El ex intendente fustigó a los principales referntes santafesinos del kirchnerismo por las críticas vertidas respecto de la situación de violencia que se vive en Rosario. Dijo que las críticas tienen un fin electoral.
La Capital |
El senador provincial y ex intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, salió al cruce de las críticas vertidas por el peronismo santafesino en las últimas horas sobre la política de seguridad provincial.
Ayer se hizo público un durísimo documento del PJ provincial, en el que cuestionaba a la gestión provincial por la situación de violencia que se vive en los barrios de Rosario, calificando a Rosario como una "narcópolis". Hoy la intendenta Mónica Fein dijo que tales apreciaciones son "una barbaridad política" que no ayudan a resolver el problema de fondo.
Al respecto, Lifschitz dijo que "hay una intencionalidad y una actividad desplegada particularmente por dos representantes del gobierno nacional en esta provincia, que tienen aspiraciones electorales para este año, como el diputado Agustín Rossi y el secretario de Transporte Alejandro Ramos, que obviamente están fogoneando y alimentando todo lo que sea una crítica despiadada sobre la ciudad, sobre el gobierno de la ciudad y el gobierno de la provincia".
Para el ex intendente rosarino, los cuestionamientos de Rossi y Ramos "lógicamente tienen como último destinatario a nuestro candidato a presidente y probablemente una de las figuras con mayor perspectiva para enfrentar a la presidenta de la Nación o a quien sea el candidato del kirchnerismo en el año 2015", en referencia al ex gobernador y líder del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner.
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