domingo, 26 de octubre de 2014

SANTA FE: La ilusión de la casa propia, boicoteada por la inseguridad

Cerca de 40 familias que están construyendo sus viviendas en Nueva Esperanza son constantemente blanco de robos. Piden que “al menos” les conecten la luz.
Diario UNO | 
Las obras en construcción siguen siendo el blanco de los hechos delictivos. En marzo de este año se reflejó la historia de Ana Lis Pastorini, quien debió soportar constantes robos a su vivienda en etapa de construcción en el barrio La Esmeralda. La situación parece repetirse en otros barrios y en pluralidad de víctimas. Tal es el caso de las más de 40 familias que están construyendo en Nueva Esperanza y que están sufriendo un boicot al sueño de la casa propia.
Y es que los robos de materiales y herramientas de los albañiles que allí trabajan son constantes en la zona, en tanto los vecinos aseguran sentirse “cansados” y decidieron alzar su voz para pedir respuestas. “Sabemos que el municipio puso buena predisposición al ceder estos terrenos del Plan Mi Tierra Mi Casa para los beneficiarios de Procrear (Programa Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única Familiar) que no encontrábamos un loteo accesible en la ciudad. Pero nosotros ya pagamos lo que correspondía (100 mil pesos en efectivo) y al momento de la escrituración nos prometieron que el servicio de luz ya estaría, cosa que sería de gran ayuda para detener mínimamente el accionar de los delincuentes”, dijo a Diario UNO, Mariela, una de las vecinas.
Al tiempo que agregó: “Las farolas que se ven colocadas ahora (en Sarmiento y Necochea desde Gorriti y hasta Piedrabuena) aún no funcionan, porque la empresa que tenía la concesión las colocó pero no hizo el cableado, entonces por la noche esto queda desierto y es más fácil entonces poder delinquir”.
En ese contexto, y teniendo en cuenta que desde el municipio les sugirieron poner a disposición de ellos un terreno para que coloquen los obradores y que ellos se hagan cargo de un personal de seguridad para custodiar dichas pertenencias, otro de los vecinos afirmó: “Hay un gran desacierto en ese ofrecimiento, primero por la confusión de los materiales que puede generarse entre los vecinos, y segundo porque no es problema de un lugar, porque a muchos les han robado elementos que ya estaban colocados, como es el caso de uno de los vecinos que le sacaron los tirantes amurados en un techo”.
En esa línea Yanina, otra de las futuras habitantes de Nueva Esperanza, aseguró que también les aseguraron que les entregarían un botón antipánico para que lo pongan a disposición de esa seguridad, para que al momento de ver alguna situación extraña pueda contactarse automáticamente con la policía. “Averiguamos el costo de tener un policía en actividad en el lugar, porque un sereno es lo mismo que nada ya que no tendría armas para defenderse, y el monto a desembolsillar sería de unos doce mil pesos por recorrer algunas manzanas, lo que representaría que cada vecino ponga unos 1.500 pesos por mes aproximadamente, un monto que es elevando teniendo en cuenta que estamos con muchos gastos”.
Al tiempo que otros aseguraron que sería muy positivo que el municipio ponga a disposición de los barrios el servicio de la Guardia de Seguridad Institucional (GSI), “que si bien fue creada para custodiar los edificios municipales, bien podría utilizarse para esto también”, dijeron (cabe destacar que hace unos días se presentó un proyecto de ordenanza que promueve lo mismo en todos los barrios).
Pedido colectivo
Si bien los vecinos que pudieron reunirse con el matutino fueron ocho, todos hablaron en representación de las 40 familias afectadas en base a lo que ya charlaron en una reunión que tuvieron hace unos pocos días, y también lo que conversan en el grupo que crearon en la red social Facebook y que los tiene a todos como miembros. “Hasta el momento todos habíamos realizado pedidos individuales, es la primera vez que lo hacemos en forma colectiva. Queremos respuestas porque el dinero que se nos está dando lo gastamos en comprar material que ya teníamos por segunda vez”, aseguró Juan Manuel, otro de los afectados, quien agregó: “Muchas de las obras tienen previsto estar finalizadas para fin de año o a más tardar enero y si la luz no está disponible no sabemos qué va a pasar”.
Por último y en forma de aclaración, los vecinos aseguraron que no están en contra de nadie. “Esto no es en contra del intendente, ni de la Secretaría de Estado de Hábitat de la provincia, es en contra de la delincuencia, que sabemos que existe y está en todos lados, pero hay que frenarla, por eso le pedimos a la policía que patrulle este lugar porque llevarse 500 ladrillos o tirantes de un techo no es cosa sencilla, es algo que lleva su tiempo”, concluyeron. 

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