miércoles, 24 de agosto de 2016

Julio Genesini, ministro de Trabajo y Seguridad Social "En Santa Fe, no hay un panorama de destrucción de puestos de trabajo"

El empleo registrado cayó el 0,3 % en el segundo trimestre. Los procedimientos de crisis se duplicaron respecto del primer semestre de 2015 pero, en general, hubo acuerdos. El funcionario destaca el esfuerzo entre sindicatos y empresarios, y dice que hay que seguir con atención la evolución de indicadores macroeconómicos.

Foto: Flavio Raina
Nancy Balza

politica@ellitoral.com
En el segundo trimestre del año, la provincia mostró una caída en la tasa del empleo registrado de -0,3 %. Fue uno de los datos que reveló el último boletín estadístico del Observatorio Laboral que confecciona el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Pero el panorama en todo el territorio es mucho más amplio y complejo que esa cifra: hay variaciones entre sectores económicos y entre regiones. Y mucha expectativa por la manera en que evolucione la macroeconomía en los próximos meses.
De algunas aristas de este amplio panorama, dialogó El Litoral con el titular de esa cartera Julio Genesini.
—Plenamente instalados en el segundo semestre, ¿cuál es el panorama laboral que tiene el ministerio?
—En el primer semestre, hemos hecho un análisis sobre la base del empleo registrado, que son datos ciertos, porque son las altas y las bajas de la Afip. En ese sentido, si vemos este período globalmente, hubo un leve crecimiento del empleo registrado. Pero, analizando el interior del desarrollo de ese semestre tenemos que se mantuvo un crecimiento hasta el mes de abril, inclusive, con una tasa de alrededor de un punto y medio con la tendencia que veníamos de 2015. En el mes de mayo, hubo una caída de un punto y medio del empleo registrado y un poco menos de un punto en junio. Eso redondea una caída en el trimestre de 0,3 puntos. Comparado con igual trimestre del año anterior son alrededor de 1.600 puestos de trabajo. En general, no tenemos una situación de destrucción de puestos de trabajo, más allá del impacto de las diferencias entre áreas geográficas, sectores de actividad y volúmenes de las empresas. Lo cierto es que, en estos dos trimestres, las microempresas que tienen 5 trabajadores o menos y son el 15 % del empleo registrado, han venido perdiendo puestos de trabajo en el primer trimestre de alrededor de un punto y en el segundo de dos puntos. En este último trimestre, las medianas han crecido menos de un punto. El sector de la construcción en el gran Santa Fe creció en los dos trimestres de 2016 en forma significativa, alrededor de 10 puntos. En Rosario, hubo una disminución: el empleo registrado en el Gran Rosario cayó 1,4 en el segundo trimestre y en el Gran Santa Fe creció 3 puntos.
En mayo y abril el comercio, que era un sector que termina el trimestre con medio punto de crecimiento, tuvo una caída igual que la industria, aunque leve. Eso va configurando un panorama que hay que seguir con atención. El grueso del empleo se ha contenido, hay un gran esfuerzo entre empresarios y sindicatos que se advierte en los procedimientos de crisis, y la búsqueda de alternativas que se fueron tramitando ante el Ministerio para resolver situaciones puntuales en sectores metalúrgicos, algunos frigoríficos y construcción, para sortear el impacto que tienen sobre el funcionamiento de las empresas la retracción de la demanda, los altos costos de las tarifas, las altas tasas de interés y en algunos casos la política de importaciones. Se busca sortear esta situación por vía de mecanismos transitorios. Pero para estos procedimientos de crisis, si bien se han duplicado en relación con el año pasado, se han logrado acuerdos -en general-, conteniendo los puestos de trabajo para mantener la relación laboral. Ésta es la radiografía actual.
—Este cambio entre el primer y el segundo trimestre ¿se explica en los factores que mencionaba, como el aumento de tarifas, los cambios en la política de importaciones?¿A qué atribuyen el crecimiento de algunos sectores y el decrecimiento de otros?
—Entiendo que hay varios factores. Hay que ver la proyección que éstos van tomando en los meses que vienen, y en cómo evolucionan. En función del nivel de las empresas en las que impactan, hay un reflejo de la retracción de la demanda. Ésa es una cuestión real que afecta más a la microempresa. Después, hay cuestiones asimétricas en relación con los distintos sectores. Lo cierto es que en Santa Fe, si la analizamos en el contexto nacional, hay un gran esfuerzo para sostener la obra pública y eso también tiene correlato en materia de empleo, no sólo de la construcción sino también de otros sectores. Cuando se discuten a nivel nacional datos sobre la pérdida de puestos de trabajo, el grueso es en la construcción, pero vemos en Santa Fe un escenario distinto. Más allá de que los datos reflejan una caída, estamos hablando de 32 mil trabajadores contenidos en construcción. Hay un plan ambicioso del gobierno en materia de infraestructura que va a tener un impacto positivo. Hay todo un proceso de cambios de políticas macroeconómicas, pero hay otras cuestiones que se tienen que definir, como la política de importaciones, cómo van a evolucionar las tasas de interés tanto para el financiamiento de las empresas como para favorecer el consumo, cómo va a configurarse el mercado interno una vez que se defina la política de ingreso, las paritarias privadas, cómo impacta la inflación. Entramos en una etapa que va a ir definiendo los contornos de funcionamiento de la economía y eso va a tener impacto en materia de empleo.

