Está feliz y lo demuestra en todo momento con una sonrisa plena y su buena onda. Siempre está bromeando, disfruta lo que le toca vivir. “Este es un grupo luchador y ganador; nunca pensé en irme”, dijo Figueroa.
La Capital |
Víctor Figueroa está feliz. Y lo demuestra en todo momento con una sonrisa plena y su buena onda. Siempre está bromeando, disfruta lo que le toca vivir. Más aún después de cerrar su continuidad en Newell\'s tras una ola de rumores que terminaron de desaparecer en la costa atlántica cuando le confió a Ovación días atrás que no se iba a mover del club. "Mi idea siempre fue seguir en Ñuls. Nunca se me cruzó por la cabeza irme. Quería quedarme con el grupo. Hubo un gran apoyo para que me quede y por eso estoy agradecido, sobre todo por el esfuerzo que se hizo para renovarme por un año más. Ojalá pueda demostrar ese apoyo en la cancha", confesó el Negro en la charla que mantuvo tras el almuerzo.
El Sapo entrega buena energía y la trata de transmitir a través de su inseparable compañera: la guitarra. Y con su manera de transitar la vida hace gala de una frase que lleva grabada en su cuerpo. "Demuestra tu alegría y celebra tu capacidad para seguir adelante", reza el tatuaje con palabras que le dio un amigo y que él completó con algo de Paulo Coelho. "Me la hice hace unos meses cuando las cosas no salían y se nos negaban los triunfos", contó Víctor, además tan creyente que su otro tatuaje es un rosario que cuelga del hombro izquierdo.
Metiéndose de lleno a su actualidad Figueroa confirmó que "tuve ofertas de Racing, pero también de Estados Unidos. Se habló mucho, pero la idea era que si al club le convenía desde lo económico, me iba. Pero te digo la verdad, yo me quería quedar. Ese era mi deseo. Gracias a Dios fue así, pudieron arreglar con mi representante y sigo acá. Le agradezco a la gente que me quiso contratar. Eso significa que uno hace las cosas bien".
—¿Qué es lo que te une tanto a Newell\'s y a la ciudad?
—Al principio me costó porque las cosas no salían de la mejor manera. Hoy me siento bien, cómodo con el grupo y mi familia se adaptó. Las cosas van bien y quiero disfrutar estos momentos que a veces no son tan largos. Tenemos la chance de jugar varias competencias. Por todo eso, uno se quiere quedar.
—¿Te costaba dejar un equipo que es protagonista?
—Claro. Este grupo es muy luchador, ganador y teníamos ganas de lograr el bicampeonato. Por esas cosas del fútbol no se nos dio, pero estamos tranquilos porque dejamos todo. Ojalá que este año podamos seguir peleando arriba.
—Cuando repasás el torneo pasado, ¿en qué punto te detenés?
—Es una lástima lo que pasó, da mucha bronca. Si hubiésemos ganado un partido, el de Godoy Cruz por ejemplo, donde creamos muchas situaciones de gol, la historia sería diferente. Te queda esa espina clavada, pero los partidos no se merecen sino que se ganan. No lo hicimos y por eso se nos escapó. Igualmente, salir bicampeón no es fácil. Lo bueno es que fuimos fieles a nuestro estilo.
—Se viene un cuatrimestre exigente como el del año pasado, y nuevamente con un plantel corto.
—Sí, será duro, pero con Martino no teníamos uno tan amplio y somos casi los mismos. Creo que todo pasará por la cabeza de cada uno. Estamos convencidos y daremos pelea hasta donde se pueda.
—¿Qué cosa te falta por cumplir?
—Uno siempre sueña con salir campeón y por suerte ya lo logré. Claro que uno no se conforma y ojalá se pueda dar algo más. La Copa es la ilusión tanto nuestra como de los hinchas. Ojalá podamos lograrlo, es nuestro objetivo.
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