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viernes, 22 de agosto de 2014

Moyano y Barrionuevo convocaron a un paro el próximo jueves 28

Será por 24 horas y sin movilización. Los líderes del gremialismo opositor al gobierno nacional exigen subir el piso de Ganancias y reabrir paritarias. La CTA protestará dos días antes.

Los líderes del gremialismo opositor al gobierno nacional, Hugo Moyano (titular de la CGT Azopardo) y Luis Barrionuevo (jefe de la CGT Celeste y Blanca) resolvieron ayer que el próximo paro general —cuya realización ya había adelantado— se realice el jueves de la semana que viene.

La decisión se adoptó ayer al mediodía durante el almuerzo que ambos líderes gremiales compartieron con Gerónimo Momo Venegas (Uatre), Juan Carlos Schmidt (Dragado y Balizamiento), Omar Maturano (La Fraternidad) y Mario Calegari (UTA).

La fecha de la huelga deberá ser refrendada hoy en el plenario de la central obrera que conduce Moyano. En la reunión, que se realizará a partir de las 10 en el Salón Felipe Vallese de la CGT, podría aprobarse también la extensión del plan de lucha con la realización de otro paro de 24 horas en septiembre, si es que los reclamos sindicales no son escuchados por el gobierno.

El motivo de la jornada de protesta es el recurrente pedido de modificaciones en el impuesto a las ganancias. Pero además claman por la reapertura de las paritarias con el argumento de "una inflación que carcome los salarios".

En principio, la idea de los gremialistas enfrentados con el gobierno es que no haya movilizaciones ni piquetes, algo que sí sucedió en la huelga general del pasado 10 de abril.

La idea de los dirigentes gremiales tiene como objetivo quitarles protagonismo a las agrupaciones de izquierda —que alientan los bloqueos de los ingresos a la Capital Federal—, pero también demostrar que la huelga puede tener adhesión masiva pese a no impedirse la libre circulación de vehículos.

La medida de fuerza será convocado en torno a los ocho puntos que sigue reivindicando la CGT: la eliminación del impuesto de ganancias a los salarios, que se le ponga freno a la inflación, se lleve adelante una fuerte reactivación económica y se ponga coto a los despidos y las suspensiones.

Venegas, secretario general de la los trabajadores rurales (Uatre), había adelantado que "la fecha y la duración del paro la pondrá el plenario", pero también había propuesto "definir un plan de lucha que incluya paros de 48 y 72 horas para ver si logramos que el gobierno nos escuche".

"Ya hicimos otros paros, en los que hemos tenido un acatamiento de casi el 95 por ciento, y el gobierno no ha dado señales", añadió el titular de Uatre.

Micheli largó primero.Con la fecha del paro puesta, resta ahora saber qué hará el jefe de la CTA opositora, Pablo Micheli, quien había lanzado por su cuenta un cese de actividades por 24 horas para el martes 26.

"Si el paro de la CGT es el 27, transformaremos el paro de 24 horas en un paro de 36 horas, arrancando a las 12 del 26", había especulado días atrás.

No obstante, ayer Micheli auguró que el paro nacional "con las CGT Azopardo y Azul y Blanca" tendrá "un acatamiento altísimo, porque es muy notorio el ajuste que se está descargando sobre los trabajadores y la clase media".

"El poder adquisitivo ha sido triturado por el alza de precios y la inflación que este año ha sido mayor que el año pasado. Hay preocupación en los trabajadores a perder la fuente laboral, por los despidos y suspensiones", sostuvo el dirigente sindical.

A la espera del plenario de hoy de la CGT de Moyano, Micheli insistió que la jornada de protesta dispuesta por su central gremial podría ser de 36 horas si la CGT establece como fecha un día después de la elegida por la CTA, cosa que aparentemente no ocurrirá.

Finalmente, el titular de la CTA disidente consideró que "los problemas se van a resolver si se convoca a todo el espectro democrático a encontrar una salida y que la presidenta Cristina Kirchner tenga en cuenta opiniones que no sean sólo las de su círculo más cerrado".

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