El presidente Guillermo Lorente analizó el 2014 que está a punto de culminar en un extenso diálogo con Ovación. Y abordó todos los temas de la coyuntura del club.
La Capital |
El presidente Guillermo Lorente analizó el 2014 que está a punto de culminar en un extenso diálogo con Ovación. El mandamás de Newell’s abordó todos los temas de la coyuntura del club del Parque. No tiene ninguna duda de que “Américo Gallego tiene las condiciones indiscutidas para ser el DT de Newell’s” y encarar el nuevo proceso futbolístico rojinegro. Admitió que no haber ganado el clásico es la “cuenta pendiente de su gestión”. Valoró que el club del Parque está “muy bien visto en la AFA y que tiene injerencia y participación en muchísimos temas importantes”. Aclaró que “en cuatro años el club puede estar totalmente saneado desde lo económico”. Por estatuto no podrá presentarse a una nueva reelección, por lo que en los dos años que le restan al frente de la institución, planteó que “la intención es mantener la estructura de trabajo y sabemos cualquier título que logremos en lo deportivo levantará la gestión y también las posibilidades de crecer en el futuro”. Lorente dijo lo suyo y no se guardó nada.
—¿Por qué fueron a buscar a Américo Gallego?
—Desde el primer momento que llegamos al club siempre se mencionó el nombre de Gallego como posibilidad. Tiene todos los antecedentes de lo que buscamos: es un ex jugador, una persona que conoce muy bien al club, que salió campeón como técnico y que ya lo dirigió a Ignacio Scocco. Siguiendo la tradición de apostar por técnicos de las inferiores tuvimos dos experiencias (Berti y Raggio), que si bien en el promedio general de cosecha de puntos no fueron campañas malas, quedó toda una sensación de que no terminaron de convencer. Por ejemplo, en el último partido de este año, teníamos la posibilidad de clasificar a la Copa Sudamericana y en un trámite increíble la pelota no entró contra Lanús y quedamos afuera. Tampoco anduvimos bien en la Copa Argentina. Más allá de todo esto, algunos partidos antes del final del torneo acordamos con el cuerpo técnico de Raggio que a fin de año se cambiaba de técnico. Esto no fue sorpresivo. Había decisiones que estaban tomadas y lo aclaramos en la conferencia de prensa que dimos con Gustavo. Respecto a la elección de Gallego tiene que ver con la fortaleza que transmite un técnico que conoce muy bien el club.
—En 2014 estuvieron Berti y Raggio, ¿creés que a ellos les jugó en contra haber tenido que suceder el ciclo exitoso de Martino?
—El bajón es natural. Creo que aún si hubiera seguido el Tata el bajón se hubiera dado. No hay equipos campeones eternos y esto se ve todos los días. Se llegó a practicar un fútbol que se hizo famoso. Pero también había otro plantel de jugadores. Estaban Guzmán, Vergini y Heinze. Todo coincidió en un momento determinado. Se dio un equipo campeón que parecía indestructible. Después es lógica una merma en el rendimiento. La apuesta de hoy de Gallego obedece a que es un hombre reconocido en el club y un tipo que tiene condiciones indiscutidas para ser el director técnico y viene con un cuerpo técnico interesante.
—El Tolo tiene su carácter, ¿cómo imaginás la convivencia del DT con la comisión?
—Por las charlas que tuvimos es lo habitual en lo que respecta a nuestra injerencia en los cuerpos técnicos. Como comisión directiva nunca fuimos de meternos en los vestuarios. Lo vamos a acompañar como a todos los entrenadores.
—Bernardi volvió a Newell’s cuando asumieron ustedes, fue el símbolo del equipo en los últimos años, ¿cómo imaginás lo que viene sin él?
—Fue raro el día de la despedida. Fue muy emocionante. Nosotros estamos acostumbrados a que los jugadores vuelvan, no a que se retiren. Y este año tuvimos las despedidas de Heinze y Bernardi. Dejaron un ejemplo de lo que fue un momento histórico en Newell’s. Nunca dejará de valorarse lo de Lucas en cuanto a cómo volvió, para qué volvió. Parecía que Lucas volvía para calzarse la camiseta los últimos seis meses de su carrera y estuvo seis años. Fue el capitán de un equipo campeón.
—Maxi sigue haciendo goles, ¿en algún momento pensaste que podría irse ante alguna oferta jugosa?
—Siempre tuve la seguridad de que Maxi se iba a quedar. Eso es muy bueno. Sirve como modelo importante para todos los demás que están afuera y quieren volver al club. Ahora salió goleador y eso pinta de cuerpo entero que está en plenitud.
