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jueves, 9 de enero de 2014

Santa Fe: Piden seguridad para el Jardín del Líbano-EN ARISTÓBULO DEL VALLE 4700

Propuesta. Más allá de los problemas, los vecinos arrojan un principio de solución: volver a la figura del placero, alguien que cuide del espacio con orgullo y reciba un sueldo por ese trabajo.
El Litoral
En el centro geográfico de la ciudad, una frondosa hectárea y media es indicio de abandono. El Parque Jardín del Líbano, otrora conocido como el Jardín Botánico por su riqueza natural, se convierte en amenaza por falta de mantenimiento. Los vecinos no sólo piden poda y reparación o reemplazo de luminarias y bancos. También reclaman a la Seccional 11ma., ubicada en una de sus esquinas, “que abran la ventana y miren de vez en cuando” para evitar asaltos en el parque y robos en los domicilios.

Orlando Bande conoce el problema en carne propia. Vive en pasaje Rivadavia, frente al parque, y fue visitado por amigos de lo ajeno en dos oportunidades, cuando su casa quedó vacía por algunas horas. “Tuvimos que poner rejas, ahora somos nosotros los que vivimos presos”. A su lado, el grupo de vecinos asegura que entraron ladrones en la mayoría de las viviendas ubicadas alrededor del Jardín del Líbano, a sólo metros de la comisaría.

En la Seccional 11ma., los uniformados están al tanto de lo sucedido y responden a los reclamos con su estado de situación: la comisaría cuenta sólo con un móvil en buenas condiciones, y 26 policías —algunos con carpeta médica y otros sin permiso para portar arma de fuego—, que realizan guardias de a tres por turno, hoy reducidas a 2 uniformados “para cubrir las licencias”. Esto significa que hay sólo 2 personas para patrullar el barrio, atender al público y cuidar de los 18 presos alojados en forma permanente en la comisaría. 

Los policías reconocieron a El Litoral que “se complica hacer prevención porque hay muchos accidentes de tránsito en la jurisdicción que requieren nuestra presencia; en promedio, uno por día”.
Si bien los vecinos conocen las necesidades de la seccional, esgrimen que “no tienen que mandar un patrullero porque la comisaría está sobre la plaza, sólo tienen que mirar cómo está el entorno porque mientras los policías duermen, en las casas roban”.

Que vuelva el placero

La fuente seca. Los bancos, rotos. La alfombra verde es un camino de obstáculos entre raíces y caños que asoman a la superficie y causan caídas y tropiezos. “Es un abandono”, dice Marta Snaidero.

Más allá de las necesidades puntuales (Ver “Reclamos”), los vecinos arrojan un principio de solución: volver a la figura del placero, “alguien que cuide con orgullo del parque con un sueldo pago por la Municipalidad”, opinó Jorge Pritz. Bande sumó que necesitan un mantenimiento sistemático. “No nos sirven las intervenciones puntuales ni los megaproyectos, sino un mantenimiento constante”, insistió.

Años atrás, el mismo grupo de vecinos recibió la visita de un arquitecto de la Municipalidad que proyectó una remodelación importante en el parque. Era una obra de gran envergadura que, por cuestión de costos, no se hizo. Desde allí, los vecinos aclaran que no quieren “algo extravagante” sino “continuidad”.

Este grupo de personas recuerda que el Jardín del Líbano supo tener placero y que eran ellos mismos quienes lo ayudaban y hasta le compraban herramientas de trabajo. Hoy, debería sumar una función más: “Podría tener un handy en comunicación con la Policía para prevenir asaltos”, piden los vecinos. 

Consciente de la extensión del espacio y tras hacerse cargo ellos mismos de podar y hasta cortar el pasto, remarcaron que el suyo “es un pedido simple: limpieza y mantenimiento acordes al barrio y a la tasa que pagamos”, agregó Pritz.

Reclamos

Los vecinos de Fomento 9 de Julio piden un “mantenimiento sistemático” del Parque Jardín del Líbano, y detallan los aspectos más urgentes:

Poda de seguridad:<XB> los árboles son añejos y caen con los temporales.

Estacionamiento dentro del parque: hay camiones de servicios que ingresan dentro del parque porque sus choferes lo eligen para descansar bajo la sombra sin bajar del vehículo.

Faltan senderos y bancos: por eso las personas mayores tropiezan con las ramas que sobresalen del suelo y caños de PVC que quedaron al descubierto desde el centro del parque hacia la avenida. Los bancos, añejos, necesitan ser reparados.

Desmalezamiento: los vecinos aseguran que, cuando cortan el pasto, sólo lo hacen en algunos sectores. Detrás de la fuente, la gente se organiza para cortarlo por sus propios medios.

Fuente abandonada: en el sector norte del parque, una fuente llega con su cauce seco hasta avenida Aristóbulo del Valle. Remite a los juegos de agua de la Alhambra y quedó escondida bajo los arbustos.

Hace ya cuatro años, la licenciada en Artes Visuales y museóloga Lidia Ferré de Peña denunció en las páginas de este diario que la fuente fue “invadida por construcciones, ermitas y bustos que tapan su decaída magnificencia. Abandonada, sin agua, sin plantas en sus macetones, con su Tritón arrancado, ella asiste a la decadencia general de un parque”.

El barrio pide seguridad

Ante arrebatos callejeros a manos de “motochorros” y de robos en los domicilios. En las calles de Fomento 9 de Julio, no se habla de otra cosa: los vecinos temen dejar sus casas vacías, aún en cuestión de horas, “porque los roban”. Lo reconoció Manuel Schröder, presidente de la vecinal, sin miramientos: “No sabemos más qué hacer. Históricamente, nunca hubo tantos asaltos en tan poco tiempo. Presentamos dos notas al Ministerio de Seguridad pero nadie nos respondió; y en la calle no vemos ni un solo patrullero”. Por su parte, los vecinos convocan a una reunión por seguridad: será este viernes, a las 20.30, en calle 1º de Mayo entre Pedro Ferré y Pedro Zenteno.

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