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viernes, 1 de febrero de 2013

"Los incrementos que se demandan son inviables"


Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la UIA, dijo a Infobae que un desdoblamiento de las paritarias puede "acelerar las expectativas de inflación". Aseguró que la suba del mínimo no imponible es un gesto en la dirección adecuada.

Si las discusiones salariales se impusieron en la agenda en los primeros días del año, el aumento del 20% del mínimo no imponibleanunciado por el Gobierno recalentó aún más lasparitarias. Los gremios no están conformes y sostienen que los cambios en ganancias son insuficientes. Y las negociaciones recién comienzan.
A contramano, los industriales se enfocaron en el impulso del consumo interno como efecto positivo. Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), dijo en una entrevista con Infobae que el aumento es un “gesto en la dirección adecuada”, pero aún es pronto para ver los efectos.
Aunque moderado en sus críticas, el abogado argentino y vicepresidente Ejecutivo de la Organización Internacional de Empleadores (OIE) no se mostró contento con los reclamos salariales, pues los incrementos que se piden “son inviables” y pide racionalidad en los porcentajes. Además, pidió un diálogo tripartito entre Gobierno, sindicatos y empresarios para alcanzar acuerdos de mediano y largo plazo.

 -¿Está de acuerdo con el aumento del mínimo no imponible del 20% que anunció el Gobierno esta semana?
Es un gesto en la dirección adecuada. Falta ver la evaluación que hace cada sector gremial y cuál es el real impacto en los convenios respectivos. En los niveles de salarios que tienenpetroleros, camioneros o mineros el impacto del impuesto puede ser mayor, porque los salarios son muy altos. En los salarios básicos de gremios industriales, esta medida tiene influencia. 
-La principal queja de los sindicatos es que la actualización en Ganancias quedará sin efecto tras un aumento de sueldos a través de paritarias…
Hay que ver convenio por convenio, no se puede decir ninguna de las dos cosas, de que no va a afectar a nadie o a todos. Habría que mirarlo en la realidad. Lo del mínimo no imponible se aplica desde marzo, y los aumentos son por etapas. No es un impacto inmediato. En la industria, los convenios que nos toca negociar se ponen sobre la mesa antes de que cierren, porque hay rubros que no son salariales, como viáticos, comidas, y eso no tributan.
-Las dos CGT y la CTA oficialista sostienen que es insuficiente, e incluso se pidieron aumentos del 50% en el mínimo no imponible. ¿Qué opina de ese reclamo?
No puedo juzgarlo. Los incrementos salariales que se demandan son inviables, y espero que lleguemos a cifras racionales.
-¿Se refiere a los aumentos con un piso del 25% que reclaman algunos gremios?
No quiero decir porcentajes. He escuchado cifras, que llevarían los niveles salariales de determinadas actividades industriales muy por encima de su valor si se compara con Brasil y México, países con los que nos toca competir. Acá hay que tener en cuenta que debemos bregar por negociación de salarios reales, no nominales, e incrementos de esa naturaleza no corresponden con la competitividad ni con las posibilidad de la economía de generar producción y empleo. Hay cosas deseables, pero no son posibles.
-La competitividad está al tope de los reclamos empresariales. ¿Cómo influye la carrera que se genera entre salarios e inflación?
Debemos trabajar por la estabilidad macroeconómica, porque es la que permite evitar carreras de salarios y precios. En esas carreras, no gana nadie, ni trabajadores ni empresarios. No tenemos que caer en ese círculo no virtuoso.
- ¿El Gobierno debería asegurar esa estabilidad macroeconómica?
Esto es una de las cosas que debe generar un ámbito de diálogo tripartito, todos somos partícipes, el Gobierno desde ya, pero también los trabajadores y empresarios. Debemos participar en un diálogo responsable para enmarcar lo que deberían ser las grandes políticas de Estado, donde se alienten las condiciones para la inversión y la generación de más empleos, sobre todo para jóvenes.
-El diálogo tripartito parece haber fracasado en los últimos años. ¿Cree que es necesario un sinceramiento de la inflación para que empresarios, sindicatos y Gobierno se sienten en la misma mesa?
Hace falta crear las condiciones para el diálogo. No siempre fracasó, quizás sus resultados no han sido ambiciosos. En la crisis de 2001 hubo un diálogo que permitió atenuar el impacto laboral en una crisis fenomenal de la Argentina. Si es para discutir el salario mínimo ya lo hacemos, en políticas de empleo y formación es el diálogo que falta. Debe haber una agenda de objetivos de mediano y largo plazo.
-¿Pero la inflación no influye?
No creo que nazca sólo de la inflación, desde ya es un factor a considerar, pero no es sólo eso. Es lo mismo que los problemas de competitividad, que no se arreglan solo con políticas cambiarias.
-Los gremios opositores hablan de un desdoblamiento de las paritarias. ¿Cree que es una posibilidad de cara a 2013?
Eso lo veo inviable. Si hablamos de inflación lo peor que podemos hacer es acelerar las expectativas, porque caemos en la profecía autocumplida. Con un desdoblamiento, el marco es imprevisible y no podemos cerrar salarios por un año. Cualquier índice de inflación que tome, sea el de provincias, Congreso o el oficial, los salarios de los tres últimos años han estado por encima de la inflación en el sector privado industrial. 

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