domingo, 22 de diciembre de 2013

El actual senador provincial por el Dpto. Rosario y ex Intendente, Miguel Lifschitz: "No volveré a ser intendente de Rosario, esa etapa ya se cerró"

El actual senador provincial por el Dpto. Rosario y ex Intendente, Miguel Lifschitz, elogió la gestión del Gobernador Antonio Bonfatti en la Casa Gris y no descarta que Mónica Fein vaya por la reelección.
.La Capital | 

 Miguel Lifschitz quiere ser el próximo gobernador pero sabe que cualquier palabra de más puede ser sacada de contexto. Y se cuida. Pero deja señuelos: se pronuncia a favor de que no haya internas en el socialismo, algo que sí sucedió en 2011 y generó un tembladeral que casi le cuesta la Gobernación.
En una entrevista con LaCapital, el actual senador por el Departamento Rosario considera cerrada y terminada su etapa como intendente de Rosario y admite que será casi imposible reformar la constitución provincial en 2014. Lifschitz elogia y confía en las capacidades de Mónica Feín pero expresa que el gran desafío de la intendenta será lograr domar al policromático Concejo Municipal.
—¿Qué lectura hace del año político para el Frente Progresista?
—Es positiva, pese a que ha sido un año complejo, con dificultades de todo tipo. Pero esas dificultades fueron parte de una realidad compleja que se manifestó en todas las provincias. Si algo ha distinguido al gobierno de Santa Fe es un modo distinto de encarar los problemas y llevar adelante la gestión. Santa Fe tiene calidad institucional, funcionan a pleno todos los poderes. Es un gobierno que se caracterizó por el diálogo y la apertura, y que lleva adelante obras y proyectos.
—¿Qué cuestiones debería modificar o corregir el gobierno de Bonfatti?
—Más que corregir, hay que profundizar. Y creo que la voluntad de Bonfatti va en esa dirección. Enfrentar la problemática de la violencia por medio de políticas sociales más focalizadas y más activas en las dos grandes ciudades de la provincia. Por eso se presentaron dos programas muy ambiciosos para abordar más de 20 barrios en Rosario. Es lo correcto y habrá que multiplicarlo en los próximos años. Y hay un proceso de reforma policial que está en marcha y requiere continuidad y profundización en los próximos tiempos. La otra gran demanda es en infraestructura, en energía. El 2014 puede ser un buen año porque se destrabó el impedimento del gobierno nacional para destrabar financiamiento externo.
— —¿Este estallido que se dio en Rosario de violencia y narcotráfico se veía venir cuando usted terminó su mandato como intendente?
—Había indicios, estos procesos se van incubando a lo largo de muchos años, pero no es un problema exclusivamente rosarino. Es un problema nacional muy grave que tiene que ver con el crecimiento del narcotráfico y la persistencia de la exclusión social que no se corrigieron en diez años de crecimiento. Había datos durante los últimos años de mi gestión.
—¿La ve asentada a Fein?
—Sí. Le han tocado dos años difíciles. Pero es en los momentos difíciles donde se observa el temple de los gobernantes y ella lo ha hecho muy bien. Tiene un buen panorama para los próximos dos años. Es un equipo homogéneo el que tiene y no tengo dudas de que va a completar una excelente gestión.
—¿Debería ir por la reelección?
—Ha sido tradicional en Rosario que los intendentes hagan dos períodos, pero no es algo inexorable. Si termina bien su gestión tendrá todas las chances de encarar otro período, algo que sería muy bueno para consolidar un proyecto. Pero es apresurado hablar de 2015 cuando hoy se viven tiempos muy complejos. La gente se cansa de las postulaciones y auto-postulaciones de dirigentes que en lo único que piensan es en lo político.
—¿Volvería a ser candidato a intendente si las circunstancias lo requiriesen?
——En principio diría que no. Hay etapas que se cumplieron y mi tiempo en la Intendencia de Rosario se cerró. Podría haberla continuado en su momento y decidí que era tiempo de hacer un recambio. No me veo nuevamente en la Municipalidad de Rosario.
—¿Por qué el socialismo, que gobierna Rosario hace más de 20 años, está cada vez menos representado en el Concejo?
—El escenario del Concejo siempre fue complicado para nosotros. En 24 años, salvo dos años de mi segunda gestión, nunca tuvimos una mayoría propia. Quizás tampoco lo consideramos nunca una cuestión de vida o muerte para la gobernabilidad, de hecho hemos podido gobernar apostando al consenso y los acuerdos. Lo que cambió es la atomización de los partidos políticos, y eso se ve reflejado en el concejo. ¡Hay once bloques unipersonales sobre 24 concejales! Eso es inédito. Hay dirigentes mezquinos que tienen su mirada dirigida hacia su interés personal y eso dificulta acuerdos y consensos. Ese es el desafío que tiene Mónica para el próximo año: rearmar una mayoría que le permita tener gobernabilidad.
—¿La alternativa al socialismo es el PRO? ¿La sociedad rosarina está mirando algo diferente al progresismo?
—Hay un sector de la sociedad que se identifica con las ideas de la derecha, o de la centroderecha. Tal vez antes a esos votos lo captaba un sector del peronismo o del radicalismo, pero ahora hay una representación más genuina. Pero yo creo que en Santa Fe y Rosario el principal adversario sigue siendo el peronismo.
—Muchos indican que usted es el "candidato natural" del socialismo, pero Bonfatti y Galassi se han mostrado poco proclives a aceptárselo.
—Yo comparto esa mirada, eh. No hay candidatos naturales, la política de natural no tiene nada. Cualquiera sea el candidato que proponga el socialismo debe tener peso y consenso, adentro del socialismo y del Frente. Será un escenario muy disputado, pese a que tendremos un muy buen aval de la gestión Bonfatti. Vamos a tener que coincidir en la mejor propuesta. No observo ninguna división en el Partido Socialista, al menos en su tronco fundamental, que es representado por Binner, Bonfatti, Fein, Galassi y yo. Le puedo garantizar que no habrá ninguna fisura en el socialismo para designar candidato cuando llegue el momento de la definición de las candidaturas.
—¿Y si las hubiera, usted se presentará a una interna?
—Es que no las va a haber. No sería positivo ni conveniente para el Partido Socialista un proceso de interna como sucedió en el 2011. Bonfatti está haciendo una gran gestión, construyó un estilo propio, con autoridad y firmeza. Y tiene colaboradores cercanos, como Galassi, que está haciendo una muy buena tarea en Gobierno.
—Usted declaró que si había otro candidato se iba a presentar a internas.
—No fue exactamente así. Yo trabajé mucho para que no haya internas en 2011 y haré el mismo esfuerzo para 2015. En eso hay una gran coincidencia. Recientemente conversamos con Bonfatti y Binner y hay una gran unidad de criterio respecto de cómo encararlo. No hay que adelantar los tiempos.
—¿La reforma constitucional tiene alguna viabilidad de concretarse?
—Le digo la verdad: no soy demasiado optimista. No veo clima como para encararla, aunque haya habido conversaciones. No vislumbro que podamos avanzar demasiado con ese tema. Seguramente se hará un intento. El gobernador planteó la posibilidad de convocatoria antes de fin de año, pero con las dificultades y conflictos de las últimas semanas quedará relegado para el año próximo.

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