Adoptar una mascota provocará un gran cambio en tu rutina y en la de quienes viven con vos. Hay muchos factores, desde económicos hasta domésticos, que deberás tener en cuenta antes de que el animal esté instalado en tu casa. Por eso te recomendamos que te hagas las siguientes preguntas y veas si estás realmente lista para tamaña responsabilidad.
¿Tenés tiempo para dedicarle?
Antes de concretar tu deseo de adoptar un animal, una de las cosas más importantes que tenés que tener en cuenta es que deberás disponer de tiempo para dedicarle. Pasearlo, jugar con él, alimentarlo, llevarlo al veterinario , bañarlo, entre otras cosas. Son tareas que deberás hacer continuamente y te insumirán tiempo. Por lo tanto si tus horarios son muy ajustados o ya sabés que no podes pasar mucho tiempo en tu casa, quizás no sea el momento de tener a cargo una mascota.
Muchos perros terminan en refugios, porque sus dueños no previeron el tiempo que llevaría cuidarlos.
¿Estás en situación de tener gastos extras?
Sea cual sea el animal que elijas como compañero, es básico saber que necesitará ser alimentado, vacunado y controlado cada tanto. Desde ya, todo esto tendrá un costo que deberás afrontar, sumado a algún imprevisto que pueda surgir.
¿Tenés lugar en tu casa?
Si tu idea es adoptar un perro, deberás elegir uno que tenga un tamaño adecuado para vivir en el espacio que le vas a ofrecer. Elegir bien la raza también es fundamental, ya que cada una posee características propias y necesidades específicas (incluso los mestizos).
¿Estás segura que los animales no te generan ningún problema de salud?
Mucha gente no sabe que es alérgica a los perros, los gatos, los conejos y otros animales hasta que entra en contacto con ellos. Si no estás completamente segura que la presencia de la mascota en tu casa será inofensiva para tu salud, será mejor que hagas alguna prueba previa y veas cuál es tu reacción.
Por último y lo más importante, ¿Por qué querés adoptar una mascota?
No te olvides que los perros y gatos generalmente viven más de 10 años, por lo tanto si decidís adoptarlo solo porque está de moda, porque tus hijos te lo pidieron o porque creés que te ayudara a superar una crisis en tu vida, estás en el camino equivocado.
El deseo debe ser genuino, y surgir de vos misma, porque al fin y al cabo serás la responsable de que ese animal viva feliz y sano.
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