jueves, 6 de marzo de 2014

NEWELLS: EDIFICÓ UNA GOLEADA EXQUISITA ANTE VÉLEZ, EN EL COLOSO

Newell's está más entero que nunca. Ni las bajas importantes, ni el calendario apretado y mucho menos los rivales de jerarquía, como era anoche Vélez, pueden detenerlo. En las paradas más difíciles edifica victorias de ensueño.
La Capital | 
NEWELLS: EDIFICÓ UNA GOLEADA EXQUISITA ANTE VÉLEZ, EN EL COLOSO
En los primeros minutos de hoy terminó de consumar una faena brillante que le permitió noquear al equipo de Liniers. Con autoridad, alto vuelo futbolístico y goles de notable factura vapuleó 4 a 1 al elenco del Turu Flores. Las perlas del Gringo Heinze, Milton Casco, Kichu Díaz, los tres defensores, más la delicia de Víctor Figueroa sirvieron para consumar un triunfazo que se cimentó en el rendimiento compacto de cada eslabón del equipo de Alfredo Berti.
El primer tiempo fue entretenido. Con los dos equipos tratando de ser prolijos en la distribución de la pelota y dispuestos a asumir riesgos. Y las chances merodearon las dos áreas. Diego Mateo salió de manera prematura por lesión y lo suplantó el Mudo Villalba.
Newell\'s buscó dominar apelando al panorama de Bernardi y la movilidad de Figueroa y Castro. Siendo el pibe Ponce el más punzante en el pie a pie, encarando con decisión a sus marcadores y exigiendo los reflejos de Sebastián Sosa. Mientras que Vélez arrimó peligro real con el intratable Mauro Zárate. El artillero del Fortín falló un mano a mano increíble ante el achique de Guzmán y además sacó un misil desde afuera del área que manoteó con lo justo el uno rojinegro.
Cuando se iban al descanso, Figueroa lanzó una bocha fantástica desde tres cuartos para el Gringo Heinze, que al límite de la posición adelantada se elevó más alto que todos y con el parietal izquierdo estampó el 1 a 0.
La vuelta de los vestuarios siguió siendo rojinegra. Porque al minuto de la reanudación Casco fue una flecha por el sector izquierdo, la cedió a Ponce, que encaró y ante el achique de Sosa habilitó con categoría al defensor, que entró al arco con pelota y todo para estirar la ventaja rojinegra.
Vélez, que si ganaba llegaba a la cima de las posiciones, estaba aturdido y era una sombra de ese equipo temible de la previa. Encima Newell\'s le asestó otra puñalada. Porque Figueroa la tiró profunda para la proyección por sorpresa de Kichu Díaz, que de volea y a la carrera adivinó donde estaba el arco y no falló. Tricota. Baile. Delirio. Ya no había partido. Newell\'s se sentía ganador y Vélez levantó la bandera de la rendición, a pesar del descuento del delantero Roberto Nanni, quien recién había ingresado.
Hasta el final fue todo rojinegro. Encima Figueroa metió un globo delicioso desde el patio de su casa para el cuarto grito. A continuación Orzán rompió el travesaño. La gente deliraba en el Coloso Marcelo Bielsa. Ya era jueves. Empezaba otro día. Como es una constante para este equipo que siempre brilla de nuevo. Goleó a Vélez y sigue dispuesto a pelear por todo.

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