domingo, 19 de enero de 2014

ROSARIO: Un formador bíblico aseguró que Jesús no condenaba la homosexualidad

Gabriel Andrade terció en el cortocircuito que se generó cuando el arzobispo José Luis Mollaghan desautorizó al padre Ignacio Peries por recibir a un matrimonio igualitario.
./La Capital | 
Un formador bíblico aseguró que Jesús no condenaba la homosexualidad
 Un formador bíblico asegura que Jesús no condenaba a la homosexualidad. Con esta afirmación que tiene tanto de ruptura con los cánones de la Iglesia Católica como de apuesta para redefinirlos, Gabriel Andrade terció en el cortocircuito que se generó cuando el arzobispo José Luis Mollaghan desautorizó al padre Ignacio Peries por haber entrevistado a un matrimonio igualitario.
Andrade polemizó con la visión del arzobispo Mollaghan a través de una carta abierta en que toma como referencia a los propios Evangelios a los que no considera como una pieza de arqueología sino como "enseñanzas para todos los tiempos". Es desde ese marco que presenta una "evidencia" de que Jesús se encontró con una pareja homosexual masculina durante su ministerio.
"¿Y cómo actuó Jesús? Si lo que hace es el espejo en donde mirar para actuar nosotros quizás sería importante detenerse en este pasaje evangélico", sostiene Andrade en su carta abierta prologando una cuestión semántica: un cambio de palabras que habría cambiado el sentido de la actitud hacia este tema.
Según Andrade, el Evangelio de Mateo, relata que al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión (jefe de 100 soldados romanos) y le pidió que sanara a su "pais (joven amante/su muchacho)"; más aún le dijo que no era digno de que el Maestro entrara en su techo porque con una palabra suya, su siervo sanaría; y así ocurrió. Pero, dice Andrade, algo sucedió en este mismo relato contado por otros evangelistas. Como la palabra griega pais "podía resultar escandalosa" fue modificada. Así, Lucas y Juan, en lugar de pais escriben doulos (criado) y huios (hijo), respectivamente.
Según Andrade, estos cambios de sentido también gravitaron en las escenas, ya que los soldados no vivían con la familia ni cuidaban a sus hijos hasta después de licenciarse. Tampoco era uso y costumbre que un soldado se preocupara tanto por su criado. Así, con la sustitución de palabras, el contexto de los relatos se convirtió en poco verosímil, concluye.
"Resumiendo mucho, se interpreta que como era costumbre en los cuarteles, donde los soldados no podían convivir con una esposa, ni tener familia propia, este oficial (centurión) tenía un criado que le servía de asistente y pareja sexual", deduce Andrade.
Si como dice el Evangelio, Jesús se maravilló de semejante fe que sólo le pedía una palabra como vehículo de sanación y curó al criado, se deduce, cita Andrade, que era un Mesías capaz de comprender el amor de la forma que fuere. "Lejos de ser un moralista, Jesús escuchó sin decirle lo que tenían que hacer", asegura.
El amor. Para Andrade, una actitud cristiana evangélica es que "si en todas estas formas existe amor, y no hay que dudar de ello, se está ante algo que está bendito por Dios".
Pobres. Según Andrade, que se siente "tan iglesia" como los fieles que pidieron aclaración por los dichos de Peries y asistido por las luces del Espíritu, "que sopla donde quiere", hay un principio básico de teología: Dios opta por los pobres cuya definición más exacta es la de "injusticiados".
Y refiere: así son pobres las mujeres en una sociedad machista, los obreros explotados, los aborígenes saqueados en sus derechos, los ciudadanos privados en su libertad en países totalitarios, los niños maltratados y, por supuesto, los homosexuales en una sociedad donde los discriminan.
"Si hay que decir algo de Dios con respecto a ellos, no es justamente que los condena por sus preferencias sexuales, sino que, dada la hostilidad que les presentan sectores reaccionarios y que rápidamente deriva en injusticia, opta amorosamente por ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario