En medio de las quejas por la contaminación del arroyo, desde la provincia aseguraron que identificaron a fábricas que vierten desechos prohibidos. Y que se suman a los que descargan en Baigorria los camiones atmosféricos. Los vecinos protestaron con barbijos.
La solución concreta no aparece y los vecinos multiplican los reclamos por la seria contaminación que presenta hoy el arroyo Ludueña. Y tal como éstos lo manifestaban la semana pasada, desde la provincia confirmaron que el agua no sólo recibe los restos de camiones atmosféricos sino también deshechos industriales que agravan la situación. Así lo observó este lunes en el programa De 12 a 14 (Canal 3) el director provincial de Medio Ambiente, Edgardo Seguro, y contó que tienen “identificadas a algunas empresas” que realizan vertidos ilegales de diferentes líquidos en la zona del canal Ibarlucea, cuyo cauce va a parar al arroyo. Para el funcionario, en dicho canal “la situación no da para más” y confirmó que desde este viernes quedará completamente clausurada la vieja laguna estabilizadora de Capitán Bermúdez donde unos ochenta camiones descargan a diario aguas servidas. “Desde el viernes a la mañana no podrán operar en el vaciadero de Bermúdez, y cada municipio va a tener que dar el lugar de descarga a las empresas”, aseveró Seguro en el móvil del periodista Juan Pedro Aleart, donde también acudieron los vecinos a protestar con barbijos por el nauseabundo olor. El director coincidió con el secretario de Medio Ambiente de Santa Fe, César Mackler, quien también en Canal 3 responsabilizó a la Municipalidad de Granadero Baigorria por trabar la construcción ya licitada de un vaciadero que aliviaría el problema en la zona. “La solución es ese vaciadero, una obra adjudicada hace casi un año”, se quejó. Mientras tanto, con la clausura del piletón de Bermúdez, los camiones deberán descargar sus tanques en el receptáculo de Rosario, en la zona sur de la ciudad. “La gente se baña en un mar de caca” Por su parte, Osvaldo Ortolani, referente vecinal del barrio Ludueña, redobló la protesta y aseguró que las autoridades le “mienten” a la gente y la contaminación del arroyo crece día tras día. “Nos siguen mintiendo Ciancio (por Antonio, ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente de la provincia) y el secretario de Medio Ambiente (por Mackler). No pueden clausurar lo que no existe”, dijo sobre el cierre de plantas de tratamiento que en realidad ya no funcionan como tal. “En los clubes del arroyo Ludueña, como Central, Regatas, y del Sindicato Municipal, la gente se está bañando en un mar de caca. Acá hay que hacer un estudio de materia fecal para ver si encuentran agua”, ironizó en medio de los aplausos de otros habitantes de la zona. Ortolani señaló que en los barrios de la zona están “cansados no sólo del olor, sino de la mentira”, y de que los responsables de solucionar el problema sigan “tirando la pelota para adelante”. En tanto, otras personas que se acercaron al móvil en vivo exigieron que se otorgue “el poder de policía a la provincia para que controle” lo vertidos ilegales y afirmaron que “no son sólo de camiones atmosféricos, sino que están tirando otra cosa”, y que el Ludueña “se va a transformar en el Saladillo o el Riachuelo de Buenos Aires”.
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