Allí, unas 10 familias están en malas condiciones. No tienen cloacas ni desagües y la calle de tierra —sin ripio— es un solo manchón de barro. A pocos metros, un zanjón tapado por la mugre. Y más allá, un basural a cielo abierto.
Luciano Andreychuk
landreychuk@ellitoral.com
Don Oscar está blandiendo unos papeles ajados por el tiempo. Los muestra, enojado, mientras gambetea un charco: son dos resoluciones aprobadas por el Concejo y una carta presentada en 2008 al entonces intendente Mario Barletta, solicitándole una entrevista urgente para tratar los problemas del pasaje donde vive. Se ven garabateadas las firmas de los otros frentistas. “Todavía estamos esperando que venga”, ríe.
Es en el pasaje Fray Luis Beltrán, entre Pedro D. Colodrero y calle Córdoba, en Pro Adelanto Barranquitas, justo en el límite con Fomento 9 de Julio. Parece un recoveco olvidado de la ciudad, pese a que está a pocas cuadras de la transitada Facundo Zuviría. Son sólo unos 200 metros adonde viven 10 familias. Pero viven mal, o sobreviven, que no es lo mismo pero es igual.
La calle de tierra no tiene mejorado de ripio (con los 200 mm caídos en estos días, es un barrial). No hay cloacas ni desagües. A 30 metros, cruza un zanjón no entubado hasta más allá del Puente Negro, bordeado por la vía. Está lleno de basura, de podredumbre. Los yuyales altos completan el feo fresco urbano, o no: todavía a 100 metros más allá, hay un basural a cielo abierto. Huele a pestilencia, el calor no ayuda. Hay ratas. Y hay pibes jugando cerca.
Antecedentes
Dos resoluciones aprobadas por el Concejo requerían acciones para mejorar ese sector. Una es la Nº 12.097 (del 9 de agosto de 2007) en la que se dispone que el Ejecutivo realice “estudios de factibilidad técnica y económica para la ejecución de obras en el pasaje Fray Luis Beltrán, entre Córdoba y Pedro Díaz Colodrero (vecinal Pro Adelanto Barranquitas)”.
Las obras detalladas son desmalezamiento y limpieza de espacios verdes linderos a las vías del FF.CC. Belgrano, cordón cuneta, carpeta asfáltica, iluminación entre Córdoba hasta Luciano Torrent, limpieza y desobstrucción del zanjón a cielo abierto.
La otra es la resolución N° 12.018 (22 de mayo de 2008) que dispone otra vez estudios de factibilidad para las mismas obras. “De resultar favorables los estudios, el Ejecutivo procederá a la ejecución de la obra”, dicen ambas. También hay una nota firmada por los vecinos del pasaje (del 17 de junio de 2008) presentada al ex intendente Mario Barletta. “Solicitamos a usted en forma urgente una entrevista personal para cumplir (las obras detalladas en) ambas resoluciones”, dice. Se pedía también la desrratización del lugar.
“¿Sabé’ lo que pasa, hermano? Que yo pago 1.500 pesos por año de TGI, y los otros frentistas algo similar. Y no hay derecho a vivir así. No hay derecho”, se lamenta a El Litoral Oscar Ismael Julio. “No hay desagües y no tiene mejorado de ripio. Cuando llueve, no podemos salir de nuestras casas a trabajar, ni a la despensa siquiera”, se queja otro vecino, Raúl Almitrani. Lo acompaña su hija, Marcela, otra frentista.
El zanjón, desde Córdoba hacia el Puente Negro, no está entubado. A cielo abierto es una franja oscura de agua podrida y de basura. Lo que preocupa también es el minibasural a cielo abierto que está muy cerca de allí, como un potencial foco infeccioso y un peligro la salud de los vecinos. Y los yuyos, donde se esconden al acecho las alimañas. “Nunca tuvimos respuesta del Municipio. No hay derecho a vivir así”, repite Julio. Y se va, ofuscado, esquivando el lodazal con pequeños saltitos.
landreychuk@ellitoral.com
Don Oscar está blandiendo unos papeles ajados por el tiempo. Los muestra, enojado, mientras gambetea un charco: son dos resoluciones aprobadas por el Concejo y una carta presentada en 2008 al entonces intendente Mario Barletta, solicitándole una entrevista urgente para tratar los problemas del pasaje donde vive. Se ven garabateadas las firmas de los otros frentistas. “Todavía estamos esperando que venga”, ríe.
Es en el pasaje Fray Luis Beltrán, entre Pedro D. Colodrero y calle Córdoba, en Pro Adelanto Barranquitas, justo en el límite con Fomento 9 de Julio. Parece un recoveco olvidado de la ciudad, pese a que está a pocas cuadras de la transitada Facundo Zuviría. Son sólo unos 200 metros adonde viven 10 familias. Pero viven mal, o sobreviven, que no es lo mismo pero es igual.
La calle de tierra no tiene mejorado de ripio (con los 200 mm caídos en estos días, es un barrial). No hay cloacas ni desagües. A 30 metros, cruza un zanjón no entubado hasta más allá del Puente Negro, bordeado por la vía. Está lleno de basura, de podredumbre. Los yuyales altos completan el feo fresco urbano, o no: todavía a 100 metros más allá, hay un basural a cielo abierto. Huele a pestilencia, el calor no ayuda. Hay ratas. Y hay pibes jugando cerca.
Antecedentes
Dos resoluciones aprobadas por el Concejo requerían acciones para mejorar ese sector. Una es la Nº 12.097 (del 9 de agosto de 2007) en la que se dispone que el Ejecutivo realice “estudios de factibilidad técnica y económica para la ejecución de obras en el pasaje Fray Luis Beltrán, entre Córdoba y Pedro Díaz Colodrero (vecinal Pro Adelanto Barranquitas)”.
Las obras detalladas son desmalezamiento y limpieza de espacios verdes linderos a las vías del FF.CC. Belgrano, cordón cuneta, carpeta asfáltica, iluminación entre Córdoba hasta Luciano Torrent, limpieza y desobstrucción del zanjón a cielo abierto.
La otra es la resolución N° 12.018 (22 de mayo de 2008) que dispone otra vez estudios de factibilidad para las mismas obras. “De resultar favorables los estudios, el Ejecutivo procederá a la ejecución de la obra”, dicen ambas. También hay una nota firmada por los vecinos del pasaje (del 17 de junio de 2008) presentada al ex intendente Mario Barletta. “Solicitamos a usted en forma urgente una entrevista personal para cumplir (las obras detalladas en) ambas resoluciones”, dice. Se pedía también la desrratización del lugar.
“¿Sabé’ lo que pasa, hermano? Que yo pago 1.500 pesos por año de TGI, y los otros frentistas algo similar. Y no hay derecho a vivir así. No hay derecho”, se lamenta a El Litoral Oscar Ismael Julio. “No hay desagües y no tiene mejorado de ripio. Cuando llueve, no podemos salir de nuestras casas a trabajar, ni a la despensa siquiera”, se queja otro vecino, Raúl Almitrani. Lo acompaña su hija, Marcela, otra frentista.
El zanjón, desde Córdoba hacia el Puente Negro, no está entubado. A cielo abierto es una franja oscura de agua podrida y de basura. Lo que preocupa también es el minibasural a cielo abierto que está muy cerca de allí, como un potencial foco infeccioso y un peligro la salud de los vecinos. Y los yuyos, donde se esconden al acecho las alimañas. “Nunca tuvimos respuesta del Municipio. No hay derecho a vivir así”, repite Julio. Y se va, ofuscado, esquivando el lodazal con pequeños saltitos.
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