Lo dijo Silvio Alarcón, es secretario del Sindicato Unico de Trabajadores de Control, Admisión y Permanencia de Rosario, comúnmente conocido como de patovicas, y además trabaja en varios boliches y eventos.
La Capital |
Silvio Alarcón es secretario del Sindicato Unico de Trabajadores de Control, Admisión y Permanencia, comúnmente conocido como de patovicas, y además desempeña este oficio en varios boliches y eventos. "El problema con las graduaciones de los secundarios —apuntó— es el consumo de alcohol. Los chicos toman mucho, sus padres los autorizan y después vienen las peleas".
Alarcón sostuvo que es frecuente que los bailes de graduación se contraten con "barra libre", lo cual permite que tanto los agasajados como sus amigos puedan acceder a gran cantidad y variedad de tragos. "También es común que el personal de seguridad o los mozos cuando revisan el salón encuentren petacas con bebidas alcohólicas que llevan los pibes", señaló.
El problema, apuntó, son los alumnos del secundario. "Hace 15 años que trabajo en seguridad y trabajé en muchas graduaciones de todos los colegios y facultades. Siempre ocurre lo mismo, toman mucho, mezclan mucho y después producen incidentes. El mayor inconveniente está en los que terminan el secundario, pero los padres autorizan que eso pase, porque incluso ellos firman los contratos de las fiestas", alertó.
"Acá la responsabilidad está en los padres, yo lo soy y trato de que mis hijas no consuman alcohol. En las mujeres, las chicas tiene más aguante toman más y demoran más tiempo en emborracharse. Los dueños de los locales hacen su trabajo, es su comercio. El problema está en los padres que permiten tomar y después llega la barra libre que allí viene el descontrol", concluyó Alarcón.
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