lunes, 23 de septiembre de 2013

Las 10 dudas que las mujeres tienen sobre sexualidad

Cómo y cuándo se encuentra el placer, cuál es el tamaño “normal” del pene, existen o no los multiorgasmos y dónde está el punto G, son algunas de las preguntas más frecuentes que se hacen las santafesinas a la hora de hablar de sexo. La opinión y respuestas del sexólogo local Norberto Del Pozo.
Desde la década del 60 a esta parte, con la invención de la pastilla anticonceptiva y la llamada revolución sexual, la mujer comenzó a pedir y exigir en torno a su sexualidad, ya que hasta ese momento era el hombre el que disponía de cómo, cuándo y por qué se tenía sexo. En ese contexto, Ser UN@ salió a la calle y eligió al azar a diez mujeres santafesinas –de distintas edades y profesiones– las cuáles manifestaron algunas de las dudas que tienen, las cuales fueron respondidas por Norberto Del Pozo, doctor especialista en sexología.

Cómo y cuándo se encuentra el placer, cuál es el tamaño “normal” del pene, existen o no los multiorgasmos y dónde está el punto G, son algunos de los temas que se abordan en este imperdible cuestionario sobre sexualidad femenina.

1. —¿A qué edad es normal que aparezca el apetito sexual en la mujer? 
—La aparición del apetito sexual se produce, generalmente entre los 13 y 15, etapa que coincide con el comienzo de la pubertad, que en la mujer se manifiesta con el desarrollo de los pechos y el inicio de la menstruación. Para el hombre es similar en edad, y se manifiesta en concordancia con la aparición del vello púbico, el cambio de la voz y demás.

2. —¿El tamaño del pene es importante?
—El tamaño “normal” del pene es, en promedio, entre 15 y 17 centímetros en erección, pero hay una pequeña proporción de hombres que tienen más de 18 centímetros en erección o menos de 10. Dichos tamaños no tienen influencia en el desempeño y disfrute del acto sexual; es decir, científicamente no hay razones para mantener el mito que dice que el tamaño importa. Pero como nuestra sociedad valoriza tamaños, frecuencia y cantidades, el varón que sí cumple con esos requisitos se siente más seguro. De todas maneras, desde la consulta he podido apreciar que hay parejas que disfrutan mucho o no, independientemente del tamaño del pene. Hay varones con tamaños muy grande que encuentran dificultades en sus relaciones sexuales y a la inversa, pero todo es muy individual. Definitivamente, no se puede decir “a mayor tamaño más satisfacción sexual”.
 
3. —¿Cuál es la posición ideal para llegar al orgasmo?
—Cualquier posición donde el clítoris sea estimulado directamente o indirectamente es buena, pero depende de cada persona, es algo individual. El orgasmo no sólo depende de una estimulación adecuada, sino que intervienen otros factores vinculares, personales, situacionales para que se produzca. La pareja buscará cuál es la posición o situación más adecuada para conseguirlo.

4. —¿Es necesario que exista el sexo oral para lograr una sexualidad plena?
—El sexo oral es complementario de las diversas prácticas, pero no es imprescindible. Cada pareja debe decidir si lo realiza o no, y estar ambos de acuerdo. Es decir, todas las prácticas sexuales, sean de sexo oral, anal, incorporación de juguetes sexuales, o la que sea, tienen que estar consensuadas entre ambos, porque sino entra en juego lo que es el poder de uno sobre el otro y eso nunca está bueno.

5. —Se dice que la sexualidad masculina es más genital y la femenina es más cerebral, ¿qué hay de cierto en eso?
—Esa es una cuestión cultural que se ha impuesto también, porque desde el punto de vista biológico la diferencia no es notoria, tanto el hombre como la mujer tienen necesidades sexuales del mismo modo.

6. —¿Es normal que antes o después de la menstruación la intensidad del deseo sexual se modifique?
—Sí, y muchas mujeres lo refieren, porque es algo que está muy vinculado con las modificaciones hormonales durante el ciclo femenino.

