domingo, 3 de noviembre de 2013

SANTA FE: La cuadra hundida de Bº Mayoraz tuvo su repercusión en el Concejo

Desde mayo pasado hay, al menos, dos viviendas de esa zona por las obras de la estación de bombeo cloacal. Esta semana, Assa se reunió con vecinos

 Diario UNO de Santa Fe difundió, a principios de mayo pasado, la situación de una familia del barrio Mayoraz, cuya vivienda de J. P. López al 2.800 se rajó y desmoronó en gran parte mientras se encontraban en ella, a raíz del hundimiento de una estación elevadora de líquidos cloacales emplazada junto a la misma.


“Estábamos tomando mate y se nos bajó 15 centímetros la casa”, relataba en ese entonces Ángel Peralta, propietario del inmueble dañado. En el momento en el cual la casa se resquebrajó, se encontraba junto a su mujer Lilian en el patio, mientras que su hijo Gonzalo descansaba en una de las habitaciones. Cuatro meses después, el matutino regresó al barrio para registrar los daños en otra de las casas aledañas a la estación de bombeo cloacal. Allí viven otro matrimonio y sus dos hijos, quienes observan a diario el hundimiento de todo su patio.


Sus muros oscilan con sólo tocarlos y se observan graves rajaduras tanto en los mismos como en el contrapiso del espacio exterior. El portón de acceso al garaje quedó inutilizado, dado que la pared que
lo sostiene se encuentra quebrada en distintos sectores.

Hace 15 días el tema ingresó al Concejo Municipal de la mano de un proyecto del edil radical Esteban Aignasse, y tuvo su tratamiento y aprobación esta semana. La intención de los concejales fue asegurar las gestiones ante Aguas Santafesinas SA (Assa) para solucionar los problemas ocasionados por las obras de la estación de bombeo cloacal ubicada en la intersección de J. P. López y 9 de Julio.

No sólo en el recinto del cuerpo deliberativo local cobró vigencia este problema latente del barrio Mayoraz, sino también en el interior de la misma empresa a cargo del servicio. Días atrás, los vecinos de las casas aledañas a la planta de líquidos cloacales se reunieron con titulares de la entidad para plantear sus inquietudes ante los daños padecidos. “Estamos conformes con la reunión de hoy porque por lo menos nos escucharon”, manifestó Osvaldo,uno de los afectados del barrio.


“Nos presentaron un cronograma con las acciones a seguir y prometieron que en diciembre abrirán las licitaciones para las obras de la planta, que comenzarían recién en febrero y se extenderían por 90 días”, explicó.Griselda, otra de las vecinas, dijo a Diario UNO: “Sufrimos los problemas desde que instalaron la planta hace como 18 años. En ese entonces hubo seis bombas durante dos meses sacando agua de esta esquina; cuando se instaló la planta comenzamos con los inconvenientes”.

En el mismo sentido, continuó:“La casa y la vereda se van bajando y están rajadas. Ya tuvimos que hacer cortar el portón y la puerta, porque al ir cediendo el suelo se quedaban trabados”.Más allá de las familias que sufren los daños materiales en sus propias viviendas, todos los vecinos de la zona reclaman por la persistencia de los malos olores, que aseguran contaminan cada tarde-noche el ambiente y es por ello que abogan por una solución definitiva al problema por parte de Assa.

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