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lunes, 29 de octubre de 2012

STA FE: En Santa Fe, la construcción se moviliza con fondos del sector agropecuario


Así lo revela una encuesta que, además, indica que es la provincia que registra el mayor impacto positivo del campo en el desarrollo de la industria de los ladrillos y el mercado inmobiliario.


En Santa Fe, la construcción se moviliza con fondos del sector agropecuario
El modelo económico argentino está sustentado en gran parte por los beneficios que genera la producción agropecuaria y, fundamentalmente, la soja. Los dólares que ingresan al país por exportaciones de oleaginosas tienen un porcentaje de reinversión en la actividad, pero también tienen otros destinos. En definitiva, los beneficios del agro terminan teniendo un impacto positivo en la motorización de otras actividades económicas como la industria de la construcción.

Según los resultados del nuevo estudio de opinión Construya, el sector agropecuario es el principal movilizador de la construcción y el mercado inmobiliario en la provincia de Santa Fe. La influencia es tan significativa que “la bota” es la provincia con mayor impacto positivo del agro en la construcción.

El estudio cuantitativo sobre expectativas relacionadas con la actividad de la construcción y el mercado inmobiliario relevó la opinión de 750 profesionales del sector de la construcción y del mercado inmobiliario.

Entre los encuestados santafesinos, el 74 por ciento respondió que el sector agropecuario es el que moviliza a la construcción, mientras que el 14 por ciento afirmó que lo es el sector público, el 11 por ciento la industria y sólo el 1 por ciento atribuye el dinamismo de la construcción al turismo.

Los datos recogidos entre los profesionales encuestados en ese estudio ubican a Santa Fe como la provincia que recibe el mayor nivel de impacto positivo del agro en la construcción, seguida por Córdoba (69 por ciento), Formosa (57 por ciento), La Pampa (56 por ciento) y Entre Ríos (53 por ciento).

En el otro extremo de la tabla, es decir, la provincia en la que el agro realiza el menor aporte al sector de la construcción se ubica Chubut. Allí, según el relevamiento privado, el aporte del agro se ve superado por la industria (33 por ciento) y sólo el 19% considera que el sector agropecuario es el principal impulsor de la construcción. De esa manera se ubica en segundo lugar junto con el turismo, detrás de la industria y por delante de la minería (14 por ciento).

Al igual que en Santa Fe, el agro surge del relevamiento como el principal impulsor de la construcción en otros 16 de los 24 distritos evaluados (el relevamiento distingue a la Capital Federal, el gran Buenos Aires y el interior de Buenos Aires como distritos individuales y en dos de ellos comparte el primer lugar con otro driver).

Las excepciones son la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, Catamarca, Jujuy, San Juan y Misiones, en donde el sector público es el principal impulsor de la construcción; Chubut y Neuquén, donde lo es la industria y Río Negro y Tierra del Fuego, donde el turismo es quien dinamiza la inversión en el sector.

El estudio, que fue efectuado en julio pasado y terminó de procesarse la semana pasada, contó con las respuestas de 750 profesionales de estudios de arquitectura, desarrolladores inmobiliarios, empresas constructoras, inmobiliarias y distribuidores de materiales para la construcción de todo el país.

La industria de la construcción
En cuanto a la marcha del sector de la construcción durante este año, el Índice Construya marcó que el volumen de materiales para la construcción repuntó en septiembre respecto de agosto pero no logró superar el registro récord del noveno mes de 2011 y acumula una baja de 1,7 por ciento para los primeros nueve meses del año.

El volumen de materiales para la construcción despachado al sector privado residencial subió 4,09 por ciento en septiembre respecto del último mes de agosto, según la serie desestacionalizada del Índice Construya, que mide mensualmente los despachos de una canasta de materiales a la construcción de viviendas privadas.

En esa medición se incluyen ladrillos cerámicos, cemento portland, cal, aceros largos, carpintería de aluminio, pisos y revestimientos cerámicos, adhesivos y pastinas, pinturas impermeabilizantes, sanitarios, grifería, placas de yeso y caños de conducción de agua.

Sin embargo, en la medición interanual experimentó una caída de 12,4 por ciento respecto del registro de septiembre de 2011, que fue el récord histórico para el indicador elaborado por Construya desde junio de 2002. Así, el Índice Construya acumula una retracción de 1,7 por ciento en el acumulado de los primeros nueve meses del año respecto de igual período del año pasado.

Si los números no se revierten, este año ese índice volvería a mostrar números negativos tal como ocurrió en 2009 (-10,8 por ciento) por los efectos del estallido de la crisis internacional, aunque no serían tan negativos. El otro escenario posible es que se termine con una medición interanual levemente positiva, como sucedió en 2008 (1,9 por ciento), cuando comenzaban a sentirse los primeros coletazos desde el exterior.

Según el grupo Construya, que reúne a 12 empresas líderes del país del sector de la construcción, las restricciones al dólar y la imposibilidad de acceder a ciertas unidades, generaron que el mercado de la construcción tenga un aliado en los propietarios que apuestan por embellecer o mejorar su hogar para recategorizarlo.

Desde que se establecieron las restricciones al dólar, el escenario inmobiliario se vio afectado y se acentuó la caída en las operaciones, que hasta 2011 venían en buenos volúmenes.

Esta situación generó que mucha gente que tenía su cartel de venta frene la intención de ofrecer su vivienda, pero otros, en cambio, apostaron por el mercado en pesos y el de la puesta en valor de su unidad con reciclajes, ampliaciones o nuevas dependencias, entre otras posibilidades.

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