domingo, 29 de junio de 2014

ROSARIO: El centro es la zona donde viven más mayores de 65 años

El proceso de envejecimiento de la población en Rosario expone marcadas diferencias en el territorio. Son 42.087 los vecinos de esa franja etaria radicados entre los Boulevares.
/La Capital | 
El centro es la zona donde viven más mayores de 65 años
 El proceso de envejecimiento de la población en Rosario expone marcadas diferencias en el territorio. Creció un 30 por ciento los adultos mayores de 65 años que viven en el distrito Centro desde el 2001, y pasó a concentrar una de cada tres personas que superan esa edad, cuando esa relación era de uno cada cuatro a comienzos de siglo.
Este proceso no es nuevo a nivel mundial. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) mostró ya su preocupación oficialmente en una Asamblea de 1948. La directora de Adultas y Adultos Mayores municipal, María Alcira Scarpone, apuntó que "se trata de un proceso gradual, que habilita a proyectar a mediano y largo plazo, pero con diversas complejidades que la sociedad, y no sólo el Estado, debe abordarlas en pos de garantizar una mejor calidad de vida de la población de adultos mayores.
¿Pero cómo se da la evolución del envejecimiento hacia el interior de Rosario?
Hoy, en proporción, los adultos de más de 65 años que viven en el centro suman el 17 por ciento de los habitantes del distrito, cuatro puntos por encima de la media de la ciudad (13 por ciento), 5 por arriba de la media santafesina (11,8 por ciento) y 7 puntos más que a nivel nacional (10,2 por ciento). Así se desprende del entrecruzamiento de datos del municipio, la provincia y el Censo 2010.
En términos porcentuales, los adultos mayores del distrito Centro más que duplican a los que viven en el distrito Oeste, donde apenas el 8 por ciento de la población supera los 65 años. Hay que sumar los que viven en el sur y norte para acercarse a las 42.087 personas de ese grupo etario que vive en el centro.
En cantidad, el centro tiene más del doble de adultos mayores respecto al distrito Norte (20.091) y también en comparación con el distrito Sur (20.528). Así lo tiene relevado la Dirección de Estadísticas municipal, que encabeza Nora Veltroni.
Las fuentes oficiales, privadas y de organizaciones sociales consultadas esbozaron multicausalidades como respuesta a la concentración de los adultos mayores en el centro rosarino. Pero fundamentalmente apuntaron a las desigualdades socioeconómicas y estructurales a la hora de analizar por qué hay menos personas mayores de 65 años en algunos distritos.
Los motivos. Unos años atrás, José y su mujer vendieron su casa de Arroyito porque querían "estar cerca de las cosas". Y se mudaron a un departamento del centro. Consideraron que ya estaban "grandes", aunque sus idas al club, al banco sobre avenida Alberdi y algunas que otras "salidas", los mostraban en forma.
También María hizo lo mismo. Ella vivía en zona sur en una casa con árboles en el fondo. Aún no había pisado los 60, pero enviudó y ya no se sentía tan segura. Esta semana cumplió 67 en su renovado departamento céntrico.
Otras fuentes consultadas coinciden en que la cercanía y la mayor oferta de centros de salud también atraen a personas mayores a vivir en el centro. Fundamentalmente a quienes tienen recursos económicos.
Pero no todos. Eduardo Javkin, presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios, no coincide. Señala que las distancias en Rosario hasta un centro de salud no son decisivas.
El director de los centros de salud municipal, Ignacio Gómez, explicó que, pese a ser menor la proporción de adultos mayores fuera del centro de la ciudad, la demanda de profesionales y medicamentos en otros distritos supera a lo que registran entre los bulevares, donde un número significativo, por su nivel de ingresos o pasado laboral, se atiende con médicos asociados a sus obras sociales o prepagas.
Con el Plan de Inclusión Previsional de 2005, el Estado nacional elevó del 68 por ciento a más del 90 por ciento las personas que perciben algún tipo de beneficio previsional, y por ende del sistema de salud, fundamentalmente Pami.
Desde la industria del espectáculo consideraron que la mayor oferta en el centro es un insumo valioso para los adultos mayores. "Basta pasar un domingo a primera hora de la tarde frente al cine Monumental y ver que la mayoría son adultos mayores", reconoció uno de los empresarios a modo de ejemplo.
Por otra parte, las personas consultadas no creen que los geriátricos jueguen a favor del centro, ya que muchos de los que viven allí provienen del mismo distrito. Además, los costos que implican —difícil encontrar uno por debajo de los 7.000 pesos que esté habilitado— hace que el acceso a esas residencias sea bastante restringido.
Las dificultades de las generaciones siguientes para comprar una vivienda, que obliga a desplazamientos hacia otros distritos o ciudades, podría influir, en parte, a incrementar la proporción de adultos mayores de 65 años que vive en el centro.
En este sentido, en este distrito viven, en proporción, la mitad de menores de hasta 14 años que en el resto de la ciudad. Apenas suman el 10 por ciento, cuando en los otros distritos este grupo etario promedia por encima del 20 por ciento.
La recuperación de actividades deportivas y recreativas en los barrios para ese segmento poblacional expone una demanda que podría morigerar, en algún aspecto, esta tendencia. La participación de adultos mayores en los centros de convivencia es otro ejemplo.
Sin embargo, el proceso de envejecimiento demanda cada vez más atención de las políticas públicas, máxime cuando una parte significativa de las generaciones que están llegando a los 65 lo hace con una historia laboral y social llena de precarizaciones.

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