La contratista advirtió que existen serios problemas de provisión de asfalto para hacer la pista. El responsable del circuito no pudo confirmar que las tareas culminarán en 100 días.
Agenciafe/La Capital/oidmortales2011.blogspot.com|
El ente municipal que administra el autódromo Juan Manuel Fangio firmó recién ayer el contrato de adjudicación de la licitación para la reparación de la pista y puesta en marcha del plan de mitigación de ruidos por 17 millones de pesos que aportará el gobierno provincial. Sin embargo, los tiempos de obra abren un nuevo interrogante en torno al desembarco del TC 2000 en Rosario, anunciado para el 2 de octubre. Funcionarios y la propia contratista no pudieron confirmar a LaCapital que las reformas estarán listas antes de esta fecha. Como si esto fuera poco, los vecinos de barrios abiertos y cerrados insistirán en que las obras no se ajustan a la normativa. El round judicial que la Intendencia mantuvo con vecinos de los barrios linderos a la pista produjo el primer conflicto en torno al plan de reformas (ver aparte). No obstante, la decisión política de la Intendencia de avanzar con el proceso administrativo deja al anunciado desembarco del TC 2000 en Rosario bajo un signo de interrogación. "Acabamos de firmar el contrato", dijo ayer a LaCapital el titular de la Sociedad municipal del Estado que administra el Fangio, Miguel Siryi. Esto implica que Obring SA será la encargada de ejecutar unos 17 millones de pesos para la ampliación y mejora del circuito. Se trata de la repavimentación total del circuito, el alargue de la pista de los 2.500 que existen en la actualidad a 3.600 metros, el reacondicionamiento del peralte de la última curva y la modificación de otras. También deberán arreglarse los pianitos, construir un nuevo playón de boxes (se derribarán los actuales), contar con una nueva torre de control, área de revisión técnica, todas las obras de infraestructura de soporte y las polémicas obras de mitigación de ruidos, para lo cual se hicieron informes técnicos con simulación del impacto sonoro que producen las carreras en los alrededores. En duda. En la propia licitación, Obring SA había ofertado achicar los plazos de obra a 120 días (es decir 10 días antes de lo exigido en los pliegos). Sin embargo, ningún involucrado en las tareas pudo afirmar que estará todo listo para recibir la 10ª fecha del calendario 2011 del TC 2000. "Hoy no lo descartamos. Podemos tratar de optimizar los tiempos de obra, mejorando y haciendo más expeditivas las inspecciones, pero el plazo contractual es de 120 días y ya pasaron 18 para llegar a esta meta que nos propusimos", indicó Siryi. El funcionario, quien tiene apretado el acelerador para cumplir el objetivo de llegar a octubre, tuvo que apelar a la cautela a la hora de confirmar la fecha. "Vamos a tener que esperar hasta los primeros 30 días de obra para hacer una evaluación más fina, en términos técnicos sería factible, pero habrá que ver in situ si se puede concretar", amplió el responsable municipal del autódromo. Abriendo el paraguas. Otro que eligió la prudencia fue el propio titular de Obring SA, Franco Gagliardo. En diálogo con LaCapital el empresario confesó que si bien "se hará un gran esfuerzo para llegar a octubre, contractualmente no es nuestra obligación". Las cuadrillas comenzarán las tareas en el autódromo a partir de la semana próxima. A lo acotado en los plazos, se le sumó ayer otro agravante que complica la situación e incluso resulta ajeno a la propia contratista. "Se puede llegar a octubre, pero el inconveniente está en el abastecimiento de materiales, que no depende de la empresa sino de terceros. En la actualidad hay en el país escasez en la entrega de asfalto. En particular hay muchos problemas con la provisión del asfalto especial con polímeros que deberá colocarse en la pista. Hay varias plantas de producción paradas y el insumo sale a cuentagotas", explicó Gagliardo para acotar: "Por más buena voluntad que se ponga, también existen cuestiones de fuerza mayor". De las 6 mil toneladas de mezcla asfáltica prevista en la licitación para las mejoras en el Fangio, unas 400 toneladas corresponden a cemento asfáltico modificado con polímeros (le otorga resistencia y durabilidad al circuito). Gagliardo estiró los plazos estimativos de Siryi para analizar recién dentro de 60 días "como avanzarán las obras y cómo se comportará la provisión de terceros", para luego indicar que "se hará lo que se pueda, ya que el mercado de abastecimiento está complicado". Frente judicial. Al los plazos de obra, ayer se agregó otra advertencia de parte de los vecinos de barrios del entorno que habían acudido a la Justicia. "Seguiremos insistiendo con la falta de una correcta insonorización, con que la obra no cuenta con la aprobación de la Dirección de Hidráulica y Saneamiento como exige la ley. Además, carece del estudio de impacto ambiental que plantea la normativa y los taludes sobre los cuales se piensan hacer las reformas son ilegales", resumió el abogado patrocinante Rodrigo Pujol. Idas y vueltas en Tribunales El autódromo restringió su actividad en 2006 tras una acción judicial por ruidos molestos interpuesta en la Justicia por vecinos de los barrios Aldea y San Eduardo. El Tribunal ordenó que se realicen en el circuito dos picadas mensuales sólo los domingos, de 11 a 18, y pruebas una vez a la semana. Pero la decisión de mejorar la pista y mitigar los ruidos provocó un nuevo encontronazo judicial entre vecinos autoconvocados de barrios abiertos y cerrados y el municipio, que desembocó en una resolución que autorizó el plan de obras y dejó allanado el camino para la licitación. El tema parece no estar cerrado, ya que persisten dudas en la reducción de ruidos proyectada por el municipio.
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