COLISION - Así quedo uno de los móviles.
Un nuevo hecho de inseguridad causó gran conmoción en el barrio Empalme Graneros, cuando tres hombres armados asaltaron una casa de fletes y se llevaron una fuerte suma de dinero. En la huida, los delincuentes se tirotearon con efectivos policiales, dejando herida a una uniformada. A unas cuadras de allí, chocaron contra otro patrullero y otra mujer policía terminó con fuertes golpes.
Según detalló el periodista de Radio 2 Hernán Funes, este martes, tres hombres armados irrumpieron a bordo de una Fiat Fiorino en una casa de fletes ubicada en French y Fraga, en la zona noroeste de la ciudad, y se llevaron 150 mil pesos.
De acuerdo a lo que contó también el periodista Ever Arnoldo en De 12 a 14 (El Tres), los ladrones primero ingresaron a la casa del dueño del negocio, lo maniataron, lo amenazaron de muerte y lo obligaron a señalarles dónde tenía el dinero, que eran los ahorros de la familia de varios años.
Apenas salieron del negocio robado, se cruzaron con un móvil policial y se generó un intenso tiroteo. Los delincuentes pegaron tres impactos de bala en el patrullero, uno de los cuales hirió a una mujer policía, que fue derivada al Heca. La herida no sería de gravedad.
Los ladrones continuaron su carrera, mientras móviles del Comando Radioeléctrico eran avisados e iniciaban la persecución por la zona.
En el camino robaron un Renault 12, que luego fue hallado abandonado en Magallanes al 100. En tanto, la Fiorino fue encontrada en Gorriti y Larrea, sin ocupantes.
En Ecuador al 400 bis, un patrullero del Comando que perseguía a la Fiorino chocó contra un Peugeot 504. Una mujer policía resultó con heridas leves por golpes. Había un fuerte operativo policial en la zona para dar con los asaltantes.
Ariel, el dueño de la fletería que fue asaltada, contó a El Tres: "Vinieron dos hombres a las 10 de la mañana, me pidieron un precio por un flete y un teléfono; no les cerré la puerta por respeto y cuando volví para darles una tarjeta ya los tenía adentro".
"Me dieron un culatazo que me dejó mareado; me llevaron al dormitorio y me pedían la plata", detalló luego. Ariel cree que los delincuentes tenían datos concretos de la existencia de sus ahorros.
"Era una plata que teníamos ahorrada para solventar los gastos de los camiones y para darles a los clientes la posibilidad de pagarnos a 30 días. Ahora sonamos", concluyó con mucha tristeza.
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