domingo, 19 de enero de 2014

EL DT BERTI RECONOCIÓ QUE LA SITUACIÓN EN NEWELL'S "ES DIFÍCIL, HAY UN PLANTEL CORTO"

Se viene una catarata de partidos y deberá estar preparado para afrontar el torneo y la Copa Libertadores. Un desafío importante, emocionante, pero a la vez muy complicado.
.La Capital | 
EL DT BERTI RECONOCIÓ QUE LA SITUACIÓN EN NEWELL'S

 Los días pasan y Alfredo Jesús Berti está enfocado en el armado de los equipos, uno principal y otro mixturado. Se viene una catarata de partidos y deberá estar preparado para afrontar el torneo y la Copa Libertadores. Un desafío importante, emocionante, pero a la vez muy complicado. En el medio del trajín de la pretemporada, el entrenador habló mano a mano con Ovación, donde contó que no está preocupado por el no arribo de refuerzos sino “ocupado” en el armado del equipo. Reconoció que todo “será difícil porque tenemos un plantel corto” y sostuvo que “hay que fusionar jóvenes con jugadores de experiencia”. En la charla, el Loco se abrió plenamente y dijo que “no me sentí castigado” a lo largo del semestre pasado y, a la vez, se fastidió con algunos dichos donde “decían que estaba enfermo. Son boludeces. Yo me alimento con la adrenalina que da el fútbol”, insistió con énfasis.
   Eran cerca de las 14 y había dejado atrás el almuerzo del mediodía con sobremesa habitual junto a sus colaboradores. Berti acomoda la silla, se sienta y se apresta a escuchar las preguntas en un salón del hotel enorme y silencioso. Lo hace con ese porte de seriedad que muestra en todo momento. Es difícil verlo sonreír. Está metido de lleno y pensando día y noche en conformar dos equipos o buscar las variantes justas para afrontar lo que viene. Un reto complejo por las armas limitadas con las que cuenta. Por eso ante la pregunta de si está preocupado no titubea y dispara: “No, estoy ocupado y atareado por la conformación del once y tratando de armar equipos competitivos. Newell’s afrontará una cantidad importante de partidos y hay que tratar de conformar grupos para las dos competencias”.
   —Hace un mes se hablaba de que pretendías un jugador por línea. ¿Cuál es la prioridad en la escala de necesidades?
   —Se fueron dos volantes (Pérez y Cruzado) y ahí sería bueno que se sume un refuerzo, no una incorporación. Después hay que trabajar con lo que uno tiene. Les dije a los muchachos que en el arranque vamos a fusionar la experiencia con la juventud. Hay que hacer equipos competitivos.
   —En el fondo da la sensación de que te podés arreglar con lo que tenés, pero en ofensiva se observa que está Trezeguet y después vienen chicos muy jóvenes. Ahí también necesitarías un jugador.
  —Sí, pero la idea es darles minutos a los chicos que se complementen con los más grandes. Los vamos a necesitar a todos.
   —Hay contingencias en el fútbol que llevan, a veces, a perder un jugador durante algunos cotejos. Precisamente pensando en la ofensiva si no tenés a Trezeguet se te puede llegar a complicar.
   —Sí, uno imagina esos escenarios. Igualmente estando David en buenas condiciones y al haber partidos cada tres días habrá rotación. Y la que haremos sin él son con los jóvenes de inferiores, que son los que tenemos hoy.
   —Hoy juega Mateo de central e ingresa Villalba. ¿Ahí solucionás uno de los tantos cuestionamientos que tenías?
   —Lo que pasa es que en el arranque del torneo pasado Villalba venía con un problema de rodilla y le costó ponerse en buena forma. En ese comienzo Diego lo hizo bien y se fue ganando el lugar. Después las decisiones técnicas indicaban que prefería a Mateo.
   —¿Te sentiste castigado en el último semestre, sobre todo en la recta final del torneo?
   —No, porque cuando salgo a la calle recibo el cariño de la gente. El último partido también lo percibí. No me sentí castigado. Me molesta cuando dicen cosas que no son, como que estoy enfermo.
Boludeces que no condicen con lo que estoy haciendo. Tengo un trabajo que requiere mucha responsabilidad y lo estoy haciendo de la mejor manera. Siento como la mayoría de los entrenadores que estamos bajo sospecha. Esa es la realidad.
   —Dijiste que en algún momento se rumoreó que estabas enfermo, ¿qué es lo que pasó puntualmente? ¿Algo referido a que estabas presionado?
   —Claro. Yo juego desde los cinco años y me alimento de la adrenalina que genera esto. Me gusta, me apasiona y estoy envenenado con el fútbol. Cuando surgen pavadas es como que no le doy trascendencia y no me engancho. Hablo un día a la semana y trato de ser lo más justo con todos (los periodistas). A lo mejor alguno se enoja y me pincha e inventa. No tiene sentido porque esto es fútbol. Se puede criticar sin problemas porque soy amplio. Incluso yo me cuestiono cosas.
   —¿Qué cosas te cuestionás?
   —Siempre uno dice “por qué hice esto”. Al ser entrenador repasás el día a día y los partidos. Lo que me quedó en estas 19 fechas es la tranquilidad que cada decisión que tomé fue la más honesta posible.
   —¿Considerarías en cambiar algo de lo que hiciste?
   —Los videos los veo continuamente. Nos quedó marcado el partido con Godoy Cruz porque el equipo llegó 16 veces y el rival lo hizo dos y nos empató. No hay manera de analizarlo. Muy pocos equipos nos superaron.
   —¿Pensás que fue un pecado no ganar el clásico? ¿Si lo ganabas ibas a ser “perdonado”?
   —No se pudo ganar y seguramente mucha gente cree que ese encuentro fue determinante para lo que vino. Fue un juego que nos dolió perder porque todos somos nacidos en el club y queríamos ganarlo. No fue condicionante para lo que vino. Tuvimos una seguidilla de juegos sin ganar y eso nos llevó a sumar una cantidad de empates que no habíamos tenido en la primera parte del campeonato.
   —¿Pensás que deberán estar más fuerte de la cabeza que en otras cosas para afrontar lo que viene?
   —Sin dudas. Aguantarse y ser respetuosos de las críticas. Uno se prepara para eso. Se vive en un ambiente donde todo es intolerante. La sociedad lo es y más en el fútbol. Siempre hay que buscar culpables, alguien que está haciendo las cosas mal. Eso lo tengo muy claro.
   —Esta vez tenés triple competencia y la exigencia será mayor a la del primer semestre. ¿Te preparás de otra manera para afrontar lo que viene teniendo en cuenta de que todo será mucho más complicado?
   —No, de la misma manera y sabiendo que todo será difícil. Hay un plantel que es corto, se nos fueron algunos jugadores y no llegó ninguno. Será muy movido. Hay que fusionar y armar equipos con experimentados y jóvenes.

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