lunes, 11 de julio de 2016

Una tendencia comercial que se profundiza Furor de compras online: llegan a Aduana 2.500 productos diarios

A la oficina de la Aduana local llega un promedio de 50 sacos de correo por día, con 50 productos importados cada uno, lo que representa un movimiento de 125.000 dólares diarios, aproximadamente.
Los santafesinos compran de todo en los portales web de venta del exterior: desde celulares y repuestos informáticos hasta televisores, bicicletas e incluso un vestido de novia. Los trámites pueden ser “engorrosos”.
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Foto:Periodismo Ciudadano
Desborde. La cantidad de sacos que recibe la oficina de Correo Argentino en la Aduana local superó el depósito y una segunda sala destinada a su almacenamiento: hoy se acumulan en los pasillos linderos al hall.

Florencia Arri
farri@ellitoral.com

Por el furor de las compras online, llegan a la Aduana local un promedio de 50 sacos de correo diarios con 50 productos importados cada uno, un total de 2.500 por día. Son compras realizadas en portales de venta on line, en su gran mayoría con origen en China y Estados Unidos. Fuentes del correo estimaron que el monto promedio de compra ronda los 50 dólares, un cálculo que se convierte en compras por 125.000 dólares que se entregan por día sólo en las oficinas de Santa Fe. El pico se produjo la semana pasada, cuando llegaron a la oficina 123 sacos en un solo día.

Ante la consulta, en forma oficial, las autoridades locales de Correo Argentino dijeron desconocer la cantidad de sacos que reciben por día en su propia oficina. En la administración local de Aduana, la única respuesta fue el silencio. Pero la evidencia se exhibe muda, a la vista de todos: las bolsas se acumulan en los pasillos linderos al hall, la gente hace cola en la Aduana y por “lo bajo” —en off the record— se reconoce el movimiento de bolsas que hoy publica El Litoral.

Los bultos colapsaron el depósito del correo en el edificio de la Aduana, que cedió un salón que también resultó chico. Y es sólo una parte: las compras que llegan como “envío simple” y no superan los 25 dólares se reciben en domicilio (lo que implica que el monto diario de compras on line es aún mayor que la estimación de 125.000 dólares diarios).

Entre papeles

En la Aduana de Santa Fe, en Rivadavia 2622, cada mañana la postal es idéntica: una hilera se extiende desde la ventanilla del correo hasta la puerta, con un promedio constante de 20 personas que esperan en silencio en el hall. El único sonido es el murmullo de quienes verifican entre sí los papeles a presentar e intercambian datos. Todos buscan retirar la compra que hicieron por Internet, en el exterior: desde un vestido de novia hasta una bicicleta, pasando por televisores, celulares, repuestos electrónicos, botines y todo lo que el deseo impulse a hacer “click” con el dedo.

En el señorial edificio, dos realidades conviven a uno y otro lado de la ventanilla. En el pasillo, la ansiedad de los compradores por obtener el paquete con sabor a logro, en una especie de reconversión moderna y devaluada de aquella vieja alegría de recibir al cartero. Detrás del vidrio, el cansancio de las únicas dos personas que atienden la ventanilla del Correo Argentino y reciben los papeles, buscan el paquete e incluso desaparecen de la vista para hallar el saco donde está el envío con evidentes signos de desborde. El viernes pasado, en el depósito del Correo en Aduana, quedaban 70 sacos sin abrir.

Para ahorrar tiempo, los trámites se exponen con explicativos en las ventanillas del correo. El proceso comienza con la llegada de un aviso al domicilio que informa que la mercadería se encuentra en el correo. Más de uno, sin embargo, no alcanza a completar los trámites en una mañana, ya que para retirarlo hay que realizar gestiones en la Afip que son diferentes si la compra supera, o no, los 25 dólares. A pesar de la alta demanda, la atención es ágil y el trámite no lleva más de media hora.

Desde un vestido a un televisor

En la fila, las historias se adivinan en los rostros. En zapatillas, Marcos Depetris y su novia Tatiana esperaban para retirar un teléfono chino. “Es la segunda compra que hago, pero la anterior llegó por correo a casa al no superar los 25 dólares”, contó el veinteañero. En ambos casos, decidió comprar on line por la misma razón: “Como son productos que sólo se consiguen en Mercado Libre por el triple de precio esta vez decidimos comprarlos directamente a China nosotros solos”.

Lejos de la audacia juvenil, la señora Gabriela Meynet buscó binoculares para su papá en un portal de ventas chino. “No tengo idea cómo hizo, a mí me gustó el dibujo” se excusó Roberto, el papá. Las canas no escondían la sensación de aventura: padre e hija con papeles en mano y la ansiedad de dar al fin con el paquete. “Es la primera vez que lo hacemos, nos encontramos con un montón de requisitos de Afip que para quienes no tenemos experiencia son engorrosos... pero creo que hicimos todo bien”, contó Gabriela.

De pulóver bremer y corbata, José Alvarado retiró una caja pequeña en ventanilla. Dueño de una casa de fotografía, definió el contenido como repuestos. “Acá valen el triple y sólo se consiguen en Buenos Aires por alguien que los compra, como hice yo ahora por Internet —contó—. El precio terminó de decidirme: con impuestos y todo pagué menos de la mitad”.

Norberto Grossi manejó los 300 kilómetros que distan entre Santa Fe y Suardi para buscar el reel de pesca que compró su hijo Matías, de 19. “Le presté la tarjeta de crédito porque los amigos habían hecho otras compras y vimos que era más barato”, explicó.

En el extremo opuesto, Lorena Berro convenció a su hijo de comprar botines por Internet. La animó su propia experiencia: hace un mes compró su vestido de novia en un portal chino. “Mandé mis medidas y me lo hicieron perfecto, me salió 2 mil pesos con envío y todo cuando acá me salía más de 10.000”, destacó entusiasmada. Dijo que no le importó que su sueño blanco haya llegado en una bolsa de consorcio cerrada al vacío: “Es hermoso porque está todo bordado a mano, algo que acá era imposible”, se justificó.

Trámites

Para retirar su paquete, el titular de la encomienda debe contar con Cuil y Clave fiscal 2, que se puede tramitar en la dependencia de Afip local. El trámite se realiza en la página web de Afip, donde se debe completar el formulario F.4550 con los datos de la compra, se debe presentar declaración jurada y, si corresponde, generar un VEP para pagar los impuestos correspondientes en la página de Afip.
Una vez realizado el proceso fiscal de la compra realizada comienza la cola de espera en el Correo Argentino para retirar la mercadería: allí se debe abonar una tasa por almacenaje en función de la cantidad de días que permaneció la mercadería (diez pesos por día) y luego enfrentar a la Aduana, que puede retener la mercadería si hay una prohibición.

Restricciones

Hasta el momento, continúan vigentes las mismas restricciones que se impusieron a partir del cierre de las importaciones durante el gobierno de Cristina de Kirchner. Si exceden el monto de los U$S 25 hay que pagar el 50% sobre el excedente de acuerdo con el precio del producto comprado en el exterior. Se pueden comprar productos de hasta 25 kilos y de hasta U$S 999.

El servicio puerta a puerta que se anunció a comienzos de marzo como el fin de las limitaciones para comprar por Internet al exterior hasta el momento no se implementó.

Hasta el momento, continúan vigentes las mismas restricciones que se impusieron a partir del cierre de las importaciones durante el gobierno de Cristina de Kirchner. Si exceden el monto de los U$S 25 hay que pagar el 50% sobre el excedente de acuerdo con el precio del producto comprado en el exterior.

En la Aduana de Santa Fe, en Rivadavia 2622, cada mañana la postal es idéntica: una hilera se extiende desde la ventanilla del correo hasta la puerta, con un promedio constante de 20 personas que esperan en silencio en el hall. El único sonido es el murmullo de quienes verifican entre sí los papeles a presentar e intercambian datos.

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