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sábado, 22 de diciembre de 2012

La ciudad de Rosario, el día después


Dos muertos, 50 heridos -dos de ellos en grave estado- y 150 detenidos -la mayoría imputados de "robo calificado"-, fue el saldo de los saqueos a supermercados. El ministro de Seguridad habló de "instigadores, que no son políticos, que usaron la situación climática para cometer vandalismo" y apuntó que gente ligada al narcotráfico "no está ajena".


La ciudad de Rosario, el día después
Los saqueos a supermercados durante la madrugada de ayer, generaron situaciones trágicas: una mujer murió en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez tras ser apuñalada; y otro muchacho falleció al recibir un disparo en el cráneo y se investiga de dónde provino la bala. En el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) ingresaron 25 heridos - dos permanecían graves- y otros 25, al Roque Sáenz Peña. Los detenidos fueron 100 imputados por "robo calificado". El gobernador Antonio Bonfatti dijo que "la Justicia tiene pruebas y trabaja para resolver". Para el ministro de Seguridad provincial, Raúl Lamberto, hubo "instigadores, que no son políticos, que usaron la situación climática para cometer vandalismo"; y apuntó que gente ligada al narcotráfico "no está ajena" a lo sucedido. La decisión política fue montar "importantes operativos" en distintas zonas de la ciudad.
La primera señal del gobierno, ante la situación de anteanoche, llegó por parte de Lamberto. La madrugada fue complicada en las zonas oeste y sudoeste, y preocupó a las autoridades. El mediodía pintaba un cuadro desolador. Más temprano, el gobierno analizó los hechos cometidos y apuntó a la falta de necesidades de la gente que sacó mercadería de los negocios: "No estaba evacuada, ni inundada", dijo el ministro, y señaló que se trató de "robos y actos de vandalismo, utilizando la situación que generó el temporal" del miércoles. Ello generó que el ex gobernador Hermes Binner twitteara pidiendo "condena unánime".
Luego de trazar el contexto en el que se sucedieron los robos, Lamberto indicó en conferencia de prensa, acompañado por el secretario de Seguridad, Matías Drivet, y los jefes de policía de la provincia, Cristian Sola; y de Rosario, Walter Miranda, que además de los 150 detenidos -que luego bajó a 100-, hubo unos 14 vehículos secuestrados, entre ellos un taxi, vinculado a los robos, que según el gobernador están identificados como los que marcaban los lugares donde actuar.
Para esa hora, Lamberto confirmaba lo que pidió la intendenta Mónica Fein a la ministra de Seguridad Nilda Garré, sobre el apoyo de gendarmes. Desde el municipio indicaron que, Fein envió una carta a la ministra y el secretario de Seguridad Nacional, Sergio Berni, se comunicó con ella "para poner a su disposición a la legación de la fuerza federal que reviste en la ciudad".
Lamberto aseguró que en los hechos de la madrugada de ayer "actuó un grupo reducido de entre mil y dos mil personas, que aprovecharon un hecho meteorológico para cometer actos vandálicos, no por necesidad. Hubo instigadores, actores y autores que no tienen nada que ver con problemas sociales o reclamos por las inundaciones. Relevamos gente muy joven que se movía de un lado para el otro. Los robos fueron vinculados a bebidas alcohólicas. Queremos descartar la existencia de organizaciones detrás de esto", dijo; y pidió intervención a la Corte Suprema provincial y del procurador Jorge Barraguirre.
Consultado sobre las denuncias de connivencia policial que advirtieron vecinos, indicando que en algunos casos "la policía dejaba entrar" a los comercios, Lamberto señaló: "Hay que descartarlo; no se condice con la realidad". Y justificó el pedido de refuerzos: "Este es un hecho que excede a la ciudad de Rosario".
Al reivindicar a la policía, dijo que "se garantizó la seguridad. Fuimos solucionando situaciones junto con los municipios". Y agregó: "Ante el esfuerzo coordinado con organizaciones sociales, partidos políticos y fuerzas policiales, hay una posición de solidaridad". Sin embargo, lamentó: "Vi dos Rosario: una pensando en las fiestas, cenando afuera y paseando; y un grupo reducido generando vandalismo".
Aunque "el 90 por ciento" de la primera veintena de robos se dio en supermercados chinos, pasadas las 13 de ayer, hubo conflictos en otros comercios. La más impactante fue la situación de Empalme Graneros (ver aparte).
Tras la detención de las primeras personas --29 eran menores--, por la mañana se agregaron otras nueve; y más tarde otra docena. Pasadas las 13, desde el Juzgado de Instrucción 5º indicaron que 92 quedaron imputadas por "robo calificado en poblado y en banda", delitos que estipulan entre 5 y 15 años de prisión; mientras que algunos acusados podrían ver agravada su situación ante la participación de menores. Al parecer, todo se aceleró cuando Barraguirre llegó a Rosario, para "dar instrucciones de que se identifiquen la huellas digitales y se encuentre a tres personas con pedido de captura", dijo Bonfatti, quien agregó: "Algunos instigadores están individualizados porque había un par de autos dando vueltas y unas motos marcando dónde tenían que ir a robar, están filmadas las patentes y las personas".
En ese sentido, la Corte Suprema resolvió que el juez Beltramone se sume desde hoy a las investigaciones, que en principio lleva adelante la jueza Pérez Vara. Además de cuatro fiscales. Las declaraciones a los imputados seguirán hoy en Tribunales.
En cuanto a los fallecidos, se trató de dos hechos diferentes, en la zona sur. En uno de los casos, la víctima fue una mujer de unos 40 años que murió como consecuencia de una herida provocada por un arma blanca -y no por un corte con un vidrio de uno de los locales atacados, como se dijo- en Avellneda y Quintana y aunque fue atendida en el HECA, falleció por la cantidad de sangre perdida.
En tanto, un muchacho, de 25 años, fue baleado en Avellaneda y Quintana y llegó sin vida al hospital Roque Sáenz Peña. Vecinos testimoniaron que la bala partió de uno de los móviles policiales, pero la fuerza asegura que actuó con balas de goma. En el Sáenz Peña hubo un violento enfrentamiento entre familiares de la víctima y el policía que custodiaba.
Entre los heridos hay dos personas graves. Una de ellas es una mujer de 37 años, Carina Paz, que permanecía en terapia intensiva tras recibir un disparo en el cráneo. Un hombre, en tanto, permanece con asistencia respiratoria tras ser operado por una herida que le provocó "estallido hepático". El director del Heca, Héctor Marchetti, enumeró una veintena de heridos, 11 de ellos de origen chino; mientras que el ministro Lamberto aseguró que siete oficiales también debieron ser atendidos.

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