domingo, 22 de diciembre de 2013

Cinco consejos para combatir las angustias de la Navidad y el Año Nuevo

La reunión de la familia y la exigencia de ser feliz se suman a la inevitable necesidad de hacer balances que suelen reflotar fracasos, conflictos amorosos y pérdidas. 
Se acercan las fiestas de fin de año y muchas personas sufren esta época de encuentro y balance. Sucede que se tiende a realizar balances de las vidas, se remarcan las pérdidas y existe una presión social que exige el encuentro familiar feliz, no siempre deseado y real.


Especialistas analizan las angustias que se producen en estos días, exacerbadas por cierta fobia social que tiene parte de la población. La recomendación es aceptar el calendario y aprovechar la oportunidad para tratar de curar heridas abiertas, perdonar, reconciliarse y reencontrarse lo más sanamente posible.


1. Bajar expectativas. "Ante la llegada de fin de año y de las fiestas se genera excesiva expectativa, tanto para los festejos como para los cambios que deberían producirse a partir del año nuevo, lo que no siempre es acorde a lo que las personas pueden realizar", señaló el médico psiquiatra Roberto Ré, director de la Red Sanar.


"Es ideal bajar las expectativas y tomarse las fechas con más tranquilidad y también es importante evitar los excesos tanto de comida como de bebida que pueden exacerbar nuestras emociones o dolencias físicas", sostuvo.


2. Fobia social. El especialista explicó que estas fechas “dan lugar a nervios, discusiones, recuerdos y otras sensaciones que agudizan ciertas fobias; de hecho se estima que 10% de la población de nuestro país presenta algún trastorno mental que no le permite disfrutar de este período del año".


Entre esos trastornos, el especialista asegura que la "fobia social es una de las más comunes y se manifiesta a través del temor a ser evaluado negativamente por el resto o hablar en público; es por eso que muchos presentan excusas y no acuden a las reuniones, lo que genera un aislamiento social que lejos de solucionar el problema, lo agrava".


3. La felicidad de las propagandas. "La presión social cumple un rol clave en esto. Si uno ve publicidades en ellas se refleja una felicidad asociada a reuniones multitudinarias con mucha comida, muchos regalos, mucho brindis, pero se trata de una felicidad espuria", indicó por su parte la psicóloga Lidia Bequer, especialista en coaching.


Bequer, quien es creadora de un método terapéutico de liberación emocional, puntualizó que "un tema típico es la lucha entre `tu familia` y la mía`, `¿dónde la pasamos?`, y esto exige a las personas posicionarse en un lugar y, lo que es peor, va generando malas expectativas que crean un sistema de creencias limitantes".


"Estas creencias -continuó- generan un desequilibrio neuroquímico que actúa sobre el cerebro generando emociones negativas como miedo, ansiedad, enojo, que luego repercuten en el cuerpo: aumenta la presión, se dispara una gastritis, se exacerban las alergias".


4. Balances y fracasos. En el mismo sentido, la médica Leticia Glocer Fiorini, presidenta de la Asociación Psicoanalítica Argentina, sostuvo que "los balances de fin de año pueden generar estados depresivos por la actualización de duelos, pérdidas de seres queridos, fracasos en la vida amorosa o proyectos e ideales que no se cumplieron".


Sobre las pérdidas de los seres queridos, Ré sostuvo que "el recuerdo de las personas fallecidas suele ser en estos días más angustiante aún, por lo tanto se produce el fenómeno de reforzamiento negativo, se agrava la ansiedad y se intenta evitar el recuerdo y todo lo que lo evoque, instalando el proceso de fobia a las fiestas".


"También -describió Glocer Fiorini- pueden agudizarse conflictos de pareja o familiares justamente porque se trata habitualmente de momentos de revisión de las propias experiencias de vida".


La presidenta de APA mencionó además -al igual que los otros profesionales consultados- que "como consecuencia pueden manifestarse o intensificarse adicciones, como alcoholismo o drogadicciones, con riesgos de accidentes, o desórdenes alimenticios".


5. Aceptar y elegir. A la hora de enfrentar estos días finales del año Ré sugirió: "Aceptar el calendario como viene, es inútil oponer resistencia porque las fechas llegan, también es una oportunidad para tratar de curar heridas abiertas, perdonar, reconciliarse y reencontrarse con personas y distenderse y disfrutar lo más sanamente posible".


Por su parte, Bequer recomendó "reconocer valores y logros, perdonarnos todo lo que no hayamos conquistado, validar a las personas que nos rodean en lugar de recriminarles y elegir con quién pasar las fiestas".


"No elegir no implica rechazar y esto debemos transmitirlo. Uno puede querer esas fiestas estar con tal o cual persona y en las siguientes con otras, tiene que ver con ser leal a uno", concluyó.  

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