—¿Qué opinás del torneo irregular que tuvo Scocco?
—Volvió con la cabeza puesta en que tenía que ser exactamente el triunfador del último título y ese fue un momento único. Ahora está descansando y esto le hará bien. Con una buena pretemporada puede tener un año tan explosivo como aquel que tuvo con el Tata. Puso tanto énfasis en estar bien que tal vez se terminaba exigiendo y lesionando para jugar.
—¿A qué se debe el cambio de médico?
—El nuevo cuerpo técnico pidió incorporar un médico de campo y era entendible y razonable. Quedó el doctor Fernando Bacci a cargo de toda la parte médica de los planteles de Newell’s. Todo se acomodó para que el día 5 de enero, cuando vuelvan los jugadores de las vacaciones, esté todo como corresponde en la parte médica. Particularmente para con el COT y los doctores Gabriel Martínez Lotti y Juan Ignacio Bóttoli, no tengo más que palabras de agradecimiento porque iniciaron el proyecto junto a nosotros.
—Treinta equipos y torneo anual, ¿cómo ves esta iniciativa como presidente de Newell’s?
—No es el torneo adecuado. Lo planteamos en su momento cuando estaba en vida el presidente de AFA (Julio Grondona). No es el torneo que correspondía. No coincide con los mercados de pases internacionales. Y ningún club del país puede rechazar ofertas de Europa. Esto fue lo que Julio (Grondona) contrató con Fútbol para Todos y ya no se podía cambiar. Se pactó este torneo de un año y luego empezarán las transiciones hasta que en 3 o 4 años se vuelva a un número razonable de 22 o 20 equipos.
—Se jugaron dos clásicos en 2014 y los catalogaste como la deuda pendiente de tu gestión.
—Sufrimos muchísimo las derrotas en los clásicos. Si analizo qué me falta como presidente de Newell’s en los últimos seis años es no haber ganado el clásico, aunque fuimos campeones y jugamos Copa Libertadores. En todos los niveles tuvimos logros importantísimos. Ser presidente de un club que sale campeón es muy fuerte. Jugar la Libertadores es emocionante. Por eso digo que la deuda pendiente sin duda es ganar el clásico. También está la obligación de tener el plantel competitivo, de seguir peleando torneos, de jugar copas internacionales y la intención de jugar y tratar de ganar la Copa Argentina. Hay muchas cosas para plantearse como objetivos.
—¿Cómo tomaste las banderas luego del clásico que fueron agresivas hacia los jugadores?
—Claro que eso duele. Pero son como excesos democráticos. Jamás en la vida hicimos nada contra ninguna manifestación de la gente. Han insultados 50 o 60 personas a los jugadores y a la comisión frente al palco y jamás nadie fue molestado. Es lógico que cuando algo no funciona la gente se la agarre con la cara visible que es el presidente del club. Los jugadores se enojaron mucho por las banderas, pero entendieron que en los momentos malos hay que soportar que la gente se manifieste. No estoy de acuerdo con lo que pasó, pero son los gajes de la democracia.
—Cuando asumiste hace seis años dijiste que Newell’s parecía Kosovo, ¿ahora cómo está el club?
—Está ordenado. Institucionalmente está en un momento bárbaro. Está avalado por la ley de salvataje de entidades deportivas. A nosotros nos da una gran tranquilidad estar con la mirada judicial permanente porque está la obligación de ordenar todo. En la AFA estamos muy bien vistos y tenemos injerencia y participación en muchísimos temas importantes. La generación de confianza que dio esta gestión hizo que en su momento vuelva el Tata Martino, que los jugadores quieran regresar al club y que Bielsa nos dé una gran mano. Son cosas que suceden cuando hay una base institucional que transmite confiabilidad.
—¿Qué objetivo te queda por cumplir?
—Conseguir el título propietario del complejo Malvinas y que el predio de Ricardone sea escriturado como propiedad de Newell’s. Además queremos cerrar el acuerdo con la Municipalidad y con la Provincia en lo que tiene que ver con los temas vinculados a los tiempos de las concesiones. Además en el 2015 vamos a terminar el hotel de Bella Vista y queremos que esté Marcelo Bielsa para ese momento. En dos años termina mi mandato y estatutariamente no hay posibilidad de reelección. Así que son dos años para mantener la estructura y cualquier título que logremos en lo deportivo levantará la gestión y las posibilidades de crecer en el futuro.
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