martes, 9 de agosto de 2016

Este lunes por la noche Un gran susto en Guadalupe

Un delincuente se metió en una propiedad donde se estaba celebrando una reunión familiar. Fue descubierto y terminó siendo detenido.

Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com

“Fue un episodio que nos amargó a todos la noche”, resume Mónica al recordar lo sucedido anoche en su vivienda de barrio Guadalupe.

La secuencia se desarrolló cerca de las 22, en un inmueble de Patricio Cullen al 7700, donde un grupo de amigos disfrutaban de una cena.

“Eramos unas seis personas en total, entre las que había dos criaturas”, comentó Mónica en diálogo con El Litoral.

La secuencia se inició cuando un hijo de la nombrada salió para comprar unas cervezas, y al regresar advirtió que un sujeto estaba parado frente a su casa de manera sospechosa.

Atento a esta situación el joven se detuvo unos pasos. Fue entonces cuando pudo ver que el desconocido abrió el portón y se ganó en el patio de la propiedad.

Ahora sí, el dueño de casa apuró los pasos y sorprendió al sujeto, el que ya se encontraba dentro un vehículo estacionado en la cochera.

En una arriesgada jugada, el joven se trabó en lucha con el delincuente. Por suerte, el alboroto fue escuchado por las otras personas de la casa que salieron y se sumaron a la refriega.

“Entre mi hijo y mi yerno pudieron reducir al ladrón. Mientras los demás llamamos por teléfono a la policía que, debo decir, llegó muy rápido”, agregó Mónica.

En efecto, a los pocos minutos llegaron al lugar agentes de la Policía Comunitaria, del Comando Radioeléctrico y de la seccional 8ª (que intervino por jurisdicción).

Linternas y escopetas

Los efectivos tomaron el control de la situación y le colocaron las esposas al intruso. No obstante, la incertidumbre se había apoderado del lugar, por cuanto no se sabía si el malviviente estaba solo o acompañado.

En virtud de este detalle, los agentes requisaron las viviendas linderas. Alumbrándose con linternas y empuñando sus escopetas, los policías recorrieron la cuadra ante los aterrados vecinos.

Una vez que se aseguraron que no había otros delincuentes, el apresado fue subido a bordo del móvil de la Comunitaria y trasladado hasta la comisaría 8ª.

El detenido resultó ser un hombre de 34 años que, según se supo, reside no demasiado lejos del lugar del hecho, en Guadalupe Oeste.

“Tenemos miedo”

“Por suerte no pasó nada grave, pero esto fue un episodio que nos amargó a todos la noche. Y ahora tenemos miedo que regresen. Es todo muy lamentable”, se quejó Mónica resignada.
“No podemos seguir viviendo así, en este estado. Fijate que estábamos en una reunión en familia y ahora nos vemos rodeados de policías. Es una locura”, contó.

“En esta zona, por Patricio Cullen, entre Pavón y Ayacucho, estamos cansados de escuchar gritos de gente que está siendo robada en la calle. A las mujeres, les sacan las carteras, las revuelcan por el suelo, es increíble la cantidad de robos que se dan siempre”, agregó.

Respecto a cómo siguen los días Mónica precisó que “de aquí en más tendremos que tener las puertas cerradas con trabas; dejar los perros afuera, activar las alarmas antes. Nos obligan a vivir en una actitud defensiva. Es horrible, pero tendremos que vivir así”, sentenció.

Zona roja

En sintonía con este hecho varios fueron los mensajes que llegaron al Whatsapp del diario El Litoral (342 630-5344). Vecinos de Gral Paz al 7700 indicaron su preocupación por los retirados robos que ocurren en casas de familia. También la zona lindera a la Basílica de Guadalupe y la plaza del folclore fue señalada como un lugar donde se observan numerosos asaltos y arrebatos callejeros.

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