Pablo Marengo, el joven de 27 años que denunció haber sido agredido por cinco patovicas en el boliche Nox Multiespacio, de Pujato, fue citado por la Justicia para prestar declaración en relación al hecho del que resultó víctima.
La Capital |
Pablo Marengo, el joven de 27 años que denunció haber sido agredido por cinco patovicas en el boliche Nox Multiespacio, de Pujato, fue citado por la Justicia para prestar declaración en relación al hecho del que resultó víctima. La decisión fue tomada por el Juzgado Correccional de Casilda, a cargo de Carlos Pareto, a fin de investigar y esclarecer el caso, aunque el muchacho no habilitó la instancia penal al presentarse en la comisaría de Pujato para dar cuenta sobre la golpiza que dijo haber recibido en el interior de la discoteca ubicada sobre la ruta nacional Nº 33.
La medida, que sería concretada hoy, incluirá también un exhaustivo examen médico para determinar el grado de las lesiones y para intentar identificar a los autores del lamentable episodio.
Al ser examinado en el Samco de Pujato se constató que la víctima presentaba traumatismos en la zona nasal, por lo que al tratarse de lesiones consideras leves se dio, en principio, intervención al Juzgado Correccional con asiento en Casilda, según indicaron fuentes tribunalicias.
Si bien no habría dudas sobre los resultados que aparecen en el informe correspondiente, de verificarse en el nuevo estudio médico la existencia de heridas de gravedad la causa pasará al Juzgado de Instrucción en lo Penal, que también conduce Pareto.
Cuando Marengo radicó la denuncia en la policía de Pujato, el personal que le tomó declaración le preguntó, explicación mediante, si iba a habilitar la instancia penal, a lo que respondió negativamente. Fuentes judiciales aclararon que al constatarse que son lesiones leves quien tiene la disponibilidad penal es la víctima.
Sin embargo a casi una semana de ocurrido el hecho, el joven agredido hizo público el suceso instando a la Justicia a que "actúe rápidamente para que se tomen medidas". No obstante aclaró que su único propósito de salir a contar lo ocurrido a la sociedad "es que no le vuelva a suceder a otros".
En el ámbito judicial sorprendieron sus declaraciones vertidas a la prensa al tener en cuenta como antecedente inmediato que la propia víctima, quien es oriunda de Correa pero actualmente reside en Rosario, se negó a habilitar la instancia penal tras ser consultado al respecto en sede policial. "De ninguna manera se pone en duda que el joven fue agredido y se trabajará para esclarecer el caso, pero no dejan de sorprender algunas actitudes", dijeron fuentes inobjetables en estricto off.
El hecho denunciado ocurrió el último sábado alrededor de las 6.30 cuando el joven estaba tomando un agua mineral en una barra del local bailable. Allí Marengo dijo ser interceptado por un patovica, quien le preguntó si era de Correa y respondió que no.
"Fue increíble, le dije que no porque ahora estoy viviendo en Rosario, y se transformó. Mientras uno me sostenía las manos y otro de la cabeza para que no me pudiera defender, tres me empezaron a golpear con puñetazos en la cara, y luego me arrastraron unos 40 metros hasta la salida, donde seguí recibiendo golpes", dijo Marengo.
El muchacho cree que fue confundido con otro chico y calificó el accionar de los patovicas como de "gente desquiciada y fuera de sí".
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