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domingo, 28 de agosto de 2016

En los últimos 13 meses se vendieron 1.722 armas

Informatizados. Los datos los brindó la Secretaría de Control por medio del Sistema Informático Municipal. Del total, el 36,2% corresponde a armas de corto calibre y el resto se divide entre escopetas y carabinas

por Romina Elizalde / relizalde@uno.com.ar


Estricto. Es el registro que llevan a cabo todas las semanas desde la Secretaría de Control.UNO de Santa Fe/Juan M. Baialardo


El año pasado la Municipalidad puso en marcha el Sistema de Control Informático con el objetivo de contabilizar el número de armas y municiones que se comercializaba en la ciudad.
La medida surgió en un contexto donde la violencia era la principal protagonista y los hechos que involucraban armas de fuego iban en ascenso. Desde el Concejo se procedió a la sanción de la ordenanza Nº 12.146, que regula la habilitación y funcionamiento de comercios de armas, municiones y materiales controlados.
La norma se complementa con los operativos que realiza la Secretaría de Control en los locales habilitados para tal fin.
En esa línea, desde esa área confirmaron que en los últimos trece meses, el Sistema Informático Municipal contabilizó un total de 1.722 armas vendidas en la ciudad. La cifra engloba a las diez armerías registradas en el ejido de la ciudad. En tanto que en existencia hay un total de 990 armas en la totalidad de los comercios.
Al momento de llevar a cabo la clasificación en torno al número de elementos vendidos, el secretario de Control Ramiro Dall'Aglio destacó que de las 1.722 armas, el 36,2% (624) corresponde a pistolas, en tanto el 28,7% (495) son escopetas.
En relación a la municiones, se vendió un total de 1.226.163 en 6.492 operaciones.
El mes que más se vendió fue octubre del año pasado, cuando se comercializaron 155.000 municiones, mientras que en julio de este año se vendieron alrededor de 90.000.
"Hay que tener en cuenta que desde abril a junio (de 2015) tuvo lugar la prohibición de venta de armas y municiones", recordó el secretario de Control Municipal.
Del total de las municiones comercializadas, el 50,4% (617.986) fueron balas. De estas, el 64% (396.920) se corresponde con el calibre 22; en tanto el 22% (134.350) son calibre 9 mm. La comercialización de cartuchos es de un 49,6% (608.177). El sistema municipal lleva un registro de usuarios, el cual asciende a un total de 2.719 personas habilitadas para adquirir tanto armas como municiones. De estos, el 41% (1.102) son de la ciudad de Santa Fe y el 59% (1.597), del interior.
Del total de usuarios, 2.120 son de la provincia (el 78%), en tanto que 599 (el 22%) son de afuera.
En los trece meses, el 91,5% de los legítimos usuarios (2.488) compró menos de mil municiones.

Metodología de control
"Nosotros lo que hacemos todas las semanas es verificar una armería distinta, en las que se hace un arqueo sobre la mercadería", explicó Dall'Aglio. Esta operación se realiza con una copia del registro actual de armas y municiones.
En el procedimiento se contabiliza el número de armas y municiones, el cual tiene que coincidir con ese registro. En el último chequeo que la Secretaría de Control realizó, en uno de los locales la información no coincidió, dado que no se había llevado a cabo la inscripción de la venta en el sistema. Ante esto se procedió a la clausura del comercio. "Nosotros inmediatamente al detectar una falla entre el sistema, que tiene que ser cargado on line, y la cantidad que tiene que coincidir con lo que hay en existencia en el local, además de infraccionar también clausuramos", explicó el funcionario.
Desde el 2015, en el radio de la ciudad se registra un total de diez locales habilitados para la venta de armas y municiones.
En ese sentido, Dall'Aglio destacó el hecho de que pocas actividades comerciales se rigen mediante una ordenanza específica de habilitación, las armerías son una de ellas, con lo cual deben cumplir con requisitos especiales. "Nosotros controlamos la existencia de armas y municiones, así como también otros aspectos que pueden haber variado desde su habilitación", sostuvo el consultado.

Desde la sanción de la ordenanza Nº 12.146 al día de la fecha, salvo un caso que se registró hace dos semanas (ver "Clausura") , desde la Secretaría de Control no se observó ninguna cuestión plausible de sanción. En cambio, aclaró Dall'Aglio, se suscitaron aspectos que en la ordenanza no estaban contemplados, por lo que se optó por consultar al Renar.

Ante la imposibilidad de comparar las estadísticas generadas en los últimos trece meses con otros registros, desde el municipio consideraron que el número de elementos comercializados se mantiene estable. "Lo cual nos hace entender que los legítimos usuarios tienen un promedio de 1.000 municiones a lo largo de este período", analizó el secretario de Control Municipal.

Los controles, que son de carácter semanal, continuarán realizándose como hasta el momento por tratarse de una prioridad que el mismo intendente José Corral solicitó al área de control: colaborar con todos los aspectos relacionados con la seguridad pública teniendo un control estricto de las armerías.

"Desde la implementación de la ordenanza en el control, se ha venido cumpliendo con todos los requisitos", especificó Dall'Aglio.

Al respecto explicó que a raíz del decreto de la emergencia, en el ejido urbano figuraban unas 14 armerías en el sistema de Renar, de las cuales una fue clausurada por el municipio, y otras tres no existían.

"Hoy la actividad está regulada y controlada –manifestó el secretario de Control–. Chequeamos con otros lugares y es el único donde el municipio tiene un sistema de control tan estricto".



Proceso engorroso
Desde las armerías consultadas aseguraron que el proceso que exige el municipio, si bien es necesario para mantener la seguridad, les provoca una importante pérdida de tiempo, ya que este tiene la misma cantidad de pasos que el que deben tramitar para el Renar.

"A nosotros no nos afecta en nada, más que en el tiempo. Lo hacemos porque es nuestro deber lo que ellos disponen, no nos implica nada más que una pérdida de tiempo", sostuvo Leonel Rego, empleado de la firma El Rafa.

Por otro lado, Nicolás, del local La Escondida, coincidió con su colega al asegurar que es un doble trabajo. "Si para ellos les sirve para controlar mejor las cosas y ayuda a la seguridad, está bien, pero a nosotros nos genera un trabajo muy grande", aclaró.

En relación a los pedidos de lo clientes, Rego manifestó que las personas que acuden al local donde trabaja lo hacen en búsqueda de armas de caza. "Ni siquiera se venden escopetas para caza –explicó el consultado–; ahora están todos enfocados a la caza mayor". En tanto los que se acercan para adquirir armas cortas o de bajo calibre, son todos tiradores profesionales que disfrutan de la práctica deportiva. "Después hay muchas consultas de gente que busca comprar un arma, pero de ahí a que se llegue a efectivizar la venta es un largo camino".

La tendencia se repite en el otro local, en donde los números arrojan que el 33% de los clientes opta por las armas grandes destinadas a la caza. "Están aquellos que las compran por seguridad para tenerlas en la casa –explicó el vendedor–; en ese segmento tenés un 33%. Después están aquellos que lo hacen para actividad de tiro práctico, que acuden al Tiro Federal y practican; ese es otro 30%".

Para poder acceder a comprar un arma la persona debe tener la credencial de legítimo usuario, que es un carné que habilita a tener, usar y transportar armas debidamente registradas por el plazo de cinco años.

El transporte implica que el arma no puede estar preparada para su uso, las balas tienen que ir en otro lugar y si es una pistola, el cargador tiene que estar fuera sin balas, para evitar hechos que lamentar.

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