martes, 13 de agosto de 2013

SANTA FE: Siete Jefes y Candioti en la mira de los ladrones

Hubo varios robos durante el fin de semana. Vecinos y comerciantes reclaman urgente por mayor vigilancia en la zona.
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Siete Jefes y Candioti en la mira de los ladrones

 Un kiosco y varias casas de familia fueron blanco de la delincuencia este fin de semana, en una seguidilla de golpes que tuvo por escenario a los barrios Siete Jefes y Candioti. 

La secuencia se inició en la mañana del viernes con el golpe dado en una vivienda de Iturraspe al 900 y prosiguió luego durante todo el sábado y la madrugada del domingo.

Debido a esta situación, vecinos y comerciantes de la zona hicieron oír sus quejas y reclamaron por una mayor presencia policial. 

* El sábado, minutos antes de la medianoche, dos sujetos ingresaron al kiosco Lago Puelo, ubicado en bulevar Gálvez y Dorrego. 

Uno de los individuos quedó del lado del salón mientras que su compinche, en cuestión de segundos, pasó al otro lado del mostrador.

Una vez allí, encañonó al empleado del local a quien bajo amenazas lo redujo y lo despojó del dinero que había en la caja registradora.

No conforme, llevó a su víctima hasta el baño del inmueble donde lo dejó encerrado, para luego requisar con tranquilidad la totalidad del negocio.

Tras su recorrida, el malviviente sumó al botín, además del dinero, tarjetas de teléfono y otros objetos de valor que encontró.

“Estoy cansada”

“Estos tipos (por los ladrones) saben cómo y cuándo actuar”, dijo hoy Laura Gerbaudo, la titular del comercio. “El sábado era una noche con muy poco movimiento de gente. Un poco por el frío y otro poco porque no se podía vender alcohol por la veda electoral. 

“Yo ya tengo tantos robos encima que ya no me asombra nada, pero la verdad es que me siento muy cansada. Si nadie hace nada esta inseguridad va a crecer. Lo que pido, como ciudadana y como pagadora de impuestos, a los concejales y a las autoridades es que por favor se ocupen de la inseguridad. Que lo tomen como algo primordial en su agenda”.

En otra parte, la mujer indicó que “no se puede seguir trabajando de esta manera. Uno está rogando que no me golpeen; que no me maten. En vez de tener mi cabeza ocupada con cuestiones comerciales, uno tiene que estar pensando en cosas vinculadas a la inseguridad”.

“Encima cuando la policía los detiene, uno se entera después de que los largaron al otro día. La sensación de hartazgo ante todo esto es evidente”, sentenció.

Mañana de terror

El viernes a la mañana, tres delincuentes armados se metieron en una casa de familia, en Iturraspe al 900. Robaron dinero y joyas y amenazaron a la dueña de la vivienda con cortarle una mano, mientras le apoyaban un cuchillo de cocina.

Vestidos con ropas de trabajo, los rufianes sorprendieron a la dueña de casa cuando se encontraba en la puerta de su domicilio.

“Uno de ellos me tomó por detrás y me apoyó lo que creo que era un arma de fuego en la espalda”, dijo a este diario.

Lo que siguió fue una verdadera pesadilla que incluyó terroríficas amenazas de amputación de miembros e incendio de la vivienda.

Maldito sábado

El sábado no se quedó atrás en materia de ilícitos, ya que los amigos de lo ajeno hicieron de las suyas en otras dos viviendas particulares.

Fue durante la tarde que los cacos ingresaron a un inmueble de bulevar Muttis al 700. Tras violentar distintas aberturas, los rufianes accedieron a la vivienda desde donde sustrajeron gran cantidad de electrodomésticos, además de dinero en efectivo.

* Ya entrada la noche, los cacos volvieron a actuar en un inmueble de Laprida al 3600.

El atraco comenzó cuando autores ignorados violentaron la cerradura de un garaje. Cumplido este paso, los ladrones accedieron a la vivienda de la familia Saux.

Aprovechando la ausencia de sus moradores, los rufianes causaron gran desorden en distintos ambientes, para finalmente fugar con algunos objetos y valores.

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