jueves, 29 de septiembre de 2011

SANTA FE/Dos crímenes llegan a juicio oral, antes de fin de año

Se trata del homicidio de Matías Bustamante, ocurrido en 2009 en Santo Tomé y el femicidio de Verónica Manzanel, sucedido en marzo, en San Jorge.

Dos crímenes llegan a juicio oral, antes de fin de año

El homicidio de Matías Bustamante, ocurrido en octubre de 2009 en Santo Tomé y la muerte de Verónica Manzanel, tienen un aspecto en común, ambos fueron elevados a juicio oral por la sala de Sentencia Nº 3, a cargo de Cristian Fiz y la fecha de debate sería antes de fin de año. Por lo demás, cada uno de estos dos crímenes, que sacudieron a la opinión pública de las localidades donde fueron perpetrados, tienen móviles, víctimas, autores y metodologías que en nada se parecen. Desde el terraplén El 12 de octubre de 2009, Matías Federico Bustamante estaba sentado en la puerta de su casa de barrio El Gran Chaparral, en Santo Tomé, cuando recibió un disparo de arma de fuego en el tórax, que provenía desde el terraplén de las vías férreas. El muchacho de 17 años, fue auxiliado en el lugar y luego derivado al Hospital José María Cullen de la ciudad de Santa Fe, donde agonizó tres días, hasta que falleció. Una disputa de larga data entre bandas rivales, fue la principal hipótesis de investigación para dar con los detenidos. Por el crimen, hay cuatro imputados, todos ellos con antecedentes. Sebastián Castro, José Luis Castro, Daniel Zalazar y Maximiliano Cano fueron procesados por el delito de homicidio calificado por concurso premeditado de tres o más personas. “Sólo quise asustarla” El más reciente de los dos casos ocurrió el viernes 4 de marzo pasado. Cuatro días antes de la celebración por el día internacional de la mujer, Verónica Beatriz Manzanel (33) fue víctima de un feminicidio en San Jorge, a unos 160 kilómetros de Santa Fe. Su marido, Oscar Osvaldo Wagner (41), está acusado de rociarla con barniz satinado y prenderla fuego. El hombre también sufrió quemaduras en casi un 80 por ciento de su cuerpo. Los pesquisas creen que al arrojar el combustible a su mujer y prender fuego, pudo haber una explosión accidental del envase que terminó por afectar al hombre. Pero también existen indicios de que el hombre pudo intentar quitarse la vida a lo bonzo. Cuando se desató la pelea, la más pequeña de los tres hijos de la pareja, estaba en su pieza durmiendo y se despertó por el olor a humo. En relatos posteriores, contó que cuando salió de su habitación la vio a su madre en llamas y que su padre le dijo que pidiera ayuda a los vecinos. Cuando la policía y los bomberos voluntarios de la ciudad llegaron, se encontraron con el cuerpo de la mujer envuelto en llamas, ya sin vida, y con Wagner que había logrado salir de la habitación por una ventana hacia el patio trasero de la casa, donde al parecer intentaba deshacerse de la ropa incendiada. “Había rastros de fuego, ropa quemada, por los lugares por donde pudo caminar”, contó una fuente policial. Wagner confesó el hecho, pero dijo que “sólo intentó asustarla”. Ese mismo día, comenzó la investigación con él como principal sospechoso y llega a juicio oral acusado de homicidio calificado por el vínculo, un delito sancionado con prisión perpetua. El de Verónica fue uno de los 151 femicidos ocurridos en el país, en el primer semestre de 2011. Diecinueve de ellos, fueron perpetrados con fuego.

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