El dueño de un bar histórico de Alberdi permanecía anoche en grave estado tras sufrir un intento de asalto protagonizado por dos jóvenes, quienes lo sorprendieron cerrando el local y le dispararon un balazo en la zona del tórax. El ataque lucía como poco explicable, porque el comerciante no había amagado resistencia, según él mismo le dijo a uno de sus amigos instantes después de ser herido. El atraco fue a las 20.15 del martes. Se interrumpió en el momento en que uno de los ladrones efectuó el disparo porque ante la detonación ambos maleantes subieron a la moto en la que habían llegado y desaparecieron.
La Capital |
En Freyre al 700, a media cuadra de Rondeau al 2000, está "Viejo Alberdi", un boliche probado en la fidelidad de parroquianos de la zona, mismas caras que se cruzan a diario para el café de la mañana o el vermut de la tarde. Angel Rubén Carrocino, de 60 años, es el propietario hace ocho, pero en la cuadra dicen que el bar es tan viejo como el barrio. El comerciante acababa de cerrar cuando en la vereda lo atajaron dos muchachos que bajaron de una moto con intenciones de robo.
Uno de ellos le terminaría disparando a muy corta distancia. Los gritos del dueño del bar y el ruido del balazo alertaron a los vecinos que salieron a la calle y se encontraron a Carrocino herido en el interior del café. Una ambulancia lo trasladó al Eva Perón de Granadero Baigorria. De allí fue derivado al Hospital Clemente Alvarez por la complejidad del cuadro. Lo operaron durante tres horas, entre las 22 y la 1. Al cierre de esta edición estaba en terapia intensiva con pronóstico reservado.
Relato de la víctima. Al frente del bar ayer estaba Hugo Magrini, de 60 años, quien se enteró por el propio Carrocino de lo ocurrido. "Habrán sido las 8 y 20 de la noche cuando me llamó por teléfono avisandome que lo habían asaltado y pegado un tiro. Vivo cerca, me vine volando y lo encontré herido adentro del bar sentado en una silla. Lo que me contó es que estaba cerrando el boliche y aparecieron dos tipos en moto. Lo empujaron y se le metieron adentro. Le quisieron sacar los anillos y como no pudieron le pegaron un tiro. Se fueron sin llevarse nada", comentó a LaCapital.
"Me vine enseguida y como los vecinos ya habían llamado a la policía llegaron los patrulleros. Alcancé a hablar un rato con él antes de que viniera la ambulancia. Me dijo que eran dos: un morocho petiso y otro muy joven. Le pegaron un tiro abajo de la tetilla que le afectó el hígado y según nos dijeron los médicos le pasó muy cerca de la aorta. Según el parte médico del mediodía su estado es grave pero estable", dijo Magrini.
Por la tarde llegaban clientes históricos del bar preguntando por su dueño, que es un hincha fanático de Central Córdoba y con debilidad por el tango. En las paredes del bodegón destacan un retrato de Gardel y una foto del dueño del local con decenas de los parroquianos que con su asistencia contínua le dan identidad al bar. Por el caso interviene la comisaría 10ª. Sobre los agresores no había pistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario