El radical y vicegobernador electo de Santa Fe, Jorge Henn, resaltó la amplitud del Frente Progresista. Si bien dijo que en octubre va a votar a Alfonsín, señaló que el acuerdo entre el diputado y De Narváez "era malo porque tiene olor a rejunte".
Vicegobernador electo de la provincia de Santa Fe, Jorge Henn dijo sentirse "entusiasmado por lo que viene" desde diciembre, cuando le toque acompañar al socialista Antonio Bonfatti en la conducción de los destinos de la provincia. Entrevistado en el programa "Los días contados" de Canal 5, Henn resaltó que el Frente Progresista Cívico y Social "es una construcción que se va dando con el tiempo y que no tiene por qué ser exactamente igual frente a cada proceso". La referencia de Henn fue en relación a los chispazos entre radicales y socialistas de las últimas semanas, cuando el gobernador Hermes Binner dijo que el socialismo "es el partido del sigñlo XXI, y los demás del siglo pasado". Estas declaraciones desataron la furia de los dirigentes del partido de la boina blanca, en especial de la vicegobernadora Griselda Tessio y hasta del propio Ricardo Alfonsín. Sin embargo, para Henn "cuando terminen las eleciones está cuestión se va a normalizar", y descartó el fin del Frente Progresista, ya que entiende que este espacio "está siendo mirado con mucho respeto a nivel nacional". Respecto de sus opciones de cara a octubre, dijo que va a votar a Ricardo Alfonsín, aunque recordó que también en su momento criticó el acuerdo electoral del diputado con Frencisco De Narváez, al que calificó como una unión "que era mala porque tenía olor a rejunte".
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