Abel Alejandro Escobar, de 17 años, fue encontrado ayer a la mañana tirado sobre el polvoriento camino que une el barrio Santa Lucía con Cabín 9, dos de los sectores más postergados del departamento Rosario. Tenía heridas de degüello y por lo menos cinco puntazos en el costado izquierdo del abdomen.
Abel Alejandro Escobar, de 17 años, fue encontrado ayer a la mañana tirado sobre el polvoriento camino que une el barrio Santa Lucía con Cabín 9, dos de los sectores más postergados del departamento Rosario. Tenía heridas de degüello y por lo menos cinco puntazos en el costado izquierdo del abdomen. La escasa cantidad de sangre derramada sobre la tierra reseca hizo inferir a los investigadores que al muchacho, que también respondía a los apodos de Bote y Comadreja, lo habían herido mortalmente en otro lugar y lo arrojaron en el camino que corre paralelo a las vías del ferrocarril que supo ser de la línea Mitre. Hacía un año que el nombre de la víctima no ocupaba lugar en las crónicas policiales, más precisamente desde que lo detuvieron acusado de un homicidio ocurrido en agosto de 2010 en Cabín 9 (ver aparte). Con por lo menos seis heridas de arma blanca sobre su cuerpo, la primera hipótesis de los pesquisas en torno al homicidio fue la de una venganza. Y fuentes allegadas a la investigación consultadas por este diario confiaron que nada tendría que ver con los conflictos que sobrevolaron los últimos meses la geografía del barrio Santa Lucia, sino que estaría ligado a viejos rencores sembrados por Escobar en ese sector de la ciudad. Nadie vio nada. Poco era lo que al cierre de esta edición habían recopilado los investigadores respecto a la vida de Abel Alejandro Escobar, quien residía en barrio Godoy y según las fuentes tenía antecedentes penales. Según se pudo reconstruir de acuerdo a los pocos testimonios recabados, a las 3 de la mañana de ayer Comadreja estaba con vida. Pero a partir de ese momento poco se sabe de su derrotero. El muchacho vivía a unas 15 cuadras del lugar donde fue hallado muerto por un vecino que, a las 6.45, pasó por el camino Provincia de Misiones, que une Cabín 9 y Santa Lucía, unos 70 metros antes de llegar al cruce con Estudiante Aguilar. A los costados de ese polvoriento camino están la vía del ex ferrocarril Mitre y un campo donde pastorean caballos. Las casas se ven lejanas, lo que explica que nadie haya escuchado nada, o al menos eso digan ante los policías. Sin embargo, a los pocos minutos del hallazgo del cuerpo los vecinos aventuraban que "no era nadie del barrio", y que "podría ser alguien de Cabín 9". De acuerdo a lo confiado por las fuentes, el cuerpo de Escobar presentaba varias heridas: algunas de degüello y al menos cinco puntazos en la zona abdominal izquierda. También tenía lesiones en la cabeza, compatibles con el golpe del mango del arma blanca utilizada. Para los pesquisas la víctima alcanzó a defenderse de su o sus atacantes en medio de lo que habría sido una pelea encarnizada que terminó en el crimen. Si bien el arma homicida no fue hallada, se estimaba que se trata de una cuchilla tipo carnicero o una faca de buen filo. En un primer momento los investigadores colocaron bajo la lupa una disputa con un herido de arma blanca ocurrida pasada la medianoche en el Pasaje 1754 al 2000, a unas dos cuadras de donde fue encontrado el cuerpo de Escobar. En ese lugar, a la 1.30, se reportó que había un muchacho de 16 años con una puñalada en la espalda y que fue asistido en el hospital Provincial. Pero con el correr de las horas se estableció que se había tratado de una disputa entre dos muchachos por el amor de una adolescente. Los investigadores indicaron que al momento de ser hallado el cuerpo de Escobar tenía unas tres horas de fallecido. Con la hipótesis de la venganza primera en la lista, el homicidio es investigado por la subcomisaría 22ª y la sección Homicidios.
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