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Corresponsalía Rosario
Unos 160 presos de la cárcel de Piñero empezaron hace nueve días una huelga de hambre para reclamar mejoras en las condiciones de alojamiento, fundamentalmente en la atención de la salud y la comida.
Los internos de los pabellones 1 del módulo A y los pabellones 5, 6 y 7 del módulo B realizan la protesta por tiempo indeterminado. Esa unidad penitenciaria tiene una capacidad para 640 reclusos, pero esta semana están alojados más de 700 internos.
Según señala el diario La Capital, los internos plantearon ante la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) que toman "agua sucia con olor a podrido al igual que los familiares que visitan a los presos y luego se enferman. La comida no es suficiente y además está descompuesta; y la atención sanitaria no se hace en tiempo y forma, dan unas pastillas para todos los males, la misma sirve para el dolor de cabeza como para una infección", denunciaron.
Lilian Echegoy, referente de la CTC, se reunió con delegados de los cuatro pabellones en huelga quienes le expresaron que "se vive en un estado de abandono permanente, de desidia constante por parte de las autoridades". En tanto, los familiares de los internos se sumaron a la protesta y el pasado fin de semana no les llevaron alimentos.
"Nos reunimos con los delegados en un pequeño cuarto, nos entregaron su petitorio y nos relataron las condiciones de vida. Todos los pabellones en huelga manifiestan que el grupo criminológico, un grupo de abogados, trabajadores sociales y psicólogos que deben asistir al recluso tiene escasa e ineficiente actuación en la cárcel y que el juzgado de Ejecución de Rosario no resuelve en tiempo y forma los derechos que asisten a los presos", señalaron desde la ONG.
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