7. —¿Es necesario que la pareja llegue al orgasmo al mismo tiempo?
—Si bien algunas parejas lo logran y lo disfrutan, hay muchas otras que no. Estas últimas muchas veces se obligan a lograrlo y pagan un costo que no es bueno, ya que se frustran. Por eso, tiene que quedar claro que el tiempo no es lo primordial y que ello no es una condición para el disfrute.

8. —¿Todas las mujeres pueden lograr tener multiorgasmos?
—La mayoría de las mujeres son potencialmente multiorgásmicas, pero no todas lo consiguen. Eso dependerá de factores individuales, forma de relacionarse coitalmente, cuestiones psicológicas, ambientales, didácticas o de pareja. De todas maneras, no debe pensarse el hecho de no tener multiorgasmos como algo anormal.

9. —¿Cómo hay que alimentar el deseo después de 10 o 20 años de pareja o cuando la relación se vuelve monótona?
—Depende de cada pareja. Si la misma siempre puso creatividad en el encuentro erótico y disfrutaron mucho, seguramente no tendrán problemas en adaptarse a los tiempos, y las que no, tendrán que hacer un esfuerzo, renovando la forma de seducción e incentivando el encuentro, buscando tiempos, lugares y nuevos repertorios para reencontrarse. Para esto es importante la comunicación, que será siempre el mejor aliado para resolver un conflicto. Si esto no se logra habrá que hacer una consulta a un especialista.

10. —¿Qué es el punto G?
—Hace muchos años el doctor Ernst Gräfenberg (ginecólogo alemán) describió una zona en la cara anterior de la vagina, detrás del pubis, que producía una gran excitación en las mujeres y hasta podía llevarlas al orgasmo. Si bien se escribió mucho a favor y en contra de su existencia, en estos tiempos muchos investigadores concluyeron que no todas mujeres experimentan esto, lo mismo que la eyaculación femenina. O sea, que son ejes variables dentro de la sexualidad de las mujeres. No obstante es muy positivo que las parejas investiguen cuáles son los puntos o zonas erógenas de cada uno, sin importar el nombre que tengan o que quieran ponerle. La cuestión es disfrutar del y con el otro, sin que sea imprescindible encontrar el punto G.

Puntos extras
Diez preguntas sobre sexualidad no parecían suficientes, ya que todas las mujeres consultadas se animaron a reflejar más de una. Aquí, algunas de las que más coincidencias tuvieron, para que no queden en el tintero.

—¿Se modifica el deseo sexual luego de la maternidad?
—Sí, es una situación transitoria y tiene que ver con modificaciones hormonales que bajan la libido. A eso se suma el amamantamiento, las malas noches y todo lo que significa criar un bebé, que pueden interferir en el deseo sexual de la madre, por sobre todo. Pero esto no debe significar una alarma, porque pasado un tiempo prudencial todo vuelve a la normalidad.

—¿Hasta qué edad se tienen deseos sexuales? 
—El deseo espontáneo disminuye con los años, aunque el interés por lo sexual no se pierde nunca. La caída del deseo dependerá de las hormonas que van disminuyendo con el tiempo, pero además dependerá de la salud física, psíquica y cuestiones individuales y socioculturales de cada individuo. No se puede generalizar.

—¿Influye la educación, crianza y el entorno con en el desempeño sexual?
—Absolutamente. Si la educación que recibió el individuo es represiva, inhibida, vergonzosa, con mitos y tabúes, así será la sexualidad que vivirá en su adultez. Aunque si la persona se informa y aprende a revertir los mandamientos negativos que le fueron impuestos, podrá lograr tener una sexualidad plena, placentera y saludable.

—¿Se aprende a tener “buen sexo”?
—Uno nace con predisposiciones para aprender cualquier cosa. La sexualidad se aprende y se va mejorando con la experiencia, desechando algunas conductas que no nos gratifican y dejando o incorporando lo que nos hace sentir bien. El tema es investigar, consultar y practicar con su pareja, con el objetivo de sentirse satisfecho con el encuentro erótico, porque cuando esto sucede es porque estamos teniendo “buen sexo”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario