Foto: Mauricio Garín / Archivo El Litoral
Lía Masjoan
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El “bestial” incremento de tarifas de los principales servicios que alimentan la vida de los clubes puso en jaque a las instituciones y en riesgo a la vital función social que tienen en la vida cotidiana de miles de vecinos de la ciudad.
El gas y la luz duplicaron y hasta cuadriplicaron su valor, dos insumos básicos para calentar el agua de las piletas climatizadas e iluminar las canchas donde se realizan deportes de noche.
“El aumento de la energía eléctrica fue bestial, al punto que tuvimos que hacer un convenio con la EPE porque era imposible pagarlo de una sola vez”, contó Santiago Benitez, vocal de la comisión directiva del Club Gimnasia y Esgrima de Ciudadela.
Esa institución ya había aumentado un 10 % la cuota societaria en el mes de enero. “Tenemos muchos empleados fijos, profesores y técnicos de todas las divisiones de los deportes que se practican aquí, a los que hay que pagarles el sueldo. Se nos está haciendo difícil eso, y el mantenimiento de las instalaciones, ni hablar”, agregó.
En el club de Ciudadela, que tiene unos 600 socios, el principal problema es la luz, por la iluminación de las canchas. Aunque ya no tienen pileta climatizada, el gas se usa mucho para mantener a buena temperatura los vestuarios.
“Con la cuota societaria no estamos llegando a cubrir los gastos y nos vemos en problemas para salir adelante”, resumió Benitez con preocupación.
En Regatas
En uno de los clubes más grandes y tradicionales de la ciudad, también hay problemas serios. Regatas tiene unos 3.000 socios y, por estos días, la comisión directiva analiza un incremento de la cuota. Es que de un año a otro pasaron de pagar 9.600 pesos de gas a 14 mil pesos (en los meses de invierno en que más se utiliza el insumo por las piletas climatizadas) y 15 mil pesos de luz a 27 mil, con un consumo similar en Kwats, casi el doble.
Roberto Civetti, capitán del club Regatas, dijo que a este panorama hay que sumarle el incremento salarial de los empleados. “Hacía muchos años que no vivíamos una situación así; tratamos de alquilar espacios del club para generar recursos extras y alivianar un poco las finanzas pero no es tan fácil”.
Gimnasia y Esgrima
Con 2.200 socios, en Gimnasia y Esgrima de calle 4 de Enero la realidad es la misma. “Los aumentos de la luz ya se veían aplicando desde hace varios meses, pero ahora le pegaron un golpe terrible al gas, no pensamos que iba a ser para tanto”, dijo Marcelo Sabatini, el gerente de club. Y aportó un dato: “Una factura normal que estaba en 10.000 pesos, hoy trepó a 40.000 pesos”.
Respecto a si han recibido algún apoyo estatal para afrontar estos incrementos, comentó que hubo alguna reunión en la Secretaría de Deportes de la provincia en la que se habló de “intentar enganchar a los clubes en la tarifa social, pero hay mucho desconcierto y nadie sabe bien qué hacer, ni siquiera Litoral Gas”, aseguró.
Consultado sobre si se puede pagar una factura con esos montos, Sabatini fue claro: “Poder se puede, pero aceptar una tarifa así es una condena para cualquier club, es una locura”. En este club, la cuota se reajusta dos veces todos los años, en marzo y en septiembre.
Y la reflexión final permite dimensionar el rol de los clubes en una sociedad: “No se puede tomar a un club como una empresa; son un eslabón más de la economía social, prestan un servicio social, deportivo y de contención y es una locura tenerlos en el mismo escalón que una empresa como se está haciendo ahora, por más crisis energética que haya”.
La situación en el sector es crítica. Los clubes reclaman apoyo urgente. O las comisiones directivas deberán tomar medidas drásticas.
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