Los goles sabaleros los convirtieron a los 21\' Gabriel Graciani y a los 24\' Lucas Landa, todos en el primer tiempo. Con este resultado, Colón salió de la zona de descenso.
Diario UNO |
Ayer por la tarde, la formación que conduce Diego Osella logró quebrar otra racha negativa en este proceso deportivo que se inició en el 2014 con números totalmente en rojos, pero con el correr de los partidos van cambiando. Y esto se debe, entre otras cosas, porque el Sabalero derrotó a Quilmes 2 a 0 y en forma totalmente justificada. A los 21’ Graciani y a los 24’ Landa, ambos en el primer tiempo, fueron los responsables individuales de que Colón sume su segundo triunfo consecutivo. Pero más valor tuvo la victoria porque derrotó a un rival directo en la lucha por seguir en Primera División.
También es bueno mencionar que en el sector defensivo el zaguero Lucas Landa fue el punto más alto de toda la tarde, mientras que Poblete y Fernández, jugadores de las inferiores, mostraron un muy buen ordenamiento por la zona izquierda del mediocampo. El contrapunto de la floja actuación que tuvo el local lo marcó el reloj, a los 26’ Boghossian tuvo la primera chance de gol, pero su tiro se fue cerca del palo izquierdo de Montoya, después nada. De esta manera, por la pobreza futbolística que mostraron los dueños de casa, pero por sobre todas las cosas por el muy buen rendimiento que tuvo desde lo táctico Colón, es que se llevó tres puntos que lo sacaron del descenso, otra final más que sale airoso el elenco Rojinegro.
El comienzo
En los primeros 20’ ninguno de los equipos hicieron los méritos suficientes como para convertirse, cualquiera de los dos, en dominadores del campo y de la pelota.
El elenco de Caruso Lombardi no encontró a su mejor hombre como es Miguel Caneo y mucho menos a Sebastián Romero como su socio de juego; el Cervecero fue una alineación totalmente tibia en los últimos 15 metros, abusó mucho del pelotazo buscando a Telechea o Diz, pero siempre encontraron muy bien parada a la defensa santafesina, sobre todo a los centrales, Lucas Landa y Gerardo Alcoba.
Más allá de la solidez táctica y defensiva que tuvo el elenco de Osella, de mitad de cancha hacia adelante Colón tampoco evidenció juego asociado como para complicar al dueño de casa porque la fuerza de Lucas Alario o la velocidad de Curuchet no incidieron en el trámite.
En los primeros 20’ ninguno de los equipos hicieron los méritos suficientes como para convertirse, cualquiera de los dos, en dominadores del campo y de la pelota.
El elenco de Caruso Lombardi no encontró a su mejor hombre como es Miguel Caneo y mucho menos a Sebastián Romero como su socio de juego; el Cervecero fue una alineación totalmente tibia en los últimos 15 metros, abusó mucho del pelotazo buscando a Telechea o Diz, pero siempre encontraron muy bien parada a la defensa santafesina, sobre todo a los centrales, Lucas Landa y Gerardo Alcoba.
Más allá de la solidez táctica y defensiva que tuvo el elenco de Osella, de mitad de cancha hacia adelante Colón tampoco evidenció juego asociado como para complicar al dueño de casa porque la fuerza de Lucas Alario o la velocidad de Curuchet no incidieron en el trámite.
Dos golpes certeros
Pero como en el fútbol no hay nada escrito y mucho menos lógica, el encuentro de ayer fue un ejemplo más de lo citado anteriormente porque cuando el encuentro era aburrido, a los 21’ Gabriel Graciani avanzó por su sector y cuando todos esperaban el centro, el goleador de la fecha pasada sacó un sablazo impresionante con su botín derecho y el balón se metió en el ángulo superior izquierdo del golero Peratta. Pero la sorpresa no quedó solamente con el golazo del volante derecho rojinegro, a los 23’ y en jugada de pelota detenida que ejecutó Marcos Fernández, su centro pasado cayó en la cabeza de Lucas Landa para superar la línea de un débil arquero local: 2 a 0, sorpresivo e impensado. Así se clausuró la etapa inicial, con un equipo visitante que se cerró muy bien defensivamente, mientras que la alineación local lo atacó por todos lados pero no fueron fructíferos sus intentos.
Pero como en el fútbol no hay nada escrito y mucho menos lógica, el encuentro de ayer fue un ejemplo más de lo citado anteriormente porque cuando el encuentro era aburrido, a los 21’ Gabriel Graciani avanzó por su sector y cuando todos esperaban el centro, el goleador de la fecha pasada sacó un sablazo impresionante con su botín derecho y el balón se metió en el ángulo superior izquierdo del golero Peratta. Pero la sorpresa no quedó solamente con el golazo del volante derecho rojinegro, a los 23’ y en jugada de pelota detenida que ejecutó Marcos Fernández, su centro pasado cayó en la cabeza de Lucas Landa para superar la línea de un débil arquero local: 2 a 0, sorpresivo e impensado. Así se clausuró la etapa inicial, con un equipo visitante que se cerró muy bien defensivamente, mientras que la alineación local lo atacó por todos lados pero no fueron fructíferos sus intentos.
Segundo tiempo
Para la parte final, Caruso puso un centrodelantero como el uruguayo Boghossian y dejó en el vestuario a Carli, parándose el equipo con línea de tres, aunque la idea fue ofensiva, en 17’ de juego no consiguió complicar a los santafesinos. Es más, la formación del Barrio Centenario tuvo las opciones más claras de gol, parado bien de mitad de cancha hacia atrás y apostando a la velocidad de un encendido Gabriel Graciani. Incluso, el rojinegro tuvo dos chances netas para cerrar el cotejo y en los pies de Facundo Curuchet, pero el atacante volvió a mostrar que la definición no es su fuerte; la más clara fue a los 7’, su tiro pegó en el palo derecho y dos minutos más tarde tuvo otra, pero la pelota le quedó muy atrás.
Para la parte final, Caruso puso un centrodelantero como el uruguayo Boghossian y dejó en el vestuario a Carli, parándose el equipo con línea de tres, aunque la idea fue ofensiva, en 17’ de juego no consiguió complicar a los santafesinos. Es más, la formación del Barrio Centenario tuvo las opciones más claras de gol, parado bien de mitad de cancha hacia atrás y apostando a la velocidad de un encendido Gabriel Graciani. Incluso, el rojinegro tuvo dos chances netas para cerrar el cotejo y en los pies de Facundo Curuchet, pero el atacante volvió a mostrar que la definición no es su fuerte; la más clara fue a los 7’, su tiro pegó en el palo derecho y dos minutos más tarde tuvo otra, pero la pelota le quedó muy atrás.
También es bueno mencionar que en el sector defensivo el zaguero Lucas Landa fue el punto más alto de toda la tarde, mientras que Poblete y Fernández, jugadores de las inferiores, mostraron un muy buen ordenamiento por la zona izquierda del mediocampo. El contrapunto de la floja actuación que tuvo el local lo marcó el reloj, a los 26’ Boghossian tuvo la primera chance de gol, pero su tiro se fue cerca del palo izquierdo de Montoya, después nada. De esta manera, por la pobreza futbolística que mostraron los dueños de casa, pero por sobre todas las cosas por el muy buen rendimiento que tuvo desde lo táctico Colón, es que se llevó tres puntos que lo sacaron del descenso, otra final más que sale airoso el elenco Rojinegro.
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