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jueves, 19 de febrero de 2015

ROSARIO La Justicia emplazó al Iapos para que compre una silla de ruedas

El beneficiario es Emiliano López Cicero, un chico de 18 años con atrofia espinal que la reclama desde hace cinco años. En una semana la obra social deberá cumplir. Emiliano junto a sus padres, estuvo ayer, en los pasillos de los Tribunales provinciales.
La Capital | 
La Justicia emplazó al Iapos para que compre una silla de ruedas

 Si el Iapos cumple con el plazo judicial que ayer le comunicó el juez civil y comercial Fabián Bellizia, antes del miércoles próximo Emiliano López Cicero accederá finalmente a la silla de ruedas motorizada que comenzó a reclamar administrativamente hace cinco años y desde el 2014 vía un recurso de amparo.
  El chico, de 18 años y a punto de ingresar como abanderado a su último curso en la secundaria, padece una atrofia muscular espinal tipo II que afecta progresivamente sus movimientos y es irreversible. Tan irreversible como la decisión familiar de pelearla todo lo que haga falta. Por eso ayer, acompañado por sus padres y su abogado, Cristian Giacobbe, el propio Emiliano participó de la audiencia de conciliación en el juzgado, donde el magistrado notificó al representante legal del Iapos que si esta vez no se responde al pedido, la obra social sufrirá automáticamente una sanción.
  En la misma resolución, el juez otorgó 30 días corridos para que el Instituto satisfaga los otros pedidos formulados para mejorar la calidad de vida de Emiliano: una cama ortopédica, rampas telescópicas y una computadora especial.
  Es que los López Cicero se hicieron obcecados de prepo. Tuvieron que recurrir a un primer amparo, por ejemplo, para que el chico fuera operado en el Hospital Garrahan y pudiera recibir una prótesis.
  Los trámites judiciales se sucedieron ante distintas necesidades que fueron apareciendo, pero sólo después de transitar por previas gestiones administrativas. Sólo por la silla, durante cinco años.
  No es que la obra social nunca haya entregado una, sino que la que le dio al chico, hace ya unos años, era endeble (“de lona y horrible”, la describió su papá) y no se adecuaba a sus necesidades, médicamente argumentadas. De hecho, la que Emiliano utiliza actualmente le fue donada por el pariente de un vecino que vive en Puerto Rico.
  A los reiterados planteos de los López Cicero, el Iapos opuso como respuesta que la silla requerida no estaba disponible y adujo que en sucesivas licitaciones tampoco aparecieron oferentes.
  Sin embargo, ayer el abogado aclaró que “se terminaron las excusas” porque una empresa cordobesa dispone de la silla de ruedas postural motorizada (valuada en medio millón de pesos) que necesita el adolescente.
  “Hasta Emiliano, que ingresó a la audiencia, me decía cuando salimos: «Cómo mienten»”, contó César, el papá, un docente que trabaja los tres turnos y encima maneja un taxi los fines de semana.
  Pero esta vez, tanto la familia como su representante confían en que se hará justicia.
     “El juez tuvo un desempeño excelente y mostró la mejor predisposición”, opinó Giacobbe y sostuvo que el letrado de Iapos que concurrió a la audiencia, Alcides Martínez, adelantó que la compra “ya está en trámite”.
  El abogado explicó que la decisión judicial supone no aceptar más dilaciones y aclara que para el miércoles la compra deberá estar hecha en “forma total”, es decir,  abonada completamente.
  La precisión obedece a que una vez que se decide adquirir ese instrumental, la silla tiene que ser adaptada. Y en ese proceso se suele adelantar la mitad del pago: en este caso, una semana será el plazo final. Y en 30 días corridos, deberá aparecer el resto de los elementos pedidos.
  En caso de incumplimiento, recordó Giacobbe, el juez aclaró que se impondrá un apercibimiento: una “astreinte automática”, es decir, una sanción pecuniaria por no respetar la orden judicial.

Recomendaciones. El padre de Emiliano sostuvo que durante la audiencia el juez exhortó a la obra social a ser “más ordenada” en sus cumplimientos y criticó las demoras que se producen por “burocracia” y “que a veces hacen perder un tiempo importante” en los tratamientos. Por eso, César expresó su confianza en que esta vez llegue la silla que ampliará la independencia y mejorará la calidad de vida de su hijo. Antes de que empiece el colegio donde, para orgullo de todos, recibió la bandera a fin de año.

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