El dato
REUNIÓN
Para esta semana, está prevista la reunión plenaria del Consejo Federal de Trabajo, en Córdoba, con la participación de todos los ministros provinciales y de la Nación.
 Panorama
—¿Cuáles son las actividades que funcionan como motor del empleo? Porque siempre mencionamos la construcción.
—En Santa Fe, la industria representa el 25 % del empleo registrado y no hemos tenido una variación durante el año, en general se ha contenido y en eso hago hincapié en el esfuerzo del sector empresario y sindical para buscar alternativas. En comercio, es el 20 %; en la construcción, un 7 %, pero es un sector que tiene impacto en otros porque cuando se reactiva produce la inmediata incorporación de trabajadores. Eso configura el panorama del trabajo en Santa Fe.
—Usted mencionaba que este año se duplicaron los trámites de procedimientos de crisis. ¿cuántos están en curso?
—En el primer semestre, fueron aproximadamente 80; alrededor de 63, en la regional de Rosario hacia el sur, y 17, de la regional Santa Fe hacia el norte.
—¿Es un dato que tiene que producir alarma?
—Habitualmente, existen este tipo de procesos. Acá, si bien aumentaron los trámites, no se duplicó la cantidad de trabajadores sino que más empresas pequeñas han ingresado en ese sistema. Pero rescato que, en general, hubo acuerdos para ir sorteando esas situaciones. Desde la provincia, se busca dar una respuesta. Obviamente, a la larga va a definir la situación del empleo el funcionamiento de la economía y eso tiene que ver con las variables macroeconómicas que maneja el gobierno nacional.
—¿Se podría decir que es un momento de transición, de expectativa hasta que se acomoden estos indicadores?
—Entiendo que más allá de algunos cambios sustanciales, es cierto que hacen falta definiciones en otras políticas: la política industrial, la administración del comercio internacional, cuestiones que van a tener incidencia y están en discusión entre los distintos actores del gobierno. En general, dentro de ese contexto hay una situación expectante de los actores económicos, a la espera de que se vayan definiendo esas situaciones. Está la expectativa del sector empresario de que mejore la performance y el desenvolvimiento de su empresa. Es importante ver cómo se van dilucidando estos interrogantes macro que campean, en general, en todo el escenario de la economía.
CÓMO VISIBILIZAR LA INFORMALIDAD
—¿Cómo se aborda el trabajo informal, que es difícil de cuantificar?
—La medición se realiza en el marco de la Encuesta Permanente de Hogares, que se hace en forma trimestral. El Indec empezó a publicar sus primeros índices y esperemos que se normalice porque arroja una serie de datos importantes. No obstante, es cierto que se van captando estas situaciones, por ejemplo, por vía del municipio o Desarrollo Social. También es un tema que, más allá de la cuestión coyuntural, merece el abordaje de la provincia. Tenemos un memorándum de entendimiento con la Organización Internacional del Trabajo y uno de los puntos que plantea se comparece con la resolución del año 2014 que es propender al tránsito de la economía informal hacia su normalización. Se proponen ámbitos tripartitos de trabajo, donde el Estado, más allá de la inspección, aliente a promover políticas que tiendan a formalizar la economía. Por otra parte, la OIT impulsa una mirada amplia sobre todo el fenómeno laboral, de manera que sea tenida en cuenta toda la cadena de producción. Algunas actividades, como la construcción, pueden ser rentables en un extremo pero a lo largo de la cadena vemos que hay sectores que hacen ladrillos a mano, sin protección y en la más amplia informalidad. En una tienda, a lo mejor, los empleados están registrados pero en todo el proceso puede haber trabajo informal. Los procesos son lentos, pero cuando se tiene un horizonte, hay que ir avanzando día a día hacia esa meta.

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