismo, se ha podido advertir que sólo la tercera parte de las que son entregadas por los supermercados y comercios en general, son utilizadas para disponer los residuos domiciliarios, razón por la cual, de las 182.500.000 de bolsas restantes, al no ser reutilizadas, gran parte son dispersadas por el viento en el ejido urbano, y un porcentaje menor se dispone finalmente en el Relleno Sanitario. Estas cifras tienden a incrementarse en la medida que disminuye la concientización ambiental de la población, razón por la cual no sólo deben tomarse medidas que limiten las cantidades de bolsas que se entreguen por cliente, o que se aumente la capacidad de las mismas, sino que se requieren estrategias integrales, que comprendan la articulación de programas de educación ambiental formal y no formal, dirigidas a la comunidad. Disminuir el daño ambiental Este plan impulsado por la Municipalidad forma parte del Programa Cambio Verde, creado en 2008, que contempla diversas estrategias y acciones orientadas a construir una ciudad ambientalmente sustentable, en especial en relación con el manejo, disposición y tratamiento de los residuos urbanos. En ese sentido, Barletta indicó: “Ésta es una ciudad que sigue empecinada en dar una batalla frontal a todos los aspectos que perjudican el medio ambiente, porque tenemos la convicción de que es indispensable dejar un futuro mejor. Por tal motivo, desde el inicio de la gestión comenzamos con el programa de Cambio Verde, con la tarea de trasladar el volcadero ubicado en Caleta Sur, la puesta en marcha de un nuevo Relleno Sanitario, la recolección diferenciada de residuos que ahora se hace en toda la ciudad y que nos coloca en la única ciudad (de un tamaño similar o mayor) que lleva adelante esa tarea”.
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