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domingo, 7 de julio de 2013

La crecida pondrá a prueba los desagües de la Costa-LA INUNDACIÓN DEL PARANÁ

Los vecinos advierten que los canales, alcantarillas y reservorios deben estar limpios para evitar riesgos cuando llegue el pico de la creciente y la napa se eleve. Esta semana, cuadrillas del gobierno, el municipio y la comuna de Rincón repararon defensas y limpiaron conductos pluviales.


La crecida del Paraná también supone otro riesgo: la vulnerabilidad hídrica ante escenarios de lluvias intensas aumenta porque la inundación hace subir el nivel del acuífero. Con la napa alta —como dicen los vecinos—, el agua de lluvia enseguida “encharca” y puede inundar cuando son milimetrajes significativos. Es una historia que muchos santafesinos vivieron en primera persona en los barrios de la ciudad, en el otoño de 2007, y que también golpeó muy fuerte en la Costa.

Ésta es una cuestión que ahora sobre todo preocupa a la gente de Colastiné y Rincón, que viven rodeados por un anillo de defensas, especialmente en las zonas donde las cotas son más bajas. El invierno es la época del año en la que menos llueve y no son habituales las tormentas convectivas que acumulan muchos milímetros. Pero para reducir el nivel de riesgo, es clave que el sistema de desagües esté limpio y las estaciones de bombeo funcionen correctamente. 

“Hay que asegurar la conducción del agua hacia los reservorios, y que éstos puedan almacenarla y bombearla hacia el río, porque cuando hay crecida la infiltración se restringe y las salidas naturales se pierden al estar el sistema alto”, explica a El Litoral Héctor Bianchi, ingeniero del Instituto Nacional del Agua (INA) y director del Plan de desagües de la Costa, un estudio que el INA está realizando para la Municipalidad de Santa Fe —ya se terminó la primera fase— y que define las obras que se necesitan en la Costa para mitigar el riesgo hídrico.

Esta semana, El Litoral recorrió algunos de los desagües y reservorios de la Costa para monitorear las tareas que se están realizando.

En Villa California, una cuadrilla de la Comuna de Rincón comenzó a limpiar el canal a cielo abierto de Callejón Tranquilo, que estaba lleno de malezas, restos de poda y algo de basura. Y también se empezó a trabajar en el canal que va por Los Eucaliptos y que tenía los mismos problemas. Estos dos desagües terminan en el reservorio de Villa Añaty, contra el bañado de la laguna Setúbal. 

El canal de guarda de este terraplén —como había advertido El Litoral hace quince días— estaba tapado por las malezas y la basura, pero también se limpió esta semana con una retroexcavadora de la Constructora Pilatti. La cantidad de residuos que hay en el sector, cercano al basural de callejón San Martín, es muy importante. El jueves pasado, por ejemplo, el esqueleto de una vieja heladera quedó contra una de las salidas de la Estación de Bombeo.

Mucha basura

En Rincón, esta semana el desagüe de calle Bomsembiante seguía con muchas malezas, pero son problemas que se pueden resolver con mantenimiento. El desagüe de calle Vergara estaba limpio y en buen estado.

Los canales que van hacia el reservorio de Los Espinillos también acumulaban mucha basura, en la recorrida que realizó El Litoral esta semana. 

Los vecinos, y también la oposición, reclamaron que la comuna limpie todos los desagües (Gamboa, Vergara, San Martín, etc.), pruebe las Estaciones de Bombeo y se determine qué medidas se van a tomar en calle Santa Rosa (la lonja).

En la recorrida de El Litoral, en Colastiné, en la Estación Los Naranjos, entre Los Urunday y callejón Laborie, el canal de guarda estaba tapado con basura y se había formado una laguna muy cerca del reservorio, probablemente por la clasificación de basura que realizan algunas familias de la zona.

En la zona de calle Los Jazmines, del lado del Río Colastiné, en el caso de producirse lluvias el sistema ahora cuanta con el nuevo canal a cielo abierto que se construyó como obra complementaria de la Ruta 1. Una obra similar se comenzó en Los Algarrobos. 

Otra cuestión que habrá que analizar con cuidado es cómo responde, desde el punto de vista hídrico, el sector que está afectado por los trabajos de la autovía de la Ruta 1. En este momento, al comienzo de la Ruta 1, hay un fuerte movimiento de tierras que ha provocado la acumulación de agua durante los últimos meses.

Pero para sacar conclusiones definitivas habrá que ver cómo se comporta toda la zona en el caso de que se produzca el combo: lluvias intensas más crecida (napa alta). Según las proyecciones del Instituto Nacional del Agua, el pico de la crecida llegaría el 22 de julio (5,70 metros) y el río mantendría una altura por encima de la normal durante la mayor parte de agosto.

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