La Senadora Nacional dijo que el encuentro entre el Lole y Sergio Massa “era previsible”. Advirtió que tras el proyecto del intendente de Tigre se esconde “un plan de ajuste”. Instó a que la oposición ejerza un rol constructivo y no pretenda “gobernar desde el Parlamento”. “No necesito hacerle un guiño al gobierno nacional ni a Reutemann”, dijo Latorre.
La senadora Roxana Latorre no se sorprendió con la foto ni con el encuentro de Carlos Reutemann y Sergio Massa. La compañera de banca y ex vocera del Lole aseguró hoy a El Litoral que el alineamiento era esperable, a la vez que descartó su eventual pase a las huestes del intendente de Tigre.
“El acercamiento a Massa era previsible, pero básicamente por la direccionalidad que han tenido en los últimos tiempos los votos de Reutemann, y eso es algo que él tampoco ha ocultado. Reutemann -añadió- está en un espacio de oposición al gobierno nacional, votando con (el socialista Rubén) Giustiniani la mayoría de los proyectos. Le está dando un espaldarazo al propio Massa para que haga una buena elección en Buenos Aires”, interpretó.
Latorre fue la primera en hablar públicamente sobre una eventual candidatura de Reutemann a senador en 2015 o como compañero de Massa en una posible fórmula presidencial. Esta mañana, consultada al respecto, aclaró que fueron hipótesis ensayadas en el marco de una entrevista periodística.
“Me preguntaron si Reutemann estaba inactivo (políticamente) porque no lo veían y yo contesté que no, que lo veía activo y exultante, con intenciones de seguir en política. Entonces planteé lo de las candidaturas tipo de ciencia ficción, porque es algo que lo definirá él. Pero evidentemente -advirtió-, está muy jugado en ese lugar (el que lidera Massa). Personalmente, no lo veo otra vez como candidato a gobernador de Santa Fe”, volvió a especular.
En el mismo lugar
La legisladora tuvo una mirada crítica hacia la figura de Massa. “En nombre de la racionalidad y el equilibrio, hay una propuesta de ajuste. Y eso es lo que el pueblo tiene que saber, más allá de que sea lindo o feo chico”, planteó. Y a renglón seguido, ratificó su respaldo al kirchnerismo.
“Yo apoyo al gobierno nacional. Hubo alguna cosa con la que no estuve de acuerdo, no apoyé y me abstuve, pero en general apoyo porque concuerdo. Soy consciente de que es un gobierno que toca muchos intereses -sostuvo-, y a veces, eso genera incomodidades. Porque de la boca para afuera hay cosas que todos comparten (como el estatuto del peón rural, por ejemplo), pero en el fondo no están de acuerdo y no lo aplican”.
Latorre recordó que “tanto Reutemann como yo estuvimos en el bloque oficialista durante el gobierno de Néstor Kirchner votando el 99% de los proyectos, y también durante el gobierno de Cristina, hasta el conflicto con el campo. A partir de ahí, cuando firmo en disconformidad pero habilito el dictamen de las facultades delegados, Reutemann se enoja y arma su propio bloque unipersonal”.
“No me muevo de donde estoy -respondió ante la consulta de este diario-. No necesito ni hacerle un guiño al gobierno nacional, porque cuando tengo que hablar seriamente algo, lo hago directamente con la presidenta; ni con Reutemann, con quien mantengo una relación cordial, pero no política porque él ya está en una postura de opositor”, expresó.
El futuro
De cara al futuro, Latorre fijó especialmente la atención en la transición que se generará entre las legislativas de octubre y las presidenciales de 2015.
“Hay un reacomodamiento de cara a las elecciones de 2013; el tema es si de cara a 2015, el PJ va a marchar unido o dividido, lo cual le daría ventajas al polo opositor. La clave -consideró- es cómo quedarán las fuerzas conformadas en el Parlamento nacional. Si queda una oposición racional, como dice (Hermes) Binner, sin aspirar a la presidencia de Diputados; o si pretenden gobernar desde el Parlamento. Lo que digo es: cuidado en cómo se para la oposición para garantizar la gobernabilidad’”.
Por eso, consideró que “el ciudadano tiene que pensar muy bien en poner el voto, no porque nos guste o no la figura de (Jorge) Obeid, sino porque tiene que ver con la gobernabilidad de la presidenta. He estado en el Congreso mucho tiempo y he visto cómo en una noche, una oposición irracional puesta de acuerdo tumba derecho. Si se arma un arco opositor racional, bienvenido sea; pero si la idea es el debilitamiento del Ejecutivo, la cosa cambia”, insistió.
Sobre el resultado de octubre, prefirió no arriesgar. “Hay que ver si se vota desde la formalidad o con la cabeza y el corazón. La gente sí tiene que saber que puede perder derechos; no es una amenaza, pero tiene que saberlo”, concluyó.
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