En la madrugada de ayer manos anónimas arrojaron bombas de fabricación casera en el interior de la vivienda de Marcelo Remondino, un militante kirchnerista de esta ciudad, provocando el incendio de su camioneta que se encontraba estacionada en el jardín fuera del garaje.
La Capital |
Todo se desarrolló en las primeras horas de la madrugada. Remondino estaba durmiendo con su familia no escuchó nada. "Estábamos durmiendo y me despertó una vecina que me llamó por teléfono preguntándome que estaba pasando en mi casa", sostuvo Remondino en diálogo con LaCapital, y remarcó: "En ese momento ya se escuchaban sirenas, por eso salí y vi la camioneta en llamas".
La casa de la familia Remondino se encuentra en calle Oroño al 2300, una zona bastante despoblada de barrio 3 de Febrero al lado de una pista de motocrós.
La vivienda está en el centro del terreno y sobre el ala oeste hay un garaje donde hay un auto y fuera de él se encontraba estacionada la Kia Assia Tropic: "Los bomberos me mostraron dos cuellos de botella que encontraron en el lugar típico de las bombas molotov", sostuvo Remondino.
Posibles motivos.Con respecto a las motivaciones del atentado, Remondino sostuvo: "Esto busca intimidarme, porque hace rato vengo investigando una maniobra de lavado de dinero en la construcción de edificios y como recibí amenazas hice las denuncias correspondientes".
El militante recordó: "Nadie puede hacerse el distraído por esto, yo informé al Sedronar, hice la denuncia en la jefatura de San Lorenzo, y la investigación sobre el lavado de dinero fue derivada a al Juzgado Federal Nº 4 de Marcelo Bailaque, pero también envié copias al Ministerio de Seguridad de Santa Fe y a ambas Cámaras y hace uno días vinieron funcionarios de un área de protección a testigos y me dijeron que no tenían gente para ponerme de custodia".
Amenazas. La denuncia a la que hace referencia Remondino y la que según él habrían motivado las amenazas tiene que ver con la construcción de un edificio con un megagimnasio ubicado sobre calle Congreso: "Esos terrenos eran de mi familia, y hace tiempo quise volver a comprarlos pero no llegamos a un acuerdo, investigando vi que una obra voluminosa de más de 20 millones estaba a nombre de una mujer de 23 años, hermana de una persona que tiene un remisería en Granadero Baigorria, sospechado de ser narcotraficante y el otro socio de la propiedad es un menor de 13 años, todo este me pareció muy sospechoso y por eso empecé a investigar".
Con respecto a las amenazas, Remondino relató: "Fue algo muy raro vino a verme Diego Ovejero, un fotógrafo y camarógrafo, y me dijo que escuchó a gente en un bar pedir datos sobre mí", y agregó: "Después pasó por mi casa y también me advirtió que tuviera cuidado con el tema del edificio que había gente pesada detrás por eso hice la denuncia".
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