domingo, 6 de diciembre de 2015

EN BÚSQUEDA DE UNA NOCHE QUE NADIE QUERRÁ OLVIDAR

Esta noche, en un estadio que estará repleto, Patronaro, quiere revertir la serie y llegar después de 37 años a la elite del fútbol nacional.
/El Diario | 
EN BÚSQUEDA DE UNA NOCHE QUE NADIE QUERRÁ OLVIDAR
 En la vida todo es superación. Ser perfecto es muy difícil, pero buscar ser cada día un poco mejor es algo que intentamos todos. A veces hay que retroceder unos pasos para tomar envión y luego buscar seguir creciendo. Así es la existencia futbolística de Patronato a lo largo de su historia. El Santo creció, subió, cayó, tocó fondo, se levantó, saco la cabeza de lo más bajo, siguió subiendo, maduró, se preparó y hoy quiere quedar bien arriba.
El máximo referente del fútbol entrerriano, por historia, por su gente, por su infraestructura, quiere dar un gran salto y meterse en la elite del fútbol argentino.
Cuando surgió en los pasillos del seminario de la ciudad de Paraná, a principios de 1914, por el empuje de un cura emprendedor, como lo fue el padre Bartolomé Grella, la intención era poder formar una institución que contenga y que genere distracción a través de este deporte. El Negro nació siendo un club de barrio y de fútbol.
La iniciativa de Grella y de la gente que lo acompaño desde un principio lo llevó hasta lo más alto del fútbol local y a través de los años logró sumar el prestigio necesario para se el club más popular de la provincia de Entre Ríos. Hoy sus colores reinan entre los ríos.
GRAN MOMENTO. La última Decada, sin dudas la más gloriosa de la institución, ha estado emparentada con festejos, con batallas épicas y con la convivencia con el profesionalismo.
Hoy Patrón ocupa un lugar de privilegio en el fútbol Nacional. Sus simpatizantes disfrutan de verlo cada fin de semana floreándose por las canchas de la máxima categoría de ascenso, pero el Negro quiere más, nunca se conforma.
Patringa, el del Tiro Federal, el de barrio Villa Sarmiento, quiere meterse en el torneo de 30 equipos, quiere codearse con Boca Juniors, River Plate, San Lorenzo, Racing Club de Avellaneda, Independiente y todos los grandes animadores que tiene esta actividad en el país.
La capital entrerriana se vestirá de fiesta. Desde cada rincón de la provincia llegarán los hinchas para alentar a la divisa roja y negra. Desde todas las latitudes de la hermosa Entre Ríos llegaran corazones donde reina la ilusión de poder ser de Primera.
El estadio Presbítero Bartolomé Grella nunca sintió lo que sentirá esta noche, porque desde los cuatro laterales las almas de Patrón se harán sentir. El reducto de barrio Villa Sarmiento no tendrá lugares libres, en cada lugar habrá un hincha esperando revertir la historia. Una que nació trunca en Tandil, con un equipo que ganó sin merecerlo. Todos en positivo, sabiendo que hay que tener paciencia, para que los gladiadores vestidos de Rojinegro salgan a comerse al rival. Serán 90 minutos de tensión, de sacrificio, de trabajo arduo, de lucha y ojalá tras el final, sea una noche bien larga y de fiesta.
ÉPOCA DULCE. El hincha del Negro probó las mieles de la victoria en el 2008, cuando el 16 de Junio, con gol de Cristian Díaz vencía en la revancha de la final del Argentino B 1 a 0 a Central Córdoba de Santiago del Estero (habían igualado sin abrir el marcador en suelo santiagueño). Ese día el estadio Santo lució por primera vez en mucho tiempo colmado, con más de 20.000 personas presenciando el regreso al Argentino A.
La dulzura parecía acabarse, cuando Boca Unidos en la final del 2009 lo derrotaba por penales y posteriormente caía ante la Comisión de Actividades Infantiles en la promoción.
Pero no. El néctar del triunfo seguía rondando por el barrio y Patrón pudo ser nuevamente protagonista en el 2010. El 19 de Mayo de ese año el grito de “Campeón” volvió a inundar las calles de la ciudad. El conjunto entrerriano le ganaba 2 a 0 a Santamarina de Tandil (mismo rival de esta noche) en la revancha de la final del Argentino A (también había ganado en Buenos Aires, pero por 2 a 1) y llegaba pro primera vez en su historia a la Primera B Nacional.
Antes de lograr este gran paso. Patronato tuvo que dejar de lado un duro escollo, como lo fue Cipolletti de Río Negro en la semifinal. El conjunto del sur del país se impuso en su cancha por 3 a 1 y el resultado se repitió en Paraná, pero a favor del conjunto Santo. En los penales estaba el pasaje para Patringa, quien esa noche demostró que estaba para grandes cosas.
UNA DESILUSIÓN. Luego de varias temporadas en la B Nacional, la reestructuración del fútbol argentino le dio una gran chance el pasado torneo de Transición. Diez ascensos se disputaron entre 22 equipos. Estaba todo dado para que el Negro pueda ser de Primera. Pero no. El esfuerzo realizado para armar un equipo competido no sirvió demasiado, el elenco de Paraná nunca pudo hacer píe y la desilusión de la parcialidad fue muy dura.
La PÁGINA NUEVA. Pero Patronato fiel a su historia no se quedó. Y fue por la revancha. Sus fieles hinchas dijeron presente desde el primer partido de esta temporada y el equipo no les falló. Sumó 82 puntos luego de 42 fechas. Fue segundo de Atlético Tucumán, que se quedó con el único premio de la temporada regular, con tan solo tres puntos más. Le ganó en semifinales del Reducido a uno histórico equipo del fútbol nacional, como lo es Instituto de Córdoba y ahora en frente tiene a Santamarina de Tandil nuevamente. La misma institución a la que venció en el 2010.
Patrón hoy va en búsqueda de una noche que nadie querrá olvidar. Quiere revertir el 3 a 1 del partido de ida en suelo bonaerense. Tiene atributos futbolísticos para ilusionar. Tiene armas suficientes para revertir esta historia. Hoy sus jugadores se podrán convertir en héroes. La provincia sueña con ser de Primera y el Negro puede cumplir con esa ilusión. 

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