domingo, 1 de junio de 2014

SANTA FE; Fernando Marengo, el "novio fugitivo", ahora no dudó y dió el sí

Este sábado Fernando Marengo, el joven santafesino que desapareció el día de su boda hace tres meses, se casó con su prometida. Mirá las fotos de la ceremonia.

Autor:Manuel Testi / Diario UNO Santa Fe - Ceremonia. La Iglesia de Fátima recibió a Fernando y Virginia. Las dudas se esfumaron y ambos vivieron un emotivo momento.

Autor:Manuel Testi / Diario UNO Santa Fe - Ceremonia. La Iglesia de Fátima recibió a Fernando y Virginia. Las dudas se esfumaron y ambos vivieron un emotivo momento.

Autor:Manuel Testi / Diario UNO Santa Fe - Ceremonia. La Iglesia de Fátima recibió a Fernando y Virginia. Las dudas se esfumaron y ambos vivieron un emotivo momento.

Autor:Manuel Testi / Diario UNO Santa Fe - Ceremonia. La Iglesia de Fátima recibió a Fernando y Virginia. Las dudas se esfumaron y ambos vivieron un emotivo momento.



La historia del novio fugitivo que captó la atención de todos los medios nacionales tuvo su final feliz.. Este sábado, a las 21, Fernando Marengo, el joven de 29 años que desapareció por más de 48 horas el día de su boda, se casó finalmente con su prometida.

La ceremonia se realizó en la Iglesia de Fátima ante una gran presencia de familiares y amigos de la pareja. El acto tuvo la cobertura de canales porteños y de la región que siguieron desde un primer momento la particular historia, que salió a luz en Diario UNO la primera semana de marzo.

Fernando, de traje de gris y con una sonrisa, esta vez arribó temprano a la iglesia junto a su madre Liliana. Virginia, exultante y muy linda, se hizo esperar un poco más y vestida de blanco llegó al altar para vivir el momento más esperado. La novia prefirió el silencio ante los medios.

Luego de dar el sí, al flamante matrimonio fue despedido de la iglesia con besos, abrazos, pétalos de rosas y el habitual arroz. Así Fernando y Virginia partieron hacia un salón de fiestas ubicado sobre avenida Facundo Zuviría, donde festejaron su demorado enlace.

La historia

Hace tres meses Fernando y Virginia, su novia de 26 años con la cual convivía desde hacía más de cuatro, iban a dar el sí. Pero ese sábado 8 de marzo el joven decidió irse sin dejar rastros. Fueron horas de angustia y desesperación para la familia de Marengo que no sabía dónde estaba el novio. Recurrieron a los medios para pedir a Nano que vuelva y la historia tomó estado nacional. Finalmente después de más de 48 horas, Fernando apareció sano y salvo en un hotel de la ciudad de Rosario.

Fueron muchas las versiones que circularon sobre su desaparición el día de su boda, pero él mismo se encargó de sintetizar y resumir en una sola frase lo ocurrido: “Entré en estado de shock y decidí irme”. El joven aludió a un problema económico que no logró resolver, por el cual sintió “vergüenza” y decidió escapar.

Desde ese día, la pareja reafirmó las ganas de estar juntos y confirmaron que el casamiento se hacía.

Finalmente llegó el día y en la noche de este sábado frente a sus familiares y amigos, como lo habían planeado desde un principio, Fernando y Virginia dieron el sí en una ceremonia que tuvo como centro el amor y el perdón.

“Esta fiesta se hizo con todo el apoyo de mis padres, hermanos, amigos y la familia de Virginia. Hoy solo puedo decirles gracias a todos los que ayudaron y colaboraron, estamos eternamente agradecidos”, dijo el novio a Diario UNO horas antes de contraer matrimonio.

“Creo que ya es una anécdota”, afirmó Fernando recordando lo vivido. Asimismo contó: “Al principio hubo encontronazos, un montón de peleas; pero nos fuimos dando cuenta de que podíamos y queríamos seguir juntos. Todo esto lo hablamos mucho, maduramos como pareja y volvemos a elegirnos. Esto o nos terminaba de destrozar o nos potenciaba y gracias a Dios estamos juntos”.

El novio reflexionó sobre lo vivido y dijo: “Esto me cambió mucho. Me ayudó a ver las cosas diferente y a pensar lo que hago, a veces hago las cosas sin pensar, ahora es distinto”.

La historia tomó ribetes cómicos y hasta el protagonista se permitió un chiste antes de la boda: “Espero no llorar toda la noche, que se dé todo bien y que Virginia vaya esta vez, porque la anterior falté yo”, dijo.

Con más de 160 invitados, entre familiares y amigos cercanos, la joven pareja se unió en matrimonio frente a los ojos de Dios en la Iglesia de Fátima de la ciudad de Santa Fe. Luego festejaron en un salón ubicado en barrio Escalante, donde un juez de paz los casó.

La feliz pareja ahora piensa en el futuro. “Yo creo que el matrimonio es para toda la vida y a Virginia solo puedo decirle gracias por volver a confiar en mí, por algo estamos juntos hoy, y espero que sea para siempre. De un episodio así no se si uno se merece el perdón. La verdad que cuando me pongo a pensar veo que es impresionante lo que ella hizo por mí; uno se pone del otro lado y no sabe cómo reaccionaría”.

Tras el casamiento solo queda pendiente la luna de miel, que según contaron los novios “por ahora está postergada, nos quedamos sin un peso y no alcanzó para todo”.

DIARIO UNO.

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