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viernes, 25 de octubre de 2013

ROSARIO: Reclamaron por la muerte de un adolescente en el Irar

Un centenar de personas marcharon ayer a la mañana hasta la puerta del Instituto de Recuperación del Adolescente Rosario (Irar), en Saavedra y Cullen, al cumplirse un año de la muerte del joven Fabián Orlando Lucero en una de las celdas del penal. Con pancartas que reclamaban justicia y pedían saber por qué y cómo murió el joven, los familiares del chico protestaron junto a militantes del Movimiento Evita y otras organizaciones sociales y políticas.
La Capital | 
Reclamaron por la muerte de un adolescente en el Irar

 Lucero tenía 17 años cuando el lunes 22 de octubre del año pasado fue detenido por efectivos de la comisaría 14ª acusado de un robo calificado. Entonces, la jueza de Menores Gabriela Sansó dispuso su traslado al Irar donde quedó alojado en un calabozo para tres internos en el ala Omega del sector F, de los más nuevos del edificio inaugurado en 1999.
Conocido. A pesar de que el chico brindó una identidad falsa en un principio, los celadores y sus huellas dactilares lo delataron ya que había estado detenido en el Irar junto a su hermano, un año menor, acusado del asesinato de Franco Nicolás Coronel, ocurrido el 19 de agosto de 2011 en la villa La Boca. Sin embargo, los padres de los hermanos Lucero siempre defendieron la inocencia de los chicos y realizaron varias manifestaciones a Tribunales.
Una vez en el instituto, el menor estuvo solo en la celda y luego fue encerrado con otros dos jóvenes, uno de ellos su cuñado, y por su propio pedido "porque conocía a los internos", dijeron entonces las autoridades. Sin embargo, desde la Coordinadora de Trabajo Carcelario se afirmó que "Lucero tenía problemas con los internos de la celda de al lado y fue en esa celda donde lo pusieron a la noche".
Lo cierto es que a las 3.10 del 24 de octubre el joven fue encontrado ahorcado con una sábana atada a uno de los barrotes de la celda por dos celadores. Sus compañeros, en tanto, dormían ajenos a todo. Horas más tarde la mamá de Lucero decía entre sollozos: "Esto no es un centro de rehabilitación, es una cárcel donde torturan a los pibes".

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