jueves, 18 de abril de 2013

Las reservas caen debajo de u$s40 mil millones por primera vez desde 2007


Los activos líquidos del BCRA retrocedieron a u$s39.810 millones debido a la cancelación de vencimientos de deuda. En el año perdieron más de u$s3.400 millones, un 8%.


Las reservas del Banco Central quebraron el piso de los u$s40 mil millones, por primera vez en casi seis años, después de la cancelación de vencimientos de deuda de los Bonar X. De esta forma, quedaron en su nivel más bajo desde el 16 de mayo de 2007, cuando alcanzaron los 39.700 millones de dólares.
Las reservas caen debajo de u$s40 mil millones por primera vez desde 2007
La entidad que preside Mercedes Marcó del Pont entregó dólares al Tesoro para afrontar los pagos de Boden 2015 a principios de abril, por 204 millones de dólares. Este miércoles se cumplió con el pago de intereses del Bonar X por 164,5 millones de dólares. Asimismo, a fin de mes se efectivizará la cancelación del Boden 2013, por 243 millones de dólares.
"El balance del Banco Central seguirá deteriorándose –cada vez menos dólares y más papeles de deuda del Estado– si se continúa pagando deuda con reservas y se sigue emitiendo para financiar al Tesoro", evalúa la consultora Economía y Regiones. "Esta política del BCRA no sólo acelera la inflación, sino que hace subir el tipo de cambio paralelo, que se mueve \'de la mano\' del tipo de cambio de cobertura en el corto, mediano y largo plazo", añade el estudio.
Los activos líquidos del organismo retrocedieron en tres meses y medio transcurridos de 2013 unos u$s3.480 millones, más que todo lo perdido en 2012 (-u$s3.086 millones), año en el que hubo importantes pagos de deuda. De mantenerse la tendencia, también podrían superarse los u$s5.814 millones resignados en 2011.
"Es necesario poder controlar la evolución de las reservas internacionales. Y ahí entran en juego cuestiones como el comercio exterior, el turismo, la inversión extranjera directa y la fuga de capitales", opinó Juan Pablo Ronderos, gerente de Desarrollo de Negocios deAbeceb.com. En lo que respecta a la cuestión fiscal, recordó que "la decisión de no acudir al financiamiento externo –a esta altura una decisión meramente política, ya que hay opciones para resolver el impedimento que rige actualmente– y pagar con recursos propios ha puesto una presión extra no menor sobre el balance del BCRA”.
Las reservas internacionales disminuyeron un 24,4% desde el récord de u$s52.654 millones del 26 de enero de 2011. Sólo en la última jornada restaron 234 millones.
La pérdida de valor del oro en los mercados internacionales afectó a las reservas, que desde el viernes restaron más de u$s400 millones por las tenencias en metálico del organismo emisor. En tanto, la salida de depósitos en dólares, contabilizados por encajes bancarios, continúa presionando en la hoja de balance del Central, a un ritmo de pérdida diaria en torno a los 50 millones de dólares.
Ingresos por la soja
La caída de reservas se produce en un período de mayor ingreso de dólares por la liquidación de la cosecha gruesa, propia del segundo trimestre del año. "A su propio ritmo, el dólar mayorista, a $5,16, volvió a registrar un ligero reacomodamiento regulado por lasintervenciones del BCRA en un ambiente de mayor liquidación de exportaciones", apuntóGustavo Ber, economista del Estudio Ber.
Agentes cambiarios estimaron que parte de los pesos percibidos por los productores del agro al rendir la exportación de soja se volcaron a compras de dólares en la plaza informal. En un marco de restricciones de la AFIP y el Banco Central para adquirir divisas en el mercado minorista, la divisa norteamericana en el circuito paralelo avanzó hasta los 8,70 pesos.
"El dólar en $8,70 no es nada disparatado en función de la inflación y del cepo cambiario. Acá no hay que preocuparse porque existe un cepo cambiario, ese es el reaseguro que tiene el Gobierno, una de las principales herramientas es esa", afirmó Jorge Compagnucci, analista de Fénix Report.
"Lo único, que en este cambio de ciclo económico que va a surgir en los mercados emergentes, el cepo cambiario tenía que estar inducido con el otro cepo, que es el inflacionario. No había que permitir aumentos salariales e las paritarias del corriente año, mantener la estructura salarial y así mantener un congelamiento de precios", agregó.
"El segundo trimestre del año, en un escenario de abundancia relativa de divisas y aún \'alejado\' de las elecciones, parece ser el más adecuado para acelerar el ritmo devaluatorio. La única incógnita de corto plazo se refiere a la reacción de la política cambiaria en caso de que la paridad informal vuelva a escaparse", expone Empiria Consultores en su informe Monetario y Cambiario. "No obstante, llevar la devaluación a un ritmo no inferior al 20% anual ya parece inexorable", anticipa.

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