Un caso que sacudió al país. El fiscal federal de Santa Fe confirmó, Walter Rodríguez, además, que la situación no fue llevada a la Justicia por la fuerza de seguridad.
El intercambio de balazos entre gendarmes demostró la falta de coordinación durante el operativo.
El fiscal federal de Santa Fe, Walter Rodríguez, quien solicitó las indagatorias de los hermanos Lanatta y de Víctor Schillaci, confirmó dos datos de seriedad en toda la saga posfuga que mantuvo en vilo al país: que en uno de los enfrentamientos los gendarmes se tirotearon entre ellos y que la situación no fue judicializada por la fuerza.
Al respecto, y pese a que la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich prometió enviarlo, el Ministerio de Seguridad santafesino no volvió a mencionar la carencia del minucioso informe que se haría con intervención de todas las partes intervinientes y que permitiría conocer qué realmente sucedió con la supuesta fuga de la cárcel de máxima seguridad y el errático raid que luego acometerían los detenidos por el triple crimen de General Rodríguez.
El ministro de Seguridad santafesino, Maximiliano Pullaro, recriminó públicamente tiempo atrás que Bullrich no hubiera enviado el mencionado informe sugiriendo que quizás no había sido siquiera elaborado.
El caso volvió en las últimas horas a ser noticia en todos los medios del país con las declaraciones del fiscal Rodríguez. No sólo ratificó que pidió la declaración indagatoria de los hermanos Lanatta y Schillaci por hechos ocurridos durante su paso por la provincia, mientras intentaban huir, sino que señaló que en uno de los enfrentamientos ocurridos en San Carlos, uno de los gendarmes resultó herido de arma de fuego por un colega, y no por los prófugos.
Esa verificación se hizo evidente en el "cuadro de situación que ha reconstruido la Fiscalía", dijo Rodríguez quien ha elevado un pedido de información en relación a cuántos y quienes fueron los integrantes de Gendarmería que actuaron en los procedimientos por esos días.
Sin embargo, el fiscal Rodríguez aseguró ayer que "no hay elementos que indiquen que se intentó facilitar la huida" de los Lanatta y Schillaci, sino que todo habría sido consecuencia de una confusión en el momento de los hechos. Esto es, que un efectivo de esa fuerza federal disparó a un vehículo de un par creyendo que allí se trasladaban los evadidos.
Los Lanatta y compañía habían camuflado una camioneta blanca durante su estadía en el microcentro de la capital provincial en la casa de un ingeniero a quien secuestraron en San Carlos y le terminarían robando el vehículo muy parecido a las de la fuerza de seguridad nacional.
En la ferretería de la cuadra siguiente en San Jéronimo al 2900, a la que fueron caminando y a cara descubierta, sobre la calle San Jerónimo, según se desprende de lo que la víctima contó entonces a la prensa, compraron materiales para camuflar la camioneta: plástico adhesivo verde del que cortaron letras y pegaron la leyenda Gendarmería y una líneas a los laterales.
Ahora bien, el camuflaje fue hecho luego de que raptaran al ingeniero. Un hipótesis, no clara todavía, sería que los gendarmes que se confunden y se disparan entre sí, se habrían enterado por radio del ardid de los prófugos cambiando de vehículo, lo que había sido denunciado por el profesional raptado una vez que los criminales emprendieran rumbo hacia la costa santafesina siguiendo la ruta 1.
En medio de los procedimientos para hallar a los prófugos, los gendarmes José María Valdez y Roberto Aníbal Encina los divisaron en una zona de pastizales en la localidad de San Carlos Centro y, al momento de proceder a la detención, Martín Lanatta comenzó a disparar contra el primero, a quien hirió en el brazo derecho.
Luego, y de acuerdo al expediente, los tres evadidos redujeron a los gendarmes y huyeron del lugar a bordo de una camioneta de Gendarmería.
En el escrito del fiscal se señala que "al momento de ser identificados por personal de la Gendarmería y valiéndose del armamento que disponían, los redujeron para sustraerle sus chalecos, armas reglamentarias y radios. También se apoderaron del vehículo".
Con relación a Martín Lanatta, el funcionario judicial precisó que "efectuó un disparo a Valdez, estando a una distancia de 15 metros y en el momento en el que éste desarmó su posición de tiro".
Según indicó el fiscal, ahora el juez debe resolver si da lugar o no a la solicitud de indagatoria. Además, los servicios penitenciarios serán quienes definan si están dadas las condiciones para que los tres presos sean trasladados a la ciudad de Santa Fe a declarar.
Rodríguez también solicitó el envío de las actuaciones a Gendarmería para que se establezca si corresponde iniciar actuaciones administrativas internas. También pidió que se informe los datos del personal que participó del procedimiento, a fin de identificar a quiénes desoyeron órdenes específicas, lo cual tuvo como resultado un enfrentamiento entre efectivos de la fuerza, por el que Walter Alejandro Aguirre resultó gravemente herido